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Incubadora de Talento para la Diversidad y la Inclusión  es una iniciativa innovadora promovida por la Fundación Prevent para facilitar el encuentro entre talento con discapacidad y empresas inclusivas y comprometidas con la diversidad.

Su objetivo es facilitar la contratación de personas con discapacidad y formación superior, así como ofrecer a jóvenes su primera oportunidad de acceso al mercado laboral, a través de la realización de sus prácticas curriculares o de un contrato en prácticas.

A través de actividades experienciales y de entrenamiento en desarrollo profesional y personal, jóvenes con discapacidad con formación superior o universitaria y profesionales de las empresas participantes tienen la oportunidad de conocerse, trabajar conjuntamente, aprender y convertir los lugares de trabajo en entornos más inclusivos y diversos.

El programa consta de dos grandes bloques de actividades:

1.- Acciones Brújula, formación en mentoring dirigida a los sherpas o mentores, que son las personas pertenecientes a las diferentes organizaciones comprometidas con el proyecto que acogeran en prácticas a los jóvenes con discapacidad y se encargarán de guiarlos en sus lugares de trabajo.

2.- Acciones Expedición, formación dirigida a los sherpees o mentees, que son los jóvenes con discapacidad con formación superior o universitaria que realizarán prácticas laborales o curriculares dentro de las empresas de acogida que participan en el programa.

El programa formativo de sherpas y sherpees ha sido diseñado y será ejecutado por la Escuela de Mentoring en colaboración con la Fundación Prevent con un total de 30 horas para los mentores y 50 horas para los jóvenes.

Con los sherpas mentores se trabajarán los siguientes contenidos:

– Acercamiento a la discapacidad desde la metodología INTEGRAL GENERATIVE MENTORING 

-El rol del sherpa y sus competencias clave:  Escucha reflexiva global y profunda, Formulación de preguntas provocadoras y generativas, Formulación de objetivos y metas auto-concordantes, Despertar la motivación

-Cómo construir una relación de mentoring con engagement y desarrollar un proceso de mentoring efectivo.

-Trabajar con el sherpee:  Motivación, Proactividad, Reto, Empowerment,  Resistencias y bloqueos para el cambio.

Todos los mentores participantes en el programa además de la formación inicial sobre las claves de mentoring y el rol del mentor recibirán sesiones de supervisión de los procesos de mentoring que lleven a cabo con sus sherpees. Se incidirá con ello en el refuerzo del capital psicológico del sherpee: autoeficacia, optimismo, esperanza, resiliencia y bienestar emocional

 

 

Con los jóvenes trabajaremos 4 bloques temáticos:

-Autoconocimiento, descubrimiento e indagación apreciativa del talento: identificación del núcleo positivo y construcción del mapa del talento

-La estrella polar de mi empleabilidad. Construyendo mi marca como profesional. Plan de Acción para hacer visible el talento en el mercado

-Plan de Empleabilidad. Puesta en Marcha. Los 100 primeros días en el trabajo una experiencia de aprendizaje y crecimiento personal y profesional.

-El Test del Mercado: presentación del plan de acción y mi primer reto laboral ante el equipo de la Escuela de Mentoring y los mentores del programa, que les aportaremos feedback y resolveremos sus primeras inquietudes antes de comenzar sus prácticas en las empresas.

En la formación se contemplan trabajos prácticos por parte de las personas participantes que serán guiadas y supervisadas por el equipo docente de la Escuela de Mentoring.

Todavía estas a tiempo de inscribirte para participar en el programa, comenzamos en Febrero 2021. Apúntate.

Para los jóvenes TALENTEANDO es el puente que te conecta con las empresas más inclusivas de nuestro país. Durante 4 meses, compartirás esta experiencia con otros jóvenes y con las empresas en las que realizareis vuestras primeras prácticas laborales. Recibirás formación, acompañamiento continuo y trabajaréis juntos en un reto social compartido. El resultado más importante de este recorrido es tu acceso a la empresa a través de la realización de tus prácticas curriculares o de un contrato en prácticas. Información e inscripciones en este enlace. 

Para las empresas TALENTEANDO es el lugar donde encontrar el capital humano con discapacidad que necesitas, fomentar tus valores corporativos y fidelizar a los profesionales que ya tienes a través de un programa estructurado, experiencial y con un impacto real y medible en las personas participantes y en tu organización.

Información e inscripciones en este enlace.

 

Te esperamos para comenzar la expedición.

Esta semana ha caído en mis manos una infografía, sobre las diferencias entre coaching y mentoring, elaborada por una de las empresas españolas que cotizan en el IBEX-35. No voy a entrar en este post sobre dichas diferencias porque después de muchos años contestando a esta pregunta en diferentes conferencias publique un artículo al respecto que puede leerse aquí.

Lo que hoy me gustaría abordar es la necesidad de estar actualizados en torno a conceptos, teorías, metodologías en el área de RRHH, gestión de personas o desarrollo de talento. En estos ámbitos también es necesario innovar, adaptarse, actualizarse y realizar vigilancia intelectual. No podemos gestionar el talento del siglo XXI con enfoques del siglo XIX.

La anacronía es un error que resulta de situar a una persona o cosa en un período de tiempo que no se corresponde con el que le es propio. Para mi manejar un concepto de mentoring o trabajar esta metodología en las organizaciones con enfoques no ajustados a los tiempos actuales es una anacronía. 

Quiero comenzar relacionando los 7 puntos con los que la citada infografía define el mentoring para luego explicar porque este enfoque pertenece más a ideas del pasado basadas en la jerarquía, el control o el tutelaje, lejanas al famoso empowerment, learnability, autodominio, aprendizaje autodirigido, de los que tanto se habla actualmente.

En primer lugar, el mentoring no se focaliza en la tarea sino en el objetivo. El mentoring no es táctico es estratégico, fomenta el pensamiento y el aprendizaje estratégico. Un proceso de mentoring gira en torno a un objetivo a lograr por el mentee dentro de su desarrollo profesional en la organización. Además poco sentido tendría que el mentoring se enfocara en la tarea cuando realmente en eso consiste el día a día del desempeño laboral y la función del supervisor/a o manager del mentee.

En segundo lugar, el mentoring no es un modelado en el sentido de indicarle a una persona el modelo a seguir y hacer encajar en dicho modelo. Más bien todo lo contrario, el mentoring ayuda a la persona a encontrar su propio modelo de rol profesional, su propio modelo de aprendizaje, su propio camino. Si es verdad que el mentor es un modelo de comportamientos pero no acrítico, en el sentido de imitación o reproducción por su mentee, sino crítico lo que supone que el comportamiento del mentor está sometido a feedback del  mentee, a cuestionamiento, reflexión, comparación. El mentor es un referente, es decir, una referencia posible a tomar en cuenta, pero no a imitar, ni la única, ni por entero o en todo.

Creo que el nuevo anuncio ONE del Banco Santander con Rafa Nadal define muy bien el rol de un mentor como la persona que te ayuda a encontrar tu esencia única, ponerla al servicio de tu desarrollo personal y profesional y aportar con ello valor a tu organización.

«Tú eres único, protege lo que te hace diferente». 

Eso es lo que hacemos los mentores ayudar a descubrir lo que hace diferente y única a cada persona, protegerlo y enseñarles a que lo protejan, lo cuiden, lo cultiven, lo muestre, lo aporten y contribuyan con ello a aportar valor.

En tercer lugar, las referencias a maestro y discípulo son de otra época sin lugar a dudas. La relación de mentoring no es jerárquica es democrática, de persona a persona, de igual a igual, diferentes conocimientos y experiencias si pero no en términos de más o menos, mejor o peor, sino simplemente diferentes. Y esta es la riqueza del mentoring, el diálogo entre las diferencias para co-crear, co-aprender, regenerar el conocimiento. Es una relación de adulto a adulto porque estas son las únicas relaciones en las que se puede crecer y desarrollarse.

En cuarto lugar, no solo el mentor cuenta con experiencia y conocimientos, el mentee también los tiene, diferentes pero los tiene y de ahí que ambos puedan aprender y nutrirse mutuamente en el proceso. Además, el mentoring no es solo aprendizaje de la experiencia del mentor, sino también de la propia experiencia del mentee. De hecho el 80% del proceso debe girar en torno a las experiencias concretas del mentee durante el mismo para reflexionar sobre ellas y aprender a aprender de la experiencia. En esto es en lo que consiste la learnability en un diálogo metacognitivo de la experiencia y ese diálogo lo facilita el mentor.

En quinto lugar, el mentoring es mucho más que transmitir consejos y recomendaciones. Transmitir no implica aprendizaje y, además, para que el aprendizaje sea significativo y se consolide en la memoria a largo plazo, es importante que esté conectado con la persona y sus experiencias. En el mentoring se aprende mucho más con las preguntas del mentor que con sus consejos. Asimismo es un error creer que la experiencia del mentor solo puede ser utilizada para aconsejar porque la experiencia es un conocimiento muy útil para hacer buenas preguntas, si se combina con una escucha de calidad.

“Uno reconoce a las personas inteligentes por sus respuestas. A los sabios se les reconoce por sus preguntas.”Naguib Mahfuz

El rol de mentor tiene 7 dimensiones: acompañante, indagador, explorador y amplificador de opciones, informador-consejor-proveedor de recursos, impulsor, conector y modelo de comportamientos. Limitar la función de un mentor a transmitir conocimientos y recomendaciones es limitar el desarrollo neurocognitivo de su mentee.

Por último, si coincido en que el mentor busca desarrollar las capacidades de su mentee a través del diálogo y la observación, pero lo que no veo es como eso va a ser posible en un modelo de diálogo en el que el mentor es el maestro, el único que posee conocimientos y experiencias y transmitiendo consejos y recomendaciones. Yo esto lo veo más un monólogo, master class o discurso, que no niego pueda servir para transmitir conocimientos, pero dudo mucho que impacte en el desarrollo de capacidades y en el empowerment de una persona.

Como explico en mi libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional», el mentoring como práctica informal ha existido desde antiguo, el gran cambio se ha producido en el siglo XX, donde se ha formalizado como consecuencia de su implantación en el mundo de la empresa lo que ha dado lugar a que haya pasado de una práctica informal a una  metodología de aprendizaje, cambio y desarrollo personal y organizacional. Lo que cito a continuación es reproducción de los contenido del apartado»Orígenes, historia y evolución del mentoring hasta nuestros días» del citado libro (Mª Luisa de Miguel. Ediciones Pirámide. 2019.

La evolución del mentoring ha estado influida por los cambios sociológicos ocurridos a lo largo de la historia. De una relación jerarquizada, más propia del contexto social existente hasta la Edad Media, se ha pasado a una relación más recíproca y colaborativa. En dicha relación, la figura del mentor, como hombre de edad y experto, va dando paso a la de una persona con más experiencia y madurez vital para guiar a otros en su desarrollo, sirviendo, además, como modelo para el aprendizaje de habilidades en diferentes áreas de práctica profesional.

El mentor ha dejado de ser el gurú experto y consejero para convertirse en un guía de aprendizaje,  abandonándose la idea de maestro y aprendiz, que suponía que uno transmitía y el otro aprendía. En la actualidad, en una relación de mentoring ambas partes transmiten y aprenden. Asimismo, el mentoring ha pasado de ser una práctica espontánea, natural, voluntaria e informal, para convertirse en una práctica dotada de metodología, que no se deja al azar, sino que se promueve intencionalmente, por personas y organizaciones, con un objetivo determinado.

El paso de la era industrial a la era del conocimiento, con la irrupción de fenómenos como la globalización, la interconexión, la complejidad, la velocidad de los cambios, ha supuesto también que el mentoring esté menos centrado en el aprendizaje horizontal (adquisición de conocimientos y competencias), para centrarse más en el aprendizaje vertical (adquisición de nuevas formas de pensar y contemplar el mundo para aportar nuevas respuestas). En el siguiente cuadro puede verse la evolución histórica de la práctica del mentoring desde un modelo tradicional al modelo actual.

La historia del mentoring nos revela que, se trata de una práctica que trasciende a todas las épocas históricas, a todas las culturas y a todo los ámbitos de actuación social. Además, evoluciona para adaptarse a las nuevas demandas del entorno, los nuevos valores sociales imperantes, y las nuevas formas de relacionarse y comunicarse. Mi experiencia como miembro del Consejo Editorial de la International Review Coaching & Mentoring de la EMCC (European Mentoring & Coaching Council) corrobora la interculturalidad e interdisciplinariedad del mentoring, pues he tenido la oportunidad de revisar y evaluar números artículos y trabajos de investigación sobre la aplicación del mentoring en diversos ámbitos y países.

El mentoring desde sus orígenes hasta la actualidad describe una práctica consistente en el aprendizaje a través de otros. Su esencia, por tanto, no es la enseñanza en el sentido de instrucción o transmisión, sino en el aprendizaje basado en la interacción social entre personas diferentes que generan un diálogo que permite ampliar el pensamiento.

El mentoring es, ante todo, un modelo de aprendizaje. Su propia raíz etimológica “men” alude a la acción de pensar, en el sentido de reflexionar. No debemos olvidar que el aprendizaje se basa en una reflexión sobre la experiencia surgida de nuestro actuar diario. Reflexionar no deja de ser un diálogo de preguntas y respuestas para generar nuevos conocimientos que nos haga evolucionar como personas. Ese diálogo reflexivo se aprende de forma más efectiva a través de la conversación e interacción con otros más experimentados. El mentor es el facilitador de la reflexión necesaria sobre la experiencia para convertirla en aprendizaje.

En la actualidad, el concepto y la práctica del mentoring siguen conservando su esencia como forma de aprendizaje a través de la experiencia, tanto del mentor como del mentee. La evolución histórica ha servido para nutrir dicha práctica de diferentes conocimientos científicos y experienciales, convirtiéndola en una metodología para favorecer el aprendizaje, el cambio y el desarrollo del talento, tanto a nivel individual como organizacional.

Si el mentoring es el aprendizaje de la experiencia, la experiencia acumulada debe ayudarnos también a actualizar esta práctica a los diferentes contextos temporales y culturales. De hecho el mentoring es un modelo de aprendizaje contextual, de ahí que se haya mantenido vigente y efectivo a lo largo del tiempo.

 

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring

Autora libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional» Ediciones Pirámide 2019

» Se necesita coraje para pararse y hablar, pero mucho más para sentarse y escuchar». Winston Churchill

Estamos viviendo momentos agitados, llenos de pérdidas, de dolor, de angustia, de miedo. Muchas emociones, necesidades y preocupaciones se están ahogando en silencio y nos están impidiendo avanzar. Necesitamos escucharnos a un nivel más profundo, dejar que afloren todos esos anhelos, miedos y dolores. Ser escuchador se va a convertir en una profesión, porque las personas cada día tienen más necesidad de ser escuchadas con profundidad y calidad, sintiéndose entendidas, atendidas, respetadas y confiadas. El gran problema de la comunicación es que no escuchamos para entender y comprender al otro sino para responderle. Centramos nuestra atención en lo que vamos a decir después de que termine de hablar la otra persona, no comprobamos si hemos escuchado y entendido bien, nos guiamos por nuestras interpretaciones, conjeturas o suposiciones y no nos esforzamos por captar y comprender el tono o los matices emotivos del mensaje del otro. En nuestra frenética actividad, donde hay que hacerlo todo para ayer, nos da la sensación de que no tenemos tiempo para escuchar, que escuchar es una pérdida de tiempo. Tenemos prisa por terminar la conversación, prisa por hablar nosotros, prisa por responder, prisa por hacer ver cuanto sabemos o cuan competentes somos resolviendo. La prisa mata la escucha, las relaciones, el aprendizaje y la creatividad. Cada vez que dejamos de escuchar a alguien estamos perdiendo una oportunidad de crear una relación con él, de afianzar la que tenemos, de aprender algo sobre él y sobre nosotros y de crear algo juntos (una idea, una solución, un nuevo punto de vista, una oportunidad, etc.).

Aunque muchas personas consideran que escuchan bien, la realidad demuestra lo contrario. Saber escuchar es más difícil que saber comunicar, porque el entrenamiento de una escucha de calidad hace aflorar muchas facetas de nuestra personalidad: actitudes, estilos motivacionales, valores, prejuicios, egos, o hábitos aprendidos. Y ya sabemos que cambiar estas cosas no es tan fácil, requiere, como decía Churchill, mucho coraje, el coraje de enfrentarse a uno mismo. Los grandes enemigos de la escucha son la impaciencia, el estrés, el cansancio, el ego y nuestros conflictos internos sin resolver, que dan lugar a emociones como el miedo a ser influidos o manipulados, a peder poder en la conversación o a parecer poco resolutivos. Todo ello se acaba viendo reflejado en las posturas que adoptamos como escuchantes, que según Lou y Francine Epstein, se pueden resumir en consejeros, víctimas y jueces.

-Cuando escuchamos desde una postura de “consejeros” consideramos que estamos en posesión de las respuestas, del conocimiento. Que somos una especie de oráculo a los que otros acuden en busca de la gran revelación. Esto nos hace desconectarnos del discurso de quien nos habla y sumergirnos en nuestra mente buscando una solución, una idea ingeniosa, un consejo con el que arreglarlo todo. Nos precipitamos a darlo, interrumpimos, e incluso a veces tratamos de imponerlo. Cuando lo hacemos, en cierta forma, estamos transmitiendo al otro que no es capaz de encontrar solo sus propias respuestas. Desde el momento en que nos creemos con derecho a aconsejar al otro nos ubicamos en una posición de superioridad, que debilita al otro el lugar de empoderarlo. Además, es bastante probable que nuestra solución no sirva porque surge desde quien somos nosotros, de nuestro mapa del mundo, y no desde el de nuestro interlocutor. 

-Desde la posición de “víctimas”, cuando alguien empieza a contarnos algo, inmediatamente comenzamos a pensar en cómo va a afectarnos lo que nos está diciendo, qué consecuencias va a acarrearnos. Nos ponemos a la defensiva porque personalizamos y subjetivamos todo el mensaje. En cuanto nos ponemos en actitud defensiva nos cerramos y se destruye la escucha de calidad. Esto ocurre, por ejemplo, cada vez que nos dan feedback y no nos gusta su contenido, o cuando nos proponen un cambio que nos incomoda o desagrada.

-Cuando escuchamos como “jueces”, adoptamos una postura crítica, nos arrogamos en evaluadores y juzgadores con derecho a aprobar o desaprobar lo que el otro dice en base a nuestros puntos de vista, con derecho a juzgar si es correcto o no y a opinar sentando cátedra. Mientras el otro habla, nosotros nos dedicamos a comparar todo lo que dice con nuestras creencias o puntos de vista, para chequear si coinciden con ellas o no, emitiendo un juicio, en muchos casos interno e inconsciente, sobre ello. Con este comportamiento cerramos nuestra mente a escuchar nuevas alternativas, enfoques y conceptos que pueden llegar a enriquecernos y nos limitamos a verificar si lo que estamos escuchando coincide o no con lo que ya sabemos.

El arte de escuchar exige renunciar a estos tres roles y abandonar posturas paternalistas, críticas o victimistas. Escuchar con calidad requiere serenidad interior, propósito, apertura, atención sostenida, empatía e intuición.

1.-Sin serenidad interior lo único que voy a escuchar va a ser mi diálogo interior, un torrente de pensamientos que vienen y van formando un gran ruido que me impide centrarme en el otro.. La serenidad nos permite una atención plena y focalizada en la conversación, evitando que las preocupaciones y los problemas cotidianos nos distraigan de ella. En estos casos es muy útil la práctica de técnicas de mindfulness, que nos ayudan a enfocar una conversación centrados, abiertos, conscientes, conectados y sosteniendo con confianza todo lo que surja en ella. En la metodología Integral Generative Mentoring utilizamos una herramienta denominada la «Mano del Mentor Excelente» para ayudar a los mentores y líderes a entrar en un estado ideal de escucha.

2.-En nuestro día a día todos tenemos que escuchar por diferentes motivos, en diferentes roles y con diferentes objetivos. Cada acto de escucha tiene un propósito diferente (convencer, negociar, compartir una idea, vender, consolar, aconsejar, aprender, impulsar el cambio) y esto condiciona mi rol de escuchante.  Antes de sumergirte en una conversación, reunión o encuentro, pregúntate ¿para que voy a escuchar? ¿cuál es mi propósito con esta conversación? También puede ser útil hacer una lista de puntos a tratar, cosas que esperas conocer e ideas que te gustaría expresar, todo ello ayudará a enfocarte en tu rol y tu objetivo en la conversación. El propósito tienen una fuerza motivacional muy potente que nos ayuda a estar en la conversación con más  apertura,  atención y empatía. Además recuerda siempre que, a nivel general, el propósito de cualquier acto comunicativo es conectar, encontrar puntos de conexión entre las diferentes partes. 

3.-La apertura al otro es clave en una buena escucha, para percibir los detalles, los matices, las singularidades, las emociones, lo que no se dice. Si no abro mi mente mis oídos tampoco se abrirán y no podré captar en la conversación posibilidades, oportunidades, puntos de conexión, información relevante para el propósito de la misma, el estado emocional desde el que el otro me habla, para evaluar si es el más propicio para el propósito de la conversación. Además sin apertura mental hacia el otro es difícil que surja la empatía porque tendemos a ser menos receptivos cuando lo que escuchamos no nos gusta, choca con nuestros valores o formas de ver el mundo.

4.-Atención sostenida y 360º, es decir, atento a lo que pasa dentro de mi cuando estoy escuchando, especialmente, a mis emociones y a los pensamientos que se generan con lo que oigo y pueden hacer que me distraiga, que interrumpa, que haga gestos de desaprobación o que me desconecte de la conversación. Atento a la plenitud del mensaje del otro, a las palabras exactas que emplea, el tono, la intensidad o énfasis con que las expresa, sus gestos, su lenguaje corporal, sus silencios, su mirada. Y atento a todo lo que ocurre en ese espacio de energías que se genera en toda conversación: que produce lo que me dice en mi y que produce lo que le digo en él .La atención sostenida implica escuchar con oídos, ojos, cuerpo, corazón y alma. Entregarse a la escucha y olvidarme de mí, de anotar lo que escucho, de mirar por el rabillo del ojo el móvil o cualquier otro elemento que pueda distraer mi atención del otro.

5.-Escuchar con empatía significa ir más allá de nuestros propios intereses para entrar en el mundo del otro y querer saber más y preocuparse por sus intereses,  ponerse en sus zapatos sin juzgarlo, comprendiendo desde donde habla, cual es su mapa del mundo y en que punto del mismo podemos encontrarnos para caminar juntos. Cuando alguien nos habla nos está abriendo las puertas de su mundo e invitando a que entremos en él y este gesto es lo suficientemente importante como para darle toda nuestra atención. Al hacerlo le estamos transmitiendo que valoramos lo que nos está compartiendo. La escucha empática significa escuchar con la intención de comprender a pesar de las diferencias de puntos de vista, ideas, valores, etc. Hacer el esfuerzo de entrar en el marco de referencia de la otra persona, para ver como el ve, sentir como el siente y comprender sus creencias  y paradigmas.

Empatizar no es simpatizar, esto último es fácil porque implica escuchar algo o a alguien que me agrada, con quién estoy alineada o en sintonía. La empatía es necesaria precisamente cuando surgen las diferencias, el conflicto, la oposición de posturas, el desacuerdo, porque la esencia de la escucha empática no consiste en estar de acuerdo sino en comprender al otro, emocional e intelectualmente, a pesar del desacuerdo. Solo así es posible sobrevolar dicho desacuerdo y encontrar puntos de conexión que mantengan vivo el flujo de la conversación y la relación, evitando egos, personalismos, guerras por tener razón y otras actitudes que destruyen la comunicación.

6.-La intuición es la otra conversación, la que va surgiendo en paralelo a las palabras que se expresan, la que hace emerger todas las emociones, valores, significados, ideas, puntos de conexión que están latentes pero no expresamente presentes. Realmente, la intuición es la maestra que guía la conversación para hacerla profunda, clarificadora y  transformadora. La intuición nos permite captar lo relevante de un mensaje y no obsesionarnos con los detalles insignificantes e intranscendentes. También nos ayuda a saber cuando indagar y profundizar sobre un tema que surje en el diálogo y cuando dejarlo, cuando la persona está preparada, emocional y mentalmente, para una pregunta o comentario y cuando no, cuando la persona está abierta y receptiva y cuándo no. La intuición es capaz de captar y comprender cual es el verdadero dilema, problema o interés de nuestro interlocutor en medio de todo el maremagnun de palabras y mensajes.

Como señala Goleman, la escucha es la habilidad clave para el desarrollo de la competencia social del manejo de las relaciones, porque el tipo de relaciones que construimos, y lo que se crea a partir de ellas, tienen mucho que ver con nuestra posición al escuchar y nuestra forma de escuchar. Como toda relación una escucha de calidad requiere atender de forma gradual las siguientes necesidades humanas, que ya apuntó Maslow: seguridad y confianza, conexión o vínculo, aprecio y reconocimiento, estímulo y crecimiento.

  1. Promover la confianza y la seguridad: escucha primero y habla después. Permite primero que la otra persona se desahogue, comparta sus inquietudes, emociones y preocupaciones.
  2. Generar el vínculo y la conexión:   después de escuchar comienza tu  intervención haciéndole ver que has entendido cuales son sus necesidades, su postura, sus preocupaciones y olvídate de argumentar inmediatamente o contraargumentar, convirtiendo la conversación en una competición.
  3. Apreciar y reconocer:  Comienza cada réplica apreciando y reconociendo algo de lo que tu interlocutor ha expresado y a continuación enlázalo con tu discurso o incorpóralo a tus preguntas.
  4. Estimular la creatividad: Haz preguntas retadoras, que provoquen nuevas ideas, perspectivas, soluciones, en base a lo que el otro te comparte, siempre usando sus palabras y argumentos porque así sentirá que está formando parte de lo que estáis creando juntos. Una pregunta apropiada sirve para abrir perspectivas sobre un asunto y favorecer nuevas reflexiones.
  5. Propiciar el crecimiento: Si has escuchado con calidad la persona que ha estado contigo no se marchará igual que llego, se irá con algo nuevo, seguramente también con más energía, más fuerza. Sentirá que tras esa conversación algo ha cambiado, por pequeño que sea, a veces es simplemente el estado de ánimo, una visión de las situaciones o de uno mismo. Pero ese pequeño cambio es el trampolín para cambios mayores.

Una escucha de calidad eleva la autoestima, mejora la empatía, evita conflictos que bloquean nuestro avance, incrementa nuestros conocimientos y amplia nuestras perspectivas, entre otros beneficios.Para disfrutar de todos ellos, además de las claves que he compartido contigo en este articulo, recuerda que el aprendizaje de escuchante no cesa nunca. Después de cada conversación reflexiona sobre cómo has escuchado, qué oportunidades has perdido por no escuchar mejor y cómo puedes mejorar tu escucha en el futuro.  

Recuerda que hablar es de expertos y escuchar es de sabios o como decía Jimi Hendrix «El conocimiento habla y la sabiduría escucha»Tu decides quien quieres ser.

¿Llevas tiempo dándole vueltas a la idea de formarte como mentor? ¿Quieres mejorar tus procesos de mentoring actuales?  ¿Eres una organización con una red de mentores y necesitas capacitarlos para ejercer su rol?

El mentoring es una de las metodologías más potentes para el desarrollo del talento, la mejora de la carrera profesional, la adaptación al cambio, la optimización del aprendizaje y el desarrollo de roles y habilidades, especialmente, la learnability y la agilidad mental.

Con el CURSO VIRTUAL PARA MENTORES desarrollaras los conocimientos y habilidades necesarios para desempeñar de forma efectiva el rol de mentor o mentora, bajo la metodología exclusiva INTEGRAL GENERATIVE MENTORING propiedad de la Escuela de Mentoring. Con este curso lograras la capacitación necesaria para desarrollar procesos de  mentoring exitosos, aprenderás a construir desde cero una relación de confianza con tu mentee, a acompañarlo en su proceso de autoconocimiento y cambio, que le hará ganar la confianza y seguridad suficientes para enfrentar los retos personales y profesionales necesarios para el logro de sus objetivos.

Te presentamos un curso único creado por Mª Luisa de Miguel, Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring y creadora del Modelo INTEGRAL GENERATIVE MENTORING, que te permitirá ser un mentor o mentora excelente.

Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring,  consultora y speaker experta en liderazgo, estrategia, toma de decisiones, desarrollo del talento, gestión del cambio, mentoring, género y diversidad.

Escritora, autora entre otros del libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional» Ediciones Pirámide (Grupo Anaya) 2019.

Mentora Senior y Coach Ejecutivo certificada internacionalmente por la AICM (Asociación Internacional de Coaching y Mentoring) y  EMCC (European Mentoring & Coaching Council). Miembro del  Consejo Editorial de la Journal International Mentoring & Coaching Council de la EMCC. Premio Internacional en Mentoring 2015 por la EMCC. Premio Excelencia Educativa 2019.

Más de 50 programas de mentoring implementados en diferentes organizaciones a nivel internacional. Más de 6000 mentores y mentoras formados a lo largo de 15 años en todo el mundo. Más de 1500 horas en procesos de mentoring individual.

 

Durante el curso, que se desarrollará 100% en formato virtual y online a través del Aula Virtual de la Escuela de Mentoring, conocerás las claves de la metodología INTEGRAL GENERATIVE MENTORING y como aplicarlas a los procesos de mentoring, como crear relaciones de mentoring con engagement, como desarrollar sesiones y conversaciones de mentoring efectivas, como acompañar los procesos de cambio de tus mentees para que logren sus metas y sean felices y cuáles son las habilidades claves de un mentor para todo ello.

El formato y contenidos del curso están basados en la metodología microlearning y cuenta con:

Vídeos y presentaciones de contenidos locutados por María Luisa de Miguel, directora ejecutiva de la Escuela Mentoring y creadora de la metodología Integral Generative Mentoring

Infografías para afianzar los conceptos y las ideas de cada módulo

Podcasts de la Red Internacional de mentores acreditados de la Escuela de Mentoring con consejos prácticos de cómo afrontar diferentes situaciones que se dan en los procesos.

Actividades prácticas para entrenar las diferentes claves de la metodología, practicar técnicas y herramientas o desarrollar habilidades del rol de mentor basadas en ejemplos y situaciones reales que ayudan a comprender mejor la labor de un mentor o mentora.

QUIZ-Cuestionarios para repasar la comprensión de los contenidos de cada unidad didáctica.

Herramientas exclusivas a utilizar en las sesiones con los mentees

Artículos, vídeos y otros recursos para ampliar conocimientos sobre el mentoring y el rol de mentor/a.

 

Toda la información y detalles del curso puedes obtenerlos en este dossier. DESCARGAR DOSSIER DEL CURSO

Puedes comenzar el curso cuando lo desees pues está abierto de forma permanente. Para ello puedes realizar tu inscripción a través de nuestra Boutique Online en este enlace.

El precio del curso son 150,00 euros por persona. Si eres una empresa u organización podemos enviarte una propuesta adaptada a tus necesidades para grupos mínimos de 8 personas.

Si deseas más información puedes contactar con nosotros en info@escueladementoring.com o a través de esta web.

Los que nos definimos como facilitadores del aprendizaje tenemos un norte que nos guía: hacer el aprendizaje significativo para las personas con las que trabajamos. Sólo así se permite la expansión del potencial y que éste se convierta en talento.

Hace ya más de 50 años, David Ausubel desarrollo la Teoría del Aprendizaje Significativo con el objetivo de conocer y explicar las condiciones y propiedades que hacen que el aprendizaje provoque cambios cognitivos estables y duraderos en el tiempo, que permitan a la persona dotar de sentido y significado, individual y social, a los nuevos conocimientos adquiridos.

En todo proceso de aprendizaje se produce el encuentro de dos mundos: el mundo de los conocimientos, creencias, valores, contextos que trae el aprendiz y el mundo de los nuevos conocimientos, creencias, valores y contextos nuevos a los que se enfrenta o se ve expuesto. En ese encuentro, y tal y como señalo Piaget, caben tres posibilidades:

  • Asimilación, mantenerse aferrado a los conocimientos e ideas previos
  • Acomodación, adoptar acríticamente los nuevos conocimientos sin ningún proceso de reflexión y adaptación previos
  • Adaptación Inteligente o equilibrio entre los esquemas previos y los nuevos, realizando una reflexión y reestructuración del conocimiento para responder óptimamente a las necesidades internas y externas.

La adaptación inteligente de Piaget es el aprendizaje significativo, un conocimiento emergente, más rico, evolucionado , que es fruto de la fusión de lo que el aprendiz trae y de lo nuevo que ha adquirido. Cuando el aprendizaje es significativo no sólo se aprende sino que se sientan las bases para aprender mejor en el futuro. El verdadero aprendizaje no es la sustitución de unos conocimientos por otros, sino la conexión de conocimientos que construyen nuevo conocimiento.

El aprendizaje significativo es aquel que provoca un cambio duradero, porque supone un aprendizaje importante en la vida de quién lo adquiere, es decir, es un aprendizaje útil para él, le aporta un beneficio claro y medible, es aplicable de forma concreta en su vida, tiene un efecto a largo plazo en el tiempo, y le supone un cambio que implica una mejora en su vida. Va mucho más allá de adquirir nuevos conocimientos, de realizar dinámicas y prácticas divertidas, estoy hablando de un aprendizaje relevante y con impacto resonante en el tiempo.

El aprendizaje significativo cambia la forma de pensar, de sentir y de actuar. Cambia el comportamiento y por tanto los resultados. Además fomenta y desarrolla el auto aprendizaje. El aprendizaje significativo es una experiencia cognitiva y emocional. La integración constructiva de pensar, hacer y sentir constituye el eje fundamental del engrandecimiento humano.

Para que se produzca aprendizaje significativo han de darse dos condiciones fundamentales:

– Actitud abierta del aprendiz para aprender de manera significativa. Así como una actitud crítica que le impulsé a analizar desde distintas perspectivas los contenidos que se le presentan, a valorarlos y contemplarlos  desde diferentes puntos de vista, y a trabajar activamente para atribuirles significados y no limitarse simplemente a adquirirlos.

Habilidad de facilitador del aprendizaje para hacerlo potencialmente significativo. Esto requiere que los contenidos y prácticas utilizados estén relacionados y sean relevantes para el que aprende. Y además, que el facilitador ayude a conectar los nuevos conocimientos con los que ya posee el alumno, para lo cual será necesario indagar y conectar con sus motivaciones, intereses y necesidades.

Cono del aprendizaje de Edgar Dole

Cono del aprendizaje de Edgar Dole

¿Qué estrategias podemos utilizar como facilitadores para propiciar un aprendizaje significativo?

1.- Promover la apertura del aprendiz hacia el aprendizaje.

Nuestro primer contacto con las personas que vienen a aprender debe facilitar su apertura, para ello jugar con las emociones positivas de la sorpresa, la alegría y el interés son una apuesta segura. Hace unos días impartí una charla sobre «Coaching y Talento» a alumnos de primero de carera de Ingeniería Industrial. En sus pupitres les esperaba un globo de distintos colores que en seguida despertó su interés, que mantuve pidiéndoles que no lo inflarán porque se perderían la sorpresa final.

El simple hecho de encontrarse con algo que no es habitual en sus clases, con colores vivos que despiertan el entusiasmo, y generar una expectativa sorpresa futura, ya hace que se despierte su interés y con ello una mayor apertura.

Las dinámicas de caldeamiento son una pieza fundamental para facilitar la apertura hacia el aprendizaje, permiten entrar en calor, crear un clima de apertura, generar emociones positivas que expanden el aprendizaje. El caldeamiento es una técnica dirigida a centrar al grupo en la tarea de aprender, cohesionarlo y facilitar que emerge el aprendizaje favoreciendo la creatividad, desinhibición y espontaneidad.

2.- Cuestionar el estatus quo del conocimiento

El facilitador debe promover el cuestionamiento, lanzando preguntas que pongan a prueba sus propias teorías y conocimientos, fomentando el espíritu crítico y la reflexión, para evitar el aprendizaje automático o asimilación de conocimientos.

Enseñar de forma condicional, abriendo paso a la duda para generar debate y creación de nuevo conocimiento. Extrapolando las ideas a otros contextos para ver si se sostienen o como deben ser reelaboradas.

El facilitador debe fomentar la rebeldía académica con su propio ejemplo, no seguir patrones sin más, incitar a que le rebatan y le cuestionen.  Retar a los alumnos y hacerlos salir de su zona de confort es otra de las estrategias para hacer el aprendizaje más significativo.

3.- Manejar la diversidad y variabilidad de estímulos

Para mantener la motivación, despertar continuamente el interés, evitar las distracciones es necesario que el facilitador presente los contenidos utilizando distintos tipos de estímulos, sistemas de aprendizaje, ritmos.

Utilizar colores, diferentes formatos de presentación, cambiar las ubicaciones en el aula, los ritmos de la voz, mover a los participantes, utilizar música, imágenes, videos, historias, juegos, competiciones, mapas mentales, construcción de figuras, etc.

La introducción adecuada de estímulos varios, que trabajen los distintos sistemas de representación (visual, kinestesico, auditivo) y los 4 estilos de aprendizaje según David Kolb (conceptual, experiencial, reflexivo y activo), genera momentos de sorpresa e interés que permiten recuperar la atención o evitar que esta se pierda.

4.- Hacer relevante el aprendizaje para el que aprende

Lo relevante es lo que conecta con nosotros, con nuestra vida, con lo que realmente nos importa, con lo que necesitamos. Esto es lo que recordamos con más facilidad, y por tanto, lo que nos resulta más fácil de aprender.

Para hacer relevante el aprendizaje tenemos que conectar los contenidos con la experiencia real e individual del aprendiz, con sus intereses y necesidades. Para ello es fundamental hacerle participe, permitirle que juegue con los conocimientos y contenidos, que los lleve a su terreno, que les busque posibilidades. Aquí la empatía y el arte de preguntar del facilitador son una pieza clave para poder entrar en el mundo del aprendiz, y luego plantear hipótesis, situaciones simuladas que puedan darse en su vida y ver como aplicaría en ellas los conocimientos adquiridos.

Estimular la creatividad del alumno para que establezca los vínculos entre la información que se presenta y su experiencia, también ayuda a hacer relevante el aprendizaje. Favoreciendo la observación de los detalles, impulsando el descubrimiento de aspectos ocultos o poco frecuentes, potenciando la búsqueda de las diferencias, las lagunas, las incoherencias, las excepciones.

5.- Elevar el nivel de consciencia a través del feedback

Experimentar los conocimientos de forma activa a través del rol playing o de la escenificación guiada por el facilitador, permitiendo al que participa activamente observarse y realizar un autofeedback para elevar su nivel de consciencia. Completar este proceso con el feedback del resto de los participantes observadores para ampliar las perspectivas y el nivel de consciencia sobre zonas oscuras y desconocidas.

Los que observan también aprenden de la experiencia del que actúa, realizando una transferencia a su propias situaciones, haciendo relevante el aprendizaje. Viendo como actúan otros se exploran nuevas opciones de comportamiento y se pueden realizar comparaciones y evaluaciones con el propio comportamiento,  que dan lugar a la incorporación de mejoras, el reforzamiento de estrategias exitosas o la desactivación de conductas poco efectivas.

Toda dinámica de aprendizaje debe finalizar con un proceso de triple feedback: primero permitiendo el autofeedback del alumno, segundo propiciando el feedback del resto de los compañeros y por último cerrando con el feedback del facilitador para integrar y consolidar de forma consciente y óptima los aprendizajes.

Además de estos 5 pasos es fundamental para que el aprendizaje sea significativo que la formación a impartir tenga un objetivo claro de aprendizaje, y que se diseñe como un proceso en el que se van conectando gradualmente unos aprendizajes con otros, generandose enlaces conceptuales, y que no se trate por tanto de conceptos, conocimientos y prácticas aisladas entre si. La claridad en la meta de aprendizaje activa la motivación para aprender, y el diseño de la formación como un proceso en el que se avanza hacia la meta de aprendizaje contribuye a mantener dicha motivación y a integrar más el aprendizaje.

Sólo el aprendizaje significativo facilita el desarrollo del talento.

 

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring

Autora libro “Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional”. Ediciones Pirámide 2019

«Considera que tu identidad está en evolución y despréndete de las historias que ya no te sirven». Susan David

Agilidad emocional es soltar, pero soltar con consciencia, por elección, desapegarse de lo que nos impide fluir en la vida, acompañar la vida acompasándonos con ella, bailar con la vida. Soltar emociones, soltar pensamientos, soltar creencias, soltar relaciones, soltar para movernos con más flexibilidad y poder adaptarnos a las diferentes situaciones y retos que nos plantea nuestra existencia.

La vida líquida en la que nos hallamos inmersos, en la que todo lo que nos desagrada, no queremos o no nos gusta se cambia, se sustituye por otra cosa o se elimina nos hace creer, erróneamente, que haciéndolo progresamos, evolucionamos, maduramos o crecemos. Pero soltar no es cambiar, no es cambiar una emoción o pensamiento negativo por uno positivo, no es cambiar un trabajo por otro o una relación por otra. Soltar es elegir como responder en cada momento siendo conscientes de lo que esta pasando dentro y fuera de nosotros, de cuál es nuestro propósito, nuestra meta y los valores que nos guían. Soltar es gestionar y eso requiere inteligencia, trabajo, esfuerzo y voluntad.

Para soltar hace falta claridad, perspectiva y objetividad, no dejarnos llevar por el maremagnum de sensaciones, emociones y pensamientos, que se arremolinan dentro de nosotros en cada situación del día a día. No podemos gestionar adecuadamente nuestras reacciones cuando negamos la realidad, obviamos parte de la misma o la distorsionamos, o cuando convertimos en un hecho cierto y real lo que es producto de nuestra interpretación (o incluso imaginación) derivada de creencias, necesidades, deseos, estados emocionales, etc.

Vivimos encadenados a respuestas automáticas ante diferentes situaciones que nos ocurren: miradas de reproche cuando lo que escuchamos no nos gusta; descalificaciones sobre otros porque nos sentimos amenazados por su éxito, su competencia, su protagonismo, sus logros; excusas para justificar nuestros incumplimientos o para evitar comprometernos; aceptar ideas sin cuestionar para formar parte de la tribu, etc. Todas estas reacciones son respuestas automáticas a necesidades insatisfechas de las que no somos conscientes y es, precisamente, la falta de consciencia sobre nuestras verdaderas necesidades las que nos encadena a una vida de inercia, sin sentido, sin control, sin satisfacción.

La agilidad emocional es la capacidad de crear un espacio entre el estímulo y la respuesta, entre pensamiento y acción, entre el detonador que activa nuestra respuesta inconsciente y la elección de nuestra conducta en base a nuestra necesidad consciente y la demanda del entorno. Es crear un espacio entre el instante en que una persona cuestiona nuestra idea y la elaboración de una respuesta asertiva. Ese espacio se abre con una pregunta ¿que es lo que realmente está ocurriendo en mi y fuera de mi? ¿cómo puedo gestionarlo adecuadamente? ¿que respuesta me haría quedar satisfecho de forma duradera? Estas preguntas nos permiten ver con claridad, que es lo que realmente está pasando en la situación, y no reaccionar a ella solo como yo la estoy viviendo emocionalmente. Consciencia, autoconocimiento y empatía son la alianza perfecta para crear ese espacio donde brote la agilidad emocional.

Evitar las emociones desagradables, como la tristeza, el miedo, el enfado o el asco, pretender no tenerlas, no vivirlas o sustituirlas rápidamente nos impide descubrir su origen, su causa, qué las ocasiona. Detrás de todas ellas hay necesidades insatisfechas, valores personales no realizados y aspiraciones postergadas. Las emociones nos informan de lo que nos está pasando: la tristeza surge ante la pérdida de algo que valoramos, el enfado es una reacción a la transgresión de un límite o valor personal, el miedo es la respuesta a la amenaza sobre algo que es importante en nuestra vida, el asco la imposibilidad de tragar con una situación. Al desatendernos emocionalmente impedimos nuestro aprendizaje, nuestra capacidad de superarnos, nos volvemos frágiles. Por eso, en momentos en los que la vida nos golpea más fuerte nos venimos abajo, porque hemos perdido día a día la oportunidad de fortalecernos a través de una gestión emocional consciente y sincera. En otras ocasiones reaccionamos de manera desproporcionada a la situación o nos enfermamos.

Para evitar todo ello hoy quiero compartir contigo los 5 pasos que puedes comenzar a practicar para lograr la agilidad emocional en tu día a día:

1.- Tomar posesión: Todo comienza con una sensación y nuestra respuesta ante ella debe ser siempre una pregunta ¿Qué me está pasando? ¿Qué emoción estoy sintiendo? ¿Es tristeza, es vergüenza, es culpa, es frustración…? Una vez que la identifico (que ya te digo lleva su tiempo, a veces pueden ser hasta días) lo que sigue es apropiarme de ella, en el sentido de que es mía, no me la ha generado nadie, no es responsabilidad de nada ni de nadie. Lo estoy sintiendo yo, me está pasando a mi y me está pasando por algo que hay dentro de mi, que necesito descubrir y que ha sido activado por una situación externa, pero la situación no es la responsable. Otras preguntas que pueden ayudar son: ¿Qué ha ocurrido para que me sienta así?  ¿Que me está diciendo esto que siento? Si siento tristeza puedo preguntarme ¿qué he perdido? si tengo miedo ¿en que me siento amenazado? ¿Qué necesidad no está siendo satisfecha? Por ejemplo, la tristeza suele informarnos de la falta de amor, la ira de la falta de respeto.

Tomar posesión tiene que ver con aceptar lo que realmente está pasando, no huir de ello, no negarlo, no taparlo, no pretender escapar buscando un sucedáneo que me permita experimentar una situación placentera. Cuando tomo posesión, me hago cargo de mis emociones y de las necesidades que las generan, y al hacerme cargo no solo me apodero sino que me empodero, adquiero poder, me fortalezco. Lo que no aceptamos nos debilita, nos quita poder y ese vació de poder suele ser aprovechado por otros para manipularnos, dirigirnos o embaucarnos.

2.-Desapegarse: No soy mis emociones, no soy culpable, ni vergonzoso, ni frustrado, ni miedoso. Simplemente me estoy sintiendo así pero puedo aprender a canalizar esos sentimientos de una forma más beneficiosa para mi. Desapegarse es soltar, es mirar a la emoción desde la distancia, sabiendo que está en mi pero que no soy yo, que no me posee ella a mi sino yo a ella. Esa es la gran diferencia, lo que me posee me domina, me arrastra y me hace reaccionar; lo que poseo, lo gestiono, lo dirijo y respondo a ello como he decidido conscientemente. Tú decides si quieres ser espectador o protagonista de tu vida.

Para desapegarse hay distintas estrategias: escribir, entablar un diálogo con uno mismo pero como si fueramos otra persona, conversar con alguien que nos ayude a ver con más perspectiva y objetividad. Utilizar técnicas como las tres posiciones perceptivas, la herramienta resolución de conflictos internos, la técnica asociado/disociado, el reencuadre afortunadamente, el mindfulness. Si quieres conocerlas deja un comentario en mi blog y te envió alguna de ellas. Para desapegarnos es también importante ser empáticos con nosotros mismos, tratarnos con compasión, ver la intención positiva detrás de nuestros comportamientos.

Se trata de tomar distancia entre el pensador y el pensamiento, el que siente y el sentimiento para ampliar nuestra visión y nuestra percepción y ver donde antes no veíamos. Como dice la Dra. Susan David, se trata de tener «metavisión» una visión desde arriba, periférica, ampliada, distanciada y desapegada, sobre nosotros, sobre los demás y sobre las situaciones.

3.-Conectarse al propósito: antes de reaccionar, de actuar, de decidir, crea otro espacio para la conexión con tu propósito. Una sencilla pregunta día tras día cambia el curso de tu vida ¿este impulso, este deseo, esto que voy a hacer, esta decisión me acerca o me aleja de mi propósito vital? ¿en que medida me acerca o me aleja? ¿como contribuye a realizarlo a hacerlo realidad?

Sobre el propósito ya he hablado mucho en este blog, es el motor de la vida, es el para que de nuestra existencia, la causa de nuestra energía, de nuestra felicidad, el pilar de una vida con sentido. Si todo lo que hacemos está conectado con nuestro propósito nos sentiremos plenos, realizados y felices. La clave es tener claro el propósito y hacerse las preguntas anteriores.

El secreto de la existencia humana no sólo está en vivir, sino también en saber para que vivir. Fiódor Dostoievski.

Si todavía no has descubierto y conectado con tu propósito vital puedes escribirme y te ayudaré a hacerlo a través de un proceso de coaching/mentoring. Puedes comenzar por indagar sobre tus valores, tus referentes, tus sueños, entre ellos habita el propósito.

La pérdida de vitalidad, energía, ilusión, esperanza, motivación, sentido realmente es una desconexión de nuestra vida con nuestro propósito, es una sucesión de decisiones y acciones desconectadas de él, que con el paso del tiempo nos van alejando más y más hasta perderlo de vista en el horizonte.

4.-Vivenciar nuestro propósito: De poco sirve estar conectado con él si no lo hago realidad y eso solo se logra cuando actúo conforme a él. Ni la felicidad, ni la vida se construye con sueños, deseos o intenciones, para ello hacen falta acciones, estas son las que definen lo que somos. 

Nuestra estancia en este mundo está llena de encrucijadas en las que tenemos que elegir diferentes caminos, unos nos hacen vivir en nuestro propósito y otros nos alejan de él. Vivir en nuestros valores, en nuestro propósito es un compromiso que asumimos con nosotros, cuando lo cumplimos aumenta nuestra confianza y nuestra credibilidad, cuando lo desatendemos se quiebra y con ella la posibilidad de ser felices. Cada acción que llevamos a cabo es a la vez una oportunidad y una muestra de cuánto creemos en nosotros, cuánto nos queremos y cuán comprometidos estamos con nosotros mismos, con nuestro propósito. Revisa cada día tus acciones para comprobar, sin engañarte, sin disculpas, culpables o excusas, en qué media vivencian tu propósito. Aprende, mejora, prioriza y se creativo. Estate atento a todo lo que te distrae del camino, convierte tu entorno en un aliado y acepta la pérdida asociada al camino no elegido. Cada elección implica una renuncia y hay que aprender a lidiar con el dolor de la pérdida.

5.-Bailar con la vida: Tómate la vida como una escuela de baile, siempre puede aparecer alguien que te enseña a bailar de forma diferente, te descubre un nuevo paso o crea una nueva coreografía. Aunque hayas escuchado la misma canción más de 100 veces nunca la vas a sentir igual y nunca la vas a bailar igual. Cuando sientas que dominas el tango siempre podrás hacer algo más para mejorarlo, para darle otro toque o descubrir que otras personas o en otro lugar lo bailan de forma diferente.

La vida es igual, siempre nos está mostrando, nos está poniendo a prueba y nos está enseñando. Si contemplamos a cada persona o a cada situación, que nos produce una emoción, como un mensajero de la vida, ese alguien o algo que nos viene a mostrar un aprendizaje, que nos pone ante un reto que va a hacer emerger de nosotros una parte no explorada, dormida, o acallada que necesitaba expresarse, nunca dejarás de bailar y de fluir con la vida.

El baile requiere práctica, práctica y más práctica, la agilidad emocional también. Entrena de forma consciente estos 5 pasos todos los días. En las escuelas de baile siempre ensayas y ejecutas frente a un espejo, un evaluador implacable. En la vida el espejo eres tu (también puedes pedir feedback) así que evalúa todos los días tus resultados para introducir mejoras y afianzar los logros hasta convertirlos en un hábito de vida. La agilidad emocional es un hábito. 

Si quieres saber más sobre Agilidad Emocional te recomiendo la lectura del libro de la Dra. Susan David, también puedes escucharla en esta entrevista.

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring

Autora libro “Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional”. Ediciones Pirámide 2019

La Revista Diffusion Sport recomienda mi nuevo libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional» en su sección Podium Biblioteca de Octubre 2020 con una mágnifica reseña que comparto en este blog.

Mº Luis de Miguel publica Mentoring en Ediciones PirámideMª Luisa de Miguel es una experimentada profesional del mentoring, una metodología destinada a desarrollar el máximo potencial de las personas. En este libro publicado por Pirámide, la autora nos invita a traspasar fronteras con el objetivo de optimizar las relaciones humanas y generar conversaciones que fomenten la inspiración, la creatividad y, en definitiva, el crecimiento personal. 

Tras introducirnos en esta disciplina, Mª Luisa de Miguel pasa a ofrecernos una hoja de ruta que permite al lector avanzar en el aprendizaje. Todo ello con el propósito de escalar etapas que posibiliten la construcción de relaciones y el fomento de conversaciones que propicien la transformación. Se trata de convertir el potencial en talento para alcanzar los objetivos que cada cual se plantea a nivel personal o profesional.

Una apuesta para profesionales ambiciosos

No es un título de autoayuda ni un libro de fácil asimilación, pues requiere alta concentración y disciplina para mantener la fidelidad a la metodología que propone la autora. Es, por tanto, una apuesta para profesionales ambiciosos, exigentes consigo mismos y deseosos del crecimiento constante y de superar desafíos encadenados.

El mentoring está irrumpiendo con fuerza en todos los ámbitos: empresarial, educación, administración pública, emprendimiento, ONGs, descubre cómo puede beneficiarte personalmente y a tu organización.

El libro está disponible a la venta en Amazon ;  Ediciones Pirámide;  Google Books ;El Corte Ingles; Casa del Libro;FNAC

El libro ha sido presentado en Bilbao, Lima-Peru, Gijón (Asturias) y en diversos medios como Radio Nacional de España , Capital RadioRevista Mujer Emprendedora,  Programa radio Lunes InspiradoresPeriódico El ComercioRadio Toledo,  Radio la Xarxa Barcelona.Intereconomía,   También ha sido recomendado en diversos medios de comunicación como La Razón, Diario Tarragona, Equipos &Talento, Canal Ceo, Revista Siglo XXI, además de haber participado en el Encuentro de Escritores celebrado con motivo del día de Sant Jordi en Cataluña.

Dentro de las actividades que, desde el año 2017, venimos desarrollando en el Programa #RescatadoresDeTalento de la Fundación Princesa de Girona, en el 2018 dinamizamos dos Encuentros entre los jóvenes y mentores del programa en Sevilla y Bilbao coincidiendo con las Jornadas de Proclamación de los Premios de la Fundación.

En las jornadas participaron más de 30 personas entre jóvenes y mentores y se desarrollaron en torno al lema“Imagina tu futuro con todo tu talento” dinamizadas por nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel

Los participantes trabajaron simultáneamente en 4 mesas temáticas diferentes pasando por 4 fases de trabajo en cada una de ellas

  • Mesa 1: El talento 4.0 en la era de la digitalización
  • Mesa 2: La visibilidad del talento: Marca Personal
  • Mesa 3:Modelos de negocio del talento 
  • Mesa 4: Educación y formación

FASE 1.- Tormenta ideas para generar el sueño en base al área temática asignada a su mesa 

FASE 2.- Focalizar el sueño:Los participantes debatieron sobre las ideas recogidas buscando un nexo común entre ellas y ordenándolas en base a 4-5 familias de temas que serían los nexos comunes. A partir de aquí buscaron un resumen del sueño para cada familia colocándolo en el centro del panel de los sueños y rodeándolo con un sueño que los englobe todos para trabajar en la siguiente fase.

FASE 3.- Qué puede aportar mi talento a la construcción del sueño: En esta fase cada persona del grupo se presenta con su nombre, a que se dedican y que les gusta hacer, para que pueda servirnos de base para explorar el talento (Conocimientos, experiencias, habilidades, contactos, hobbies) que cada uno puede aportar para realizar el sueño común. Con todo ello construyeron el Mapa del Talento  

FASE 4.- Propuestas Provocadoras: Comparando el Mapa del Sueño con el Mapa del Talento, los participantes generaron  propuestas provocadoras (acciones) a llevar a cabo individualmente y en cooperación con otros miembros del grupo u otras personas que conozcan para hacer realidad el sueño construyendo el panel EL ARBOL DEL SUEÑO: en el que en el tronco se pondría el sueño, en las ramas los talentos identificados, y de las ramas saldrían hojas, frutos y flores que serían las propuestas provocadoras asociadas a cada talento.

Cada participante incluyó en su rama su talento y una propuesta provocadora a llevar a cabo con el mismo para lograr el sueño del grupo. Esa propuesta se pondría en una hoja saliendo de la rama. Los demás aportan, añaden y completan cada propuesta con su talento y se incluirían en hojas, flores o frutos anexos.  

Para finalizar, a partir del dibujo del Arbol del Sueño y en base a toda la experiencia vivida durante la dinámica, cada grupo llevó a cabo una reflexión para realizar una pequeña presentación al resto de participantes de su propuesta, donde expliquen su sueño, el talento que aportan y lo que van a hacer.  Cada grupo presentó al resto sus propuestas y se realizó entre todos una votación para elegir la mejor propuesta. 

Los resultados del encuentro, que se celebró en la Universidad de Sevilla después del ACTO DE PROCLAMACIÓN DEL PREMIO FUNDACIÓN PRINCESA DE GIRONA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA 2018, puedes verlo en esta galería de fotos y en el vídeo resumen que te acompañamos a continuación.

Talento, creatividad y mucha motivación fueron los ingredientes de este encuentro de jóvenes y mentores de «Rescatadores de talento» celebrado en Febrero 2018 en Sevilla. En el que durante 2 horas todos trabajaron siguiendo la metodología de la indagación apreciativa, que impulsa el cambio, incrementa las fortalezas y la convierte en hábitos logrando promover el crecimiento y la motivación.

El 2 de Noviembre comenzamos la formación del equipo de mentores del Colegio de Ingenieros Industriales de la Comunidad Valenciana (IICV). Durante 2 meses los participantes, ingenieros industriales de amplia experiencia y trayectoria pertenecientes al IICV, serán acompañados en su formación y aprendizaje por nuestra mentora profesional acreditada Ana Sanjuan para conocer las claves del mentoring, la estructura de un proceso y una sesión de mentoring, las 7 dimensiones del rol de mentor y las habilidades asociadas a cada una de ellas para construir una relación de mentoring que sea una fuente de aprendizaje y desarrollo para sus mentees.

El IICV está poniendo en marcha un Programa de Mentoring para el desarrollo profesional de sus colegiados y como paso previo al inicio del mismo ha encargado la formación de su equipo de mentores a la Escuela de Mentoring. La formación se desarrollará íntegramente en el formato online y virtual, siguiendo el esquema de nuestro curso de iniciación al mentoring, adaptado a las necesidades del IICV.

El curso tiene una duración total de 45 horas a desarrollar en 2 meses, contando con diferentes contenidos y actividades: contenidos scorm y pdf, cuestionarios de autoevaluación, actividades prácticas con feedback personalizado, tutorías vía chat, recursos en vídeo, artículos y herramientas, foro de debate y dos sesiones virtuales de mentoring grupal siguiendo la metodología Integral Generative Mentoring, propiedad de la Escuela de Mentoring.

El curso cuenta con 5 módulos de contenidos, que a continuación detallamos, dentro de los cuales se incluyen diferentes actividades prácticas, herramientas y recursos:

MODULO I: ¿Qué es el mentoring?

– Definición de mentoring
– Palabras claves en el mentoring: aprendizaje, experiencia, orientación..
– Que no es mentoring
– Beneficios del mentoring

MODULO II: La relación de mentoring

– Bases de la relación de mentoring
– Factores de éxito y fracaso
– Aportaciones del mentor y del mentee

MODULO III: El rol del mentor y sus 7 dimensiones y habilidades básicas.

MODULO IV: Un recorrido por el proceso de mentoring, diferentes fases y actividades.

MODULO V: Un esquema para las sesiones de mentoring

Tras la finalización del curso los participantes estarán en condiciones de comenzar sus procesos de mentoring con los mentees asignados por el IICV.

Estamos encantados de poder acompañar a este grupo de nuevos mentores y seguir contribuyendo a la implantación del mentoring en diferentes ámbitos y organizaciones.

«Si el cambio se te resiste pónselo fácil».

Desaprender, aprender algo nuevo, dejar un mal hábito, adquirir otro más saludable, iniciar nuevos comportamientos, dar el primer paso para lograr algo, son retos a los que nos enfrentamos continuamente. Sin ir más lejos, en este año todo el planeta se ha visto forzado a dejar de hacer lo que diariamente realizaba (ir al trabajo, salir a tomar algo con los amigos, visitar a un familiar..) y comenzar, sin tiempo para habituarse, a desarrollar nuevas conductas (estar en casa sin poder salir, realizar las tareas escolares con los niños, teletrabajar, vivir con mascarilla…).

Hay miles de recetas para el cambio, casi todas ellas relacionadas con los aspectos internos: los pensamientos, las emociones, actitudes que impulsan los comportamientos adecuados para lograrlo, otras muchas con haz esto o lo otro. Sin embargo, muchas veces se desatienden el poder del contexto en el que interactuamos como fuerza impulsora y frenadora del cambio. Una adecuada intervención sobre el contexto puede facilitar los cambios de forma relevante, la clave en muchas ocasiones está en ponérnoslo fácil, en diseñar el entorno en forma tal que se convierta en una alianza para el cambio.

En esto consiste la contextología: es posible modificar el comportamiento mediante cambios conscientes en el contexto, que actuarán como disparadores inconscientes en la dirección deseada. En la sabiduría popular vendría a encajar con el refrán “quien evita la tentación evita el peligro”. Si estas a dieta será más fácil que no te la saltes si quedas a dar un paseo que si quedas en una cafetería. Si quieres adelgazar confecciona una lista de alimentos prohibidos y llévala cuando vayas al supermercado para no comprarlos, lo cual reducirá las posibilidades de ingerirlos en casa. Si limitamos la exposición a los factores que generan una determinada conducta que queremos cambiar, limitamos la probabilidad de que dicha conducta se produzca. Cada contexto da lugar a respuestas automáticas e inconscientes, reacciones en lugar de elecciones. Cambiar el contexto o modificarlo es otra forma de cambiar los patrones de respuesta automática.

Te pongo en situación, imagina que te has propuesto trabajar sin interrupciones durante 3 horas seguidas en un proyecto que te requiere mucha concentración. Ahora haz un escáner de tu entorno: lugar o lugares donde vas a llevarlo a cabo, costumbres, rutinas, comportamientos más habituales que se dan, personas que interactúan en él, objetos, etc. Contémplalos desde otra mirada, como aliados o enemigos de tu propósito de cambio, ¿qué o quienes lo pueden favorecer o dificultar? Y comienza a mover las fichas de tu ajedrez del cambio para ubicarlas en el lugar del tablero más idóneo para ganar la partida. En el ejemplo de trabajar sin interrupciones, se trataría de silenciar el móvil, llevarlo a otra habitación, desactivar notificaciones en el ordenador si requiere trabajar con él, no abrir la aplicación de gestión de correo electrónico, irte a un lugar donde puedas estar solo, poner en la puerta un cartel de no interrumpir con el intervalo de tiempo que necesitas, por apuntar algunas posibilidades.

Ahora que ya has realizado un calentamiento previo en contextología, vamos a avanzar más en el entrenamiento. Se trata de tener presentes 9 factores situacionales que influyen en nuestro comportamiento para identificarlos en el contexto e intervenir para modificarlos de forma que favorezcan el cambio deseado:

1.- Fuentes de información: qué leo, qué observo o qué y a quién escucho, en definitiva ¿quienes son mis mensajeros?: ¿son diversos?, ¿están contrastados? ¿son fiables? ¿con qué frecuencia? ¿en qué dosis? ¿es suficiente, insuficiente o excesivo? ¿Cómo influyen en mis pensamientos, ideas, perspectivas, ampliación de opciones, decisiones? ¿ su influencia es negativa o positivamente? ¿me amplían o me constriñen?

Si revisar facebook todos los días te genera emociones negativas y esto te impide ver con claridad cuando se te presentan situaciones dificultosas, o te genera sesgos a la hora de analizarlas, elimina de todos tus soportes la app y reduciras las probabilidades de exposición a informaciones que no te benefician. Si quieres incorporar a tu vida más actividades artísticas, suscríbete a paginas web con dichas actividades, establece la rutina de mirarlas una vez a la semana, vete a encuentros o lugares donde haya personas que tengan esas mismas aficiones, comienza a tener conversaciones con personas que hablen de temas artísticos.

2.- Incentivos: identifica que estímulos activan en ti la respuesta automática que quieres generar o la que quieres dejar atrás. Analiza tu entorno para ver cuáles de esos estímulos se encuentran en él para eliminar o evitar los que no te favorezcan y potenciar los que sí, así como añadir aquellos otros que activen la conducta deseada.

Por ejemplo, si quieres concentrar en unas horas determinadas del día la lectura y respuesta del correo electrónico para trabajar sin interrupciones y ser más efectivo, y cada vez que te salta la notificación de entrada de un correo te lanzas a abrirlo sin pensar, desactivar las notificaciones es un primer paso para hacerte más fácil lograr tu objetivo.

3.- Círculos de influencia: Emilé Durkheim señalo, hace ya más de un siglo, que una gran parte de nuestro aprendizaje (más del 50%) es adquirido de forma inconsciente por observación. Además, tenemos una tendencia a imitar, consciente o inconscientemente, el comportamiento de otros con los que nos queremos identificar, que influyen en nosotros, etc., para encajar, para ser parte de un grupo, para sentirnos aceptados, vinculados. Las experiencias compartidas nos hacen alinear comportamientos con otros, las emociones se contagian.

En base a todo ello, cuando te propongas desarrollar una nueva habilidad, adquirir una nueva competencia, dejar un hábito, adquirir otro, cambiar algo en tu vida, abandona, toma distancia o reduce los contactos con los grupos, situaciones o personas que no estén alineados con tu cambio y comienza a crear un círculo de personas que sean una influencia positiva en favor de dicho cambio. En este círculo pon especial atención a las personas que te puedan servir de modelo, de referencia pues su ejemplo es una fuente de inspiración importante para el cambio.

4.-Cambiar las opciones: Muchas de las conductas que realizamos son por defecto, es decir, porque creemos que no tenemos otra opción, porque no se nos ha ocurrido pensar en ellas e incorporarlas. Es habitual que en las empresas las personas se quejen de que sus jefes/as les envíen correos fuera del horario laboral y que sus jefes les digan que simplemente lo hace de forma automática, pero que no significa que los tenga que leer o contestar en fuera de su horario. Sin embargo, parece que a nadie se le ha ocurrido usar la función de programar envíos de correos. De esta forma, si yo tengo el impulso de enviar un correo a uno de mis colaboradores porque se me ha ocurrido algo o he recordado algo a las 20:00 de la tarde puedo hacerlo, pero en lugar de enviarlo automáticamente puedo programar su envío para las 8:30 de la mañana del día siguiente. Esta simple opción terminaría como muchas de las quejas, reclamos, resentimientos, etc. en el día a día del trabajo.

5.-Estimulación energética: Existen numerosas llaves energéticas a nuestra disposición, estímulos ambientales que nos predisponen y nos facilitan la entrada en estados energéticos positivos (apertura, calma, serenidad, alegría…) que favorecen el cambio. La música, la luz natural, la naturaleza, el silencio, determinados olores, determinadas imágenes o colores, la brisa, el aire, lugares. Cada uno de ellos puede ayudarnos a entrar en el estado que más favorece la adopción de la conducta a realizar o la tarea a desarrollar. Rodearnos de ellos, introducirlos en nuestro contexto, identificarlos en otros y acudir a ellos,  nos ayuda a prepararnos adecuadamente para el cambio.

6.- Asociaciones emocionales: muchas veces nos colocamos en situaciones/contextos que asociamos a consecuencias positivas, sin haber experimentado realmente lo que nos producen y decidir sobre ellos en base a la realidad. Por ejemplo, una persona asocia el tener un puesto directivo en una multinacional a una mayor felicidad porque ganará más y con ello podrá tener más cosas y hacer más cosas, tendrá más oportunidades de desarrollo de carrera, de experiencias profesionales, estará más reconocido y, en base a todo ello, toma la decisión de acceder al puesto,  lo logra y se mantiene en él por 20 años sin realmente experimentar felicidad, porque sigue asociando el puesto a la misma sin realmente pararse a ver lo que está sintiendo realmente en el día a día. Esta asociación mental, que atribuye unas emociones a una situación, me impide cambiar de trabajo a pesar de llevar ya mucho tiempo en él sin realmente experimentar felicidad. Puede ocurrir a la inversa, que no valoro una opción o rechazo una oportunidad porque asocio a la misma unas consecuencias, sensaciones, efectos negativos, que no son reales sino que están en mi mente. En estos casos es importante experimentar en el contexto real de forma consciente para contrastar esas asociaciones con la realidad.

7.-Guardianes del compromiso: Esta es una de las estrategias que siempre he usado en mi vida, que trabajo mucho en las formaciones con los participantes y que he utilizado con clientes de procesos de coaching. El compromiso mientras está en nuestro interior, nuestra mente es en cierta forma implícito. Si lo exteriorizamos, por ejemplo escribiéndolo y, además, lo colocamos en un lugar visible para verlo todos los días o establecemos algún sistema de recordatorio visual o auditivo, el compromiso se refuerza doblemente. Si, adicionalmente, lo verbalizamos compartiéndolo con otra persona, añadimos otra capa extra de refuerzo, que puede ser más consistente según como sea la relación con esa persona, especialmente, si es alguien cuya opinión nos importa y valoramos mucho. Si queremos ir aún más allá podemos establecer con esa persona el acuerdo de que nos recuerde nuestro compromiso en un momento dado o en determinados intervalos de tiempo. Todas estas estrategias ayudan a ser más conscientes de nuestros compromisos y tenerlos más presentes, pero también los fijan en el inconsciente y hacemos que trabaje a nuestra favor sin esfuerzo. Asimismo, a las personas nos gusta ser consecuentes con nuestras promesas públicas, cumplir con ellas nos produce orgullo y genera confianza en nosotros mismos y en los demás.

8.- El abogado/a del diablo: si realmente estas comprometido con el cambio búscate un buen abogado/a del diablo, que te confronte, que te cuestione, que te haga ver con objetividad, que te recuerde tus compromisos, que te haga consciente de tus acciones y resultados, que te impida caer en la complacencia, en la justificación y excusas del no cambio: la culpa es de los otros, del entorno, la situación, la circunstancias (el contexto). En definitiva que revele todos tus puntos ciegos. En cualquier contexto podrás encontrar un buen abogado/a del diablo, muchas veces creo que parte del trabajo de un coach y un mentor consiste precisamente en ello.

Otra habilidad fundamental para la contextología es la creatividad, sobre todo a la hora de examinar las circunstancias del lugar y el momento y encontrar la manera de rediseñar, reinterpretar, reconceptualizar la situación para hacerla más atractiva y favorable para el cambio.

En su libro «Un pequeño empujón» Richard Thaler y Cass Sunstein señalan que el cambio en el comportamiento no solo requiere un cambio cognitivo, un cambio en la forma de ver o pensar o en el establecimiento de un compromiso, sino que pequeñas modificaciones en el contexto en el que se debe producir el cambio suponen a veces el empujón clave que éste necesita. Si quieres comportarte o que otros se comporten en una determinada forma, pónselo fácil y si quieres no hacer algo póntelo difícil.

Si necesitas ese pequeño empujón para el cambio en la Escuela de Mentoring te podemos ayudar a través de nuestra red internacional de mentores y mentoras profesionales acreditados que te pueden acompañar.

 

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring

Autora del libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional»

“Cuando creemos que conocemos todas las respuestas, llega la vida y nos cambia las preguntas”

Con la velocidad a la que va el mundo, los cambios que se suceden, el exceso de información, y la hiperestimulación a la que estamos sometidos, es fácil perder el foco, y después el norte, y de ahí el sentido, y a veces hasta la existencia. Nuestro equilibrio vital está en peligro constante y,  probablemente, aunque todavía no lo hayamos sentido o no nos hayamos dado cuenta, sea nuestro bien más preciado en la vida.

Sin el equilibrio no podemos lograr la equanimidad, esa «rara avis» tan huidiza, misteriosa, insólita, inalcalzable, que nos abre las puertas a la impecabilidad personal, la sabiduría, la claridad mental, y la plenitud. Lo contrario nos conduce a, lo que Jaume Soler y Mercé Conangla ha denominado la epidemia del siglo XXI «El cansancio moral», un vacío existencial y una pérdida de sentido, que bloquea y anula nuestras más preciadas capacidades humanas.

La ecuanimidad es una energía serena, una armonía inquieta, un equilibrio fluctuante, y una sabiduría preguntona. La ecuanimidad es un estado que se experimenta dentro y que trasciende fuera, un estado de estabilidad emocional y mental que no se ve perturbado por los acontecimientos externos, y que nos permite mantener el ánimo ante la adversidad, o no perder la perspectiva ante el éxito. Es nuestra guía para responder de forma proporcionada y adecuada a cada situación, y para elegir y emplear unos medios justos para lograr nuestros fines. Es el faro que nos hace mantener nuestra mente firme y clara cuando azotan las tormentas emocionales, que no deja que nuestro barco sea arrastrado por los cantos de sirenas, ni por afiladas rocas que quieren socavar nuestra confianza, nuestra seguridad, y nuestra estima.

Lograr la equanimidad y la sabiduría para conducirnos en la vida exige mantener a menudo tres conversaciones, llenas de preguntas, de silencios y de respuestas. Conversaciones en las que nos preguntamos, y no nos presionamos para obtener la respuesta, dejamos que cada pregunta viaje por los rincones de nuestra mente hasta que encuentre su sitio. Le dejamos espacio practicando el silencio, la meditación, la relajación y la desconexión, y agradecemos con júbilo que de repente, sin avisar aparezca ante nuestro ojos con una claridad aplastante.

1. Conversaciones con la vida.  ¿Alguna vez te has parado a conversar con la vida? ¿Con tu existencia? 

Preguntas acerca de ¿quién soy verdaderamente? ¿quién se esconde detrás de la mascará? ¿estoy siendo lo que quiero en este momento? ¿me gusta mi vida?  ¿hacia donde camino? ¿tiene sentido lo que hago?  ¿Dónde están mis límites? ¿me siento vivo?

Si no me hago estas preguntas con cierta frecuencia, es probable que la vida me las haga sin avisar. Es probable que un día me levante y la vida me de un zarpazo, o un golpe para despertar, y entonces vendrá preguntas irrelevantes como ¿y por que a mi?  no entiendo lo que me ha pasado ¿por qué si estaba todo tan bien? ¿que hago yo aquí? ¿cómo he llegado a esta situación?

Si no te haces buenas preguntas la calidad de tu vida será baja, irrelevante, e insignificante, y lo peor de todo, es que seguramente hará ya mucho tiempo que no es ya tu vida. Fernando Savater en su libro «Las Preguntas de la Vida» nos da pistas de por donde empezar a preguntar, y que preguntas hacernos cada cierto tiempo para conversar con la vida.

Te invito a que hoy mismo, antes de irte a dormir, te tomes un tiempo para ti, te relajes respirando con profundidad, te aísles del ruido, y en la quietud y soledad del silencio escribas en un papel al menos 5 preguntas que le quieres formular a tu vida. Preguntas profundas, trascendentes, que antes no te hayas hecho, o que hace mucho tiempo dejástes de hacerte. Déjalas que habiten tu mente, que viajen por ella y que se instalen en lugares recónditos de tu inconsciente para encontrar las respuestas. Cuando despiertes vuelve a leerlas y anota tus respuestas, a lo mejor no llegan en ese momento, tu sigue preguntándotelas a lo largo de la semana y deja que te sorprendan.

Hace unos días he estado varios días en La Coruña, un lugar al que todos los años suelo ir a conversar con la vida, porque hace ya más de 6 años allí me hice y obtuve la respuesta a una de esas grandes preguntas de la vida, y sigue siendo mi talisman para los momentos en que necesito conversar de forma serena y profunda con mi vida.

«La vida nos hace preguntas» Steven Hayes

2. Conversaciones con nosotros mismos. La relación mas bonita y duradera que vas a tener es contigo mismo, así que cuídala, invierte tiempo en ella, reserva momentos para la conversación contigo, prepara tus citas con mimo, vete a tu encuentro.

Dale un lugar a la empatía y la comprensión en las conversaciones que tengas contigo, dales su tiempo, su espacio, mirate con aprecio.

Reserva un momento al día para conversar contigo y preguntarte ¿Cómo estas? ¿Qu´ sientes? ¿Qué ha pasado hoy, cómo me ha influido, qué significado tiene para mi? ¿He sido la persona que quiero? ¿Me he acercado o me he alejado de mis metas? ¿He vivido hoy de acuerdo a mis valores?  ¿Qué me dice mi cuerpo? ¿Cómo estoy de satisfecho?

Y no converses desde el reproche, la culpa, el miedo, el resentimiento, ábrete a la posibilidad, la esperanza, el descubrimiento, el aprendizaje, el aprecio. Conversa para emprender de nuevo al día siguiente, de una forma más ecológica, más serena, más apreciativa, más sabia, más equanime, y más alineada con tus metas y valores.

«Cada día es una nueva oportunidad para volver a empezar a ser quienes queremos ser. «

3. Conversaciones con los demás. Probablemente la vida sea el resultado de las conversaciones que tenemos y de las que no tenemos.

Con cada conversación estamos generando conexiones humanas y cerebrales, cuanto más interesantes, diversas y estimulantes sean nuestras conversaciones más variadas, activas, y significativas serán nuestras estructuras cerebrales, nuestras relaciones y nuestra vida.

Para tener conversaciones de calidad con los demás, conversaciones elevadas, profundas, con sentido, inteligentes, es necesario tener buenas conversaciones con la vida y con uno mismo. Una de mis frases favoritas es que «nadie puede dar lo que no tiene», si no tienes buenas conversaciones contigo, una buena relación contigo, difícilmente podrás tener buenas conversaciones con los demás. Comienza por cultivarte a ti mismo para poder cultivar buenas relaciones, buenos encuentros y buenas conversaciones.

Hace mucho tiempo que he decidido no tener conversaciones superfluas, superficiales, intrascendentes, negativas, victimistas, cotillas…. En definitiva, que no quiero en mi vida conversaciones improductivas y vacías. Y esto significa cambiar tanto la forma en que planteo mis conversaciones con los demás, como elegir el tipo de personas con las que mantengo conversaciones. No me quiero ir, ni quiero que nadie se vaya igual que llego tras una conversación juntos. Si como dice Humberto Maturana, la calidad de nuestra vida depende de la calidad de las conversaciones que tenemos, nos estamos jugando demasiado en cada conversación como para perder nuestro tiempo y nuestra vida en las que no merecen la pena y no aportan nada.

Te propongo un ejercicio de ecología relacional y emocional, haz un mapa mental con las personas con las que a menudo mantienes conversaciones, clasificándolas según entornos en los que interactuas, y describiendo el tipo de conversaciones que tienes con ellas, que te aportan, que les aportas, como de alineadas están con tus valores y metas. Fíjate especialmente en aquellas conversaciones que son repetitivas y recurrentes sin añadir nada nuevo, en las conversaciones negativas, en las que te generan malestar, en las que están desequilibradas, en las que no te resuenan, en las que no te aportan, y a partir de aquí, decide con cuales te quedas y con cuales no.

Conversar nos conecta, y nos eleva, por esta razón me dedico al mentoring porque me permite mantener en mi día a día estos tres tipos de conversaciones, y crecer y ayudar a crecer a otros mientras lo hago.

«La verdad caduca, si te dejas de hacer preguntas, tendrás una vida con fecha de caducidad»

Si quieres empezar a hacerte las preguntas adecuadas para vivir una vida plena la Escuela de Mentoring pone a tu disposición una red internacional de mentores y mentoras profesionales acreditados que te pueden acompañar.

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring

Autora del libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional»