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Comenzamos la 2º Edición del Programa de Mentoring Deusto Alumni con la Universidad de Deusto, con el objetivo de impulsar la carrera profesional de sus estudiantes y recién licenciados que conforman la red Deusto Alumni.
Desde Enero 2021 hasta Junio 2021 estaremos acompañando, con diversas actividades, a los mentores y mentees de esta 2º edición del programa. Este año las actividades serán virtuales, debido a la situación sanitaria actual pero contamos igualmente con un grupo de 30 entusiastas mentores y mentees para participar activamente en en ella.
La Universidad de Deusto lleva años apostando por el mentoring para el desarrollo de carrera, y este nuevo programa supone otro nuevo impulso para mejorar el acompañamiento de quienes se inician en el mundo laboral.
En esta 2º edición ampliamos actividades y trabajaremos sesiones formativas con los mentees, los antiguos mentores y los nuevos mentores.
-Enero 2021: Formación mentees: Diferencias del mentoring con otras metodologías de desarrollo talento. El rol del mentee, aportaciones y preparación para recibir mentoring: autoconocimiento, formulación de objetivos con encaje, toma de decisiones estratégica, gestión del tiempo.
-Enero 2021: Formación inicial nuevos mentores: ¿Qué es el mentoring?, Las 7 dimensiones del rol de mentor y sus principales habilidades
-Enero 2021: Formación inicial antiguos mentores: Comunicación afectiva y efectiva en el mentoring.
-Abril 2021: Supervisión procesos de mentoring: Catalizar el cambio
-Junio 2021: Clausura del Programa.
Durante todo el programa estaremos acompañaremos a los nuevos y antiguos mentores para apoyarlos en el desempeño de su rol, así como a la coordinación interna del programa.
Deusto Mentoring Alumni es una relación voluntaria que exige compromiso, donde hay un proceso constructivo entre Mentor/a y mentee, buscando la optimización de su aprendizaje, la confianza y el desarrollo máximo de su potencial humano. La figura del mentor y la mentora, con amplia trayectoria profesional, es clave en el acompañamiento a personas que están comenzando su carrera profesional, de ahí la necesidad de entrenarlos en las habilidades de la inteligencia relacional y conversacional, que forman parte del rol de mentor.
Si quieres conocer más sobre el mentoring en Deusto Alumni no te pierdas los videos grabados durante la edición anterior.
Allá por los años 70 la segunda ola del feminismo acuño el grito de guerra «lo personal es político» para reivindicar que la vida personal de las mujeres tenía que estar en el debate político, porque muchas de sus situaciones y experiencias requerían toma de conciencia pública y decisiones políticas para generar los cambios sociales oportunos en pos de una verdadera igualdad de oportunidades. Ya por entonces reclamaban que lo personal debe ser examinado para proporcionar una comprensión de lo político, porque las elecciones personales revelan o reflejan una política personal y las personas toman decisiones que sean consistentes con su política personal. Desconocer una supone no avanzar en la otra. Cambiaron las reglas.
Yo hoy quiero reivindicar que «lo personal es profesional» y lo hago porque durante estos últimos 7 años, formando como mentores a muchos directivos y directivas de grandes organizaciones, me he encontrado con un sentir común, una respuesta habitual a la hora de enfrentar las conversaciones de mentoring: cada vez que hay que entrar en el terreno de las emociones, de la vivencia personal, del mundo interno de la persona, de sus valores, sus creencias, se escudan en que eso es psicológico o que es inmiscuirse en lo personal, cuando es el propio mentee/cliente el que los saca a la luz y lo comparte en la conversación. A muchos les resulta incómodo (he supervisado más de 500 sesiones de mentoring en los últimos 2 años) salir del nivel informativo, racional, argumentativo e intelectual de la conversación y entrar en un plano más emocional y trascendente. De hecho se aprecia como lo esquivan, lo rehuyen y lo evitan. He escuchado como para trabajar la empatía en el mentee se recomendaba ver una charla tedx sobre la empatía y ahí se quedaba todo. He escuchado como ante un problema personal o un conflicto interno expresado por el mentee/cliente, que le bloqueaba y le impedía avanzar hacia su objetivo, se cambiaba de tema por parte del mentor/a, como si no hubiera existido. He visto invalidar emociones, desoír necesidades y preocupaciones bajo una impecable disertación argumentativa.
Cuando les aportamos feedback al respecto y le señalamos los momentos de la conversación en los todo esto ocurre, una respuesta muy común es decir «no somos psicólogos» como si escuchar, interesarse, empatizar y ayudar a canalizar una experiencia personal que bloquea fuera trabajo exclusivo de los psicólogos. Cuando en las formaciones llegamos al momento de trabajar lo que está en las profundidades del ser humano (valores, creencias, significados personales, vivencias, visiones, emociones), pero trabajarlas empatizando y entrando en el mundo del otro a través de la escucha y la pregunta y no contando nuestra vida, nuestras experiencias o dando nuestras opiniones, consejos y recetas, la respuesta es la misma «no somos psicólogos». Mi respuesta suele ser ¿a cuántas formaciones sobre motivación o inteligencia emocional habéis asistido? La contestación es que suelen contar con varias, algunas de famosas y prestigiosas escuelas y universidades. ¿A cuántos os interesa trabajar la motivación con vuestros equipos? La respuesta es rotunda: a todos ¿Y, la motivación y la inteligencia emocional no son psicología? Porque hasta donde yo se todos los conceptos y teorías que manejan provienen del mundo de la psicología, por mucho barniz management que le quieran dar. A parte que no se que mundo oscuro, tenebroso e impenetrable creen algunos que hay detrás de la psicología.
Llegados a este punto me gustaría hacer varias precisiones de lo que significa para mi dar cabida a lo personal en las conversaciones:
1º.- Cuando hablo de lo personal hablo de la vivencia personal e interna de la persona, la que es únicamente suya. Vivencia en la que muchas veces se entremezclan cosas de su vida pública, profesional, social y de la privada.
2º.- Cuando hablo de dar cabida a lo personal en las conversaciones (lease, sesiones de mentoring, reuniones de desarrollo del talento, conversaciones lider-colaborador, me refiero exactamente a darles un espacio para que se produzcan, para que la persona se desahogue y se sienta escuchada en profundidad, a darles la posibilidad de expresarlo, compartirlo, repensarlo, reenfocarlo y tomar una decisión al respecto, lo que no significa trabajarlo o solucionarlo si no le corresponde al que escucha, por carecer de competencia para ello o no corresponder a su rol o función.
Por ejemplo, supongamos una conversación entre un lider y su colaborador para trabajar sus objetivos para el próximo año y evaluar la evolución hasta ese momento, en la que el colaborador comparte que se siente muy agobiado últimamente con el trabajo y el líder pregunta que le pasa exactamente. El colaborador contesta que no se concentra, que tiene la cabeza en mil cosas, que le falta tiempo para llegar a todo. A partir de aquí el diálogo puede derivar en una receta para organizarse mejor, recomendarle hacer mindfulness u otras sugerencias o bien seguir explorando con él de donde proviene la fuente de su malestar y situación. De esa exploración puede surgir que está teniendo problemas con su pareja. Obviamente no es función de un líder solucionar los problemas de pareja de sus colaboradores pero si escuchar como se sienten con ello, cómo les afecta al trabajo y ayudarles a encontrar soluciones para sobrellevar mejor la situación en el trabajo, comprender que en dicha situación quizás no sea el mejor momento para que esa persona fije objetivos ambiciosos o que la evaluación de su desempeño puede estar condicionada por su situación emocional. También el lider puede trabajar a nivel emocional con su colaborador, si tiene competencias para ello, sin necesidad de entrar en detalles de lo que pasa en la relación de pareja, porque no se trata de trabajar ahí, eso corresponde a otros, pero si se puede trabajar con lo que le pasa a la persona y cómo lo puede gestionar de forma efectiva. Y tampoco sería descabellado compartir con el colaborador la opción de acudir a un profesional competente en la materia para que le ayude en ello.
En definitiva estoy hablando de conversar para trabajar la autorregulación y gestión emocional, que implica un desahogo emocional y una reestructuración cognitiva de la experiencia. Para ello podemos hacer uso de lo que Steven Pinker denomina «psicología intuitiva» una facultad cognitiva que utilizamos para comprender a las personas, como funciona su mente y como este funcionamiento explica su conducta. Complementándola con amplias dosis de conocimiento riguroso sobre el funcionamiento de los procesos internos de las personas y reflexión sobre la experiencia.
3º.- Ante cualquier situación, hecho, experiencia o acontecimiento las personas generamos una doble visión: la visión de lo que ocurre en el mundo externo y la visión de como lo vivo en mi mundo interno. Ambas visiones se entrelazan porque mi visión la realidad exterior condiciona como me siento y como me siento influye en como veo el mundo. Respondemos a las situaciones y actuamos en la vida en base a como veo el mundo, más que en base a como es realmente o lo que pasa en él realmente.
Si cuándo alguien me relata una situación, un problema o una experiencia me quedo solo en preguntar por lo que pasa, por los hechos, los detalles, y no pregunto ¿y como te sientes respecto a ello? anulo la visión interior de la experiencia, la vivencia interna y personal, mucho más ligada a lo emocional. Anulando esa visión lastro la percepción, el pensamiento, la decisión, el aprendizaje y el desarrollo porque la descripción de la experiencia no es completa y si no es completa no será completo tampoco el aprendizaje de la misma ni las decisiones que tome con respecto a ellas.
4º.- Por supuesto, para entrar en el mundo personal de otro él nos tiene que invitar a hacerlo. Muchas veces la invitación es sutil, a través de expresiones que están revelando un compartir algo más personal, más genuino, más propio. Como nos recuerda Carl Rogers, «en un mensaje no importante puedo escuchar un grito humano profundo, un «grito silencioso» que está oculto, desconocido, por debajo de la superficie de la persona».De ahí la importancia de escuchar más allá de las palabras. Aun siendo invitados a entrar debemos estar siempre pendientes desde hasta donde podemos hacerlo porque la persona quiera, esté preparada para ello o necesite, y siendo muy conscientes y responsables de hasta donde también nosotros podemos aportar y hasta donde nos corresponde. El norte es siempre el bienestar del otro.
5º.- Acompañar, guiar, desarrollar y ayudar es canalizar una serie de recursos para que la persona encuentre una solución a sus problemas, a sus situaciones, a sus conflictos, a todo aquello que está bloqueando su desarrollo, su avance, el logro de sus metas, su felicidad o su realización personal. Entre los recursos que se canalizan están los propios recursos internos de la persona, lo cual requiere trabajar con ellos, ayudarle a que sea consciente de ellos, los active, los potencie y los use. Cuando trabajamos con alguien en su rol profesional (emprendedor/a, directivo/a, empresario/a, líder, responsable de logística, etc.), estamos trabajando por encima de todo con la persona que hace posible el ejercicio de ese rol profesional. Por tanto, más que expertos en liderazgo, talento, comunicación, etc., necesitamos expertos en personas, expertos en trabajar con lo humano: los procesos de pensamiento, las emociones, las creencias, los valores, los procesos motivacionales, los procesos de cambio, los propósitos, las fortalezas y debilidades…
Tanto hablar de gestión de personas, en lugar de gestión de recursos humanos, para luego olvidarnos de que «lo personal es profesional» y que si no integramos la vivencia personal, las emociones, los mundos internos de las personas en las conversaciones organizacionales estamos incurriendo en una incoherencia y deshumanización organizacional. A menudo se nos olvida que a las organizaciones las mueven las personas, no los roles profesionales que desempeñan dentro de ellas. Los CEO no dirigen organizaciones dirigen grupos de personas, dirigen creencias, emociones, valores, visiones personales y posicionamientos personales. Existe la política organizacional porque existe la política personal. La política organizacional es un sistema de principios para orientar la toma de decisiones y lograr resultados. Si la política organizacional no está alineada con las políticas personales de los empleados se generaran resistencias, no habrá compromiso, no se lograrán objetivos, se producirán conductas no deseadas y se comprometerá la reputación de la empresa. Sin calidad personal no puede haber calidad organizacional.
Para fichar a alguien, mejor fijarse primero en la persona. La profesión puede aprenderse. La calidad personal hay que traerla ya aprendida. Luis Bassat
Un reflejo de esta relegación de lo personal a un segundo plano la tenemos en la política. Como muy bien explica Vicenç Villatoro, en el epílogo al último libro de Luis Bassat, en la política la personalidad del candidato/a, del presidente/a, los aspectos privados de su carácter o de su biografía son relevantes, porque quien dirige un país no es un programa, una idea o un proyecto político, es una persona con su egos, sus veleidades, sus problemas personales, sus rasgos de personalidad, sus valores y su pasado. Y además, no solo nos dirige como ciudadanos, sino que nos representa. La verdad no quisiera yo que me dirigiera o representará alguien que ha sido infiel a su pareja, porque si ha sido capaz de engañar y traicionar la confianza de quien tiene más cerca, de quien ha elegido compartir su vida, que no será capaz de hacer con quienes no conoce. Tampoco quisiera que me representará alguien para quien la función de una mujer es ser su florero decorativo, que las trata con menosprecio y hace alarde de su machismo. Todo esto deriva en que si lo personal no es profesional y no es político terminamos dejandonos dirigir, liderar y convencer por excelentes comunicadores, líderes, políticos con grandes habilidades profesionales pero dudosas calidades personales. La tragedia social está servida, de hecho la estamos contemplando día a día, no solo en política, sino en el deporte, la cultura, el mundo de la empresa, etc.
A veces pienso que la robotización, la digitalización, la virtualización y, su predecesora, la mecanización lo que esconden es un miedo atroz a relacionarnos persona a persona, emoción a emoción, tú a tú. Mucho más fácil tratar con máquinas que no sienten, no piensan, no tienen conflictos internos, no tiene ideas propias. En el mundo de la tan defendida «gestión de personas» seguimos reprimiendo, oprimiendo, aprisionando e invisibilizando lo verdaderamente humano, lo personal. Doble deshumanización de la vida y de las organizaciones que está acabando con el bienestar de las personas. Lo que más les llama la atención y más valoran todas las personas que han participado como mentees en los más de 50 programas de mentoring organizacional es que las conversaciones con sus mentores han dado espacio para trabajar lo personal. De las cuatro dimensiones que se trabajan en el mentoring (emocional, intelectual, social y ejecutiva), el 80% de los mentees demandan trabajar más la emocional. Los mentores consideran por su parte que la que más necesitan trabajar sus mentees es la emocional en un 70%. Necesitamos más humanidad en las organizaciones, más compartir social de las emociones, más espacio para lo personal y más interacción social como vehículo para aprender de la experiencia y desarrollarnos como personas.
«Solo quien es humanamente grande hace grandes a los que le rodean.» Regina Knaster .
Añado que solo quien es humanamente grande puede humanizar las relaciones, las organizaciones y la sociedad de un país.
Autora: Mª Luisa de Miguel
Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring
Autora: «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional»
Incubadora de Talento para la Diversidad y la Inclusión es una iniciativa innovadora promovida por la Fundación Prevent para facilitar el encuentro entre talento con discapacidad y empresas inclusivas y comprometidas con la diversidad.
Su objetivo es facilitar la contratación de personas con discapacidad y formación superior, así como ofrecer a jóvenes su primera oportunidad de acceso al mercado laboral, a través de la realización de sus prácticas curriculares o de un contrato en prácticas.
A través de actividades experienciales y de entrenamiento en desarrollo profesional y personal, jóvenes con discapacidad con formación superior o universitaria y profesionales de las empresas participantes tienen la oportunidad de conocerse, trabajar conjuntamente, aprender y convertir los lugares de trabajo en entornos más inclusivos y diversos.
El programa consta de dos grandes bloques de actividades:
1.- Acciones Brújula, formación en mentoring dirigida a los sherpas o mentores, que son las personas pertenecientes a las diferentes organizaciones comprometidas con el proyecto que acogeran en prácticas a los jóvenes con discapacidad y se encargarán de guiarlos en sus lugares de trabajo.
2.- Acciones Expedición, formación dirigida a los sherpees o mentees, que son los jóvenes con discapacidad con formación superior o universitaria que realizarán prácticas laborales o curriculares dentro de las empresas de acogida que participan en el programa.
El programa formativo de sherpas y sherpees ha sido diseñado y será ejecutado por la Escuela de Mentoring en colaboración con la Fundación Prevent con un total de 30 horas para los mentores y 50 horas para los jóvenes.
Con los sherpas mentores se trabajarán los siguientes contenidos:
– Acercamiento a la discapacidad desde la metodología INTEGRAL GENERATIVE MENTORING
-El rol del sherpa y sus competencias clave: Escucha reflexiva global y profunda, Formulación de preguntas provocadoras y generativas, Formulación de objetivos y metas auto-concordantes, Despertar la motivación
-Cómo construir una relación de mentoring con engagement y desarrollar un proceso de mentoring efectivo.
-Trabajar con el sherpee: Motivación, Proactividad, Reto, Empowerment, Resistencias y bloqueos para el cambio.
Todos los mentores participantes en el programa además de la formación inicial sobre las claves de mentoring y el rol del mentor recibirán sesiones de supervisión de los procesos de mentoring que lleven a cabo con sus sherpees. Se incidirá con ello en el refuerzo del capital psicológico del sherpee: autoeficacia, optimismo, esperanza, resiliencia y bienestar emocional
Con los jóvenes trabajaremos 4 bloques temáticos:
-Autoconocimiento, descubrimiento e indagación apreciativa del talento: identificación del núcleo positivo y construcción del mapa del talento
-La estrella polar de mi empleabilidad. Construyendo mi marca como profesional. Plan de Acción para hacer visible el talento en el mercado
-Plan de Empleabilidad. Puesta en Marcha. Los 100 primeros días en el trabajo una experiencia de aprendizaje y crecimiento personal y profesional.
-El Test del Mercado: presentación del plan de acción y mi primer reto laboral ante el equipo de la Escuela de Mentoring y los mentores del programa, que les aportaremos feedback y resolveremos sus primeras inquietudes antes de comenzar sus prácticas en las empresas.
En la formación se contemplan trabajos prácticos por parte de las personas participantes que serán guiadas y supervisadas por el equipo docente de la Escuela de Mentoring.
Todavía estas a tiempo de inscribirte para participar en el programa, comenzamos en Febrero 2021. Apúntate.
Para los jóvenes TALENTEANDO es el puente que te conecta con las empresas más inclusivas de nuestro país. Durante 4 meses, compartirás esta experiencia con otros jóvenes y con las empresas en las que realizareis vuestras primeras prácticas laborales. Recibirás formación, acompañamiento continuo y trabajaréis juntos en un reto social compartido. El resultado más importante de este recorrido es tu acceso a la empresa a través de la realización de tus prácticas curriculares o de un contrato en prácticas. Información e inscripciones en este enlace.
Para las empresas TALENTEANDO es el lugar donde encontrar el capital humano con discapacidad que necesitas, fomentar tus valores corporativos y fidelizar a los profesionales que ya tienes a través de un programa estructurado, experiencial y con un impacto real y medible en las personas participantes y en tu organización.
Información e inscripciones en este enlace.
Te esperamos para comenzar la expedición.
Esta semana ha caído en mis manos una infografía, sobre las diferencias entre coaching y mentoring, elaborada por una de las empresas españolas que cotizan en el IBEX-35. No voy a entrar en este post sobre dichas diferencias porque después de muchos años contestando a esta pregunta en diferentes conferencias publique un artículo al respecto que puede leerse aquí.
Lo que hoy me gustaría abordar es la necesidad de estar actualizados en torno a conceptos, teorías, metodologías en el área de RRHH, gestión de personas o desarrollo de talento. En estos ámbitos también es necesario innovar, adaptarse, actualizarse y realizar vigilancia intelectual. No podemos gestionar el talento del siglo XXI con enfoques del siglo XIX.
La anacronía es un error que resulta de situar a una persona o cosa en un período de tiempo que no se corresponde con el que le es propio. Para mi manejar un concepto de mentoring o trabajar esta metodología en las organizaciones con enfoques no ajustados a los tiempos actuales es una anacronía.
Quiero comenzar relacionando los 7 puntos con los que la citada infografía define el mentoring para luego explicar porque este enfoque pertenece más a ideas del pasado basadas en la jerarquía, el control o el tutelaje, lejanas al famoso empowerment, learnability, autodominio, aprendizaje autodirigido, de los que tanto se habla actualmente.
En primer lugar, el mentoring no se focaliza en la tarea sino en el objetivo. El mentoring no es táctico es estratégico, fomenta el pensamiento y el aprendizaje estratégico. Un proceso de mentoring gira en torno a un objetivo a lograr por el mentee dentro de su desarrollo profesional en la organización. Además poco sentido tendría que el mentoring se enfocara en la tarea cuando realmente en eso consiste el día a día del desempeño laboral y la función del supervisor/a o manager del mentee.
En segundo lugar, el mentoring no es un modelado en el sentido de indicarle a una persona el modelo a seguir y hacer encajar en dicho modelo. Más bien todo lo contrario, el mentoring ayuda a la persona a encontrar su propio modelo de rol profesional, su propio modelo de aprendizaje, su propio camino. Si es verdad que el mentor es un modelo de comportamientos pero no acrítico, en el sentido de imitación o reproducción por su mentee, sino crítico lo que supone que el comportamiento del mentor está sometido a feedback del mentee, a cuestionamiento, reflexión, comparación. El mentor es un referente, es decir, una referencia posible a tomar en cuenta, pero no a imitar, ni la única, ni por entero o en todo.
Creo que el nuevo anuncio ONE del Banco Santander con Rafa Nadal define muy bien el rol de un mentor como la persona que te ayuda a encontrar tu esencia única, ponerla al servicio de tu desarrollo personal y profesional y aportar con ello valor a tu organización.
«Tú eres único, protege lo que te hace diferente».
Eso es lo que hacemos los mentores ayudar a descubrir lo que hace diferente y única a cada persona, protegerlo y enseñarles a que lo protejan, lo cuiden, lo cultiven, lo muestre, lo aporten y contribuyan con ello a aportar valor.
En tercer lugar, las referencias a maestro y discípulo son de otra época sin lugar a dudas. La relación de mentoring no es jerárquica es democrática, de persona a persona, de igual a igual, diferentes conocimientos y experiencias si pero no en términos de más o menos, mejor o peor, sino simplemente diferentes. Y esta es la riqueza del mentoring, el diálogo entre las diferencias para co-crear, co-aprender, regenerar el conocimiento. Es una relación de adulto a adulto porque estas son las únicas relaciones en las que se puede crecer y desarrollarse.
En cuarto lugar, no solo el mentor cuenta con experiencia y conocimientos, el mentee también los tiene, diferentes pero los tiene y de ahí que ambos puedan aprender y nutrirse mutuamente en el proceso. Además, el mentoring no es solo aprendizaje de la experiencia del mentor, sino también de la propia experiencia del mentee. De hecho el 80% del proceso debe girar en torno a las experiencias concretas del mentee durante el mismo para reflexionar sobre ellas y aprender a aprender de la experiencia. En esto es en lo que consiste la learnability en un diálogo metacognitivo de la experiencia y ese diálogo lo facilita el mentor.
En quinto lugar, el mentoring es mucho más que transmitir consejos y recomendaciones. Transmitir no implica aprendizaje y, además, para que el aprendizaje sea significativo y se consolide en la memoria a largo plazo, es importante que esté conectado con la persona y sus experiencias. En el mentoring se aprende mucho más con las preguntas del mentor que con sus consejos. Asimismo es un error creer que la experiencia del mentor solo puede ser utilizada para aconsejar porque la experiencia es un conocimiento muy útil para hacer buenas preguntas, si se combina con una escucha de calidad.
“Uno reconoce a las personas inteligentes por sus respuestas. A los sabios se les reconoce por sus preguntas.”Naguib Mahfuz
El rol de mentor tiene 7 dimensiones: acompañante, indagador, explorador y amplificador de opciones, informador-consejor-proveedor de recursos, impulsor, conector y modelo de comportamientos. Limitar la función de un mentor a transmitir conocimientos y recomendaciones es limitar el desarrollo neurocognitivo de su mentee.
Por último, si coincido en que el mentor busca desarrollar las capacidades de su mentee a través del diálogo y la observación, pero lo que no veo es como eso va a ser posible en un modelo de diálogo en el que el mentor es el maestro, el único que posee conocimientos y experiencias y transmitiendo consejos y recomendaciones. Yo esto lo veo más un monólogo, master class o discurso, que no niego pueda servir para transmitir conocimientos, pero dudo mucho que impacte en el desarrollo de capacidades y en el empowerment de una persona.
Como explico en mi libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional», el mentoring como práctica informal ha existido desde antiguo, el gran cambio se ha producido en el siglo XX, donde se ha formalizado como consecuencia de su implantación en el mundo de la empresa lo que ha dado lugar a que haya pasado de una práctica informal a una metodología de aprendizaje, cambio y desarrollo personal y organizacional. Lo que cito a continuación es reproducción de los contenido del apartado»Orígenes, historia y evolución del mentoring hasta nuestros días» del citado libro (Mª Luisa de Miguel. Ediciones Pirámide. 2019.
La evolución del mentoring ha estado influida por los cambios sociológicos ocurridos a lo largo de la historia. De una relación jerarquizada, más propia del contexto social existente hasta la Edad Media, se ha pasado a una relación más recíproca y colaborativa. En dicha relación, la figura del mentor, como hombre de edad y experto, va dando paso a la de una persona con más experiencia y madurez vital para guiar a otros en su desarrollo, sirviendo, además, como modelo para el aprendizaje de habilidades en diferentes áreas de práctica profesional.
El mentor ha dejado de ser el gurú experto y consejero para convertirse en un guía de aprendizaje, abandonándose la idea de maestro y aprendiz, que suponía que uno transmitía y el otro aprendía. En la actualidad, en una relación de mentoring ambas partes transmiten y aprenden. Asimismo, el mentoring ha pasado de ser una práctica espontánea, natural, voluntaria e informal, para convertirse en una práctica dotada de metodología, que no se deja al azar, sino que se promueve intencionalmente, por personas y organizaciones, con un objetivo determinado.
El paso de la era industrial a la era del conocimiento, con la irrupción de fenómenos como la globalización, la interconexión, la complejidad, la velocidad de los cambios, ha supuesto también que el mentoring esté menos centrado en el aprendizaje horizontal (adquisición de conocimientos y competencias), para centrarse más en el aprendizaje vertical (adquisición de nuevas formas de pensar y contemplar el mundo para aportar nuevas respuestas). En el siguiente cuadro puede verse la evolución histórica de la práctica del mentoring desde un modelo tradicional al modelo actual.
La historia del mentoring nos revela que, se trata de una práctica que trasciende a todas las épocas históricas, a todas las culturas y a todo los ámbitos de actuación social. Además, evoluciona para adaptarse a las nuevas demandas del entorno, los nuevos valores sociales imperantes, y las nuevas formas de relacionarse y comunicarse. Mi experiencia como miembro del Consejo Editorial de la International Review Coaching & Mentoring de la EMCC (European Mentoring & Coaching Council) corrobora la interculturalidad e interdisciplinariedad del mentoring, pues he tenido la oportunidad de revisar y evaluar números artículos y trabajos de investigación sobre la aplicación del mentoring en diversos ámbitos y países.
El mentoring desde sus orígenes hasta la actualidad describe una práctica consistente en el aprendizaje a través de otros. Su esencia, por tanto, no es la enseñanza en el sentido de instrucción o transmisión, sino en el aprendizaje basado en la interacción social entre personas diferentes que generan un diálogo que permite ampliar el pensamiento.
El mentoring es, ante todo, un modelo de aprendizaje. Su propia raíz etimológica “men” alude a la acción de pensar, en el sentido de reflexionar. No debemos olvidar que el aprendizaje se basa en una reflexión sobre la experiencia surgida de nuestro actuar diario. Reflexionar no deja de ser un diálogo de preguntas y respuestas para generar nuevos conocimientos que nos haga evolucionar como personas. Ese diálogo reflexivo se aprende de forma más efectiva a través de la conversación e interacción con otros más experimentados. El mentor es el facilitador de la reflexión necesaria sobre la experiencia para convertirla en aprendizaje.
En la actualidad, el concepto y la práctica del mentoring siguen conservando su esencia como forma de aprendizaje a través de la experiencia, tanto del mentor como del mentee. La evolución histórica ha servido para nutrir dicha práctica de diferentes conocimientos científicos y experienciales, convirtiéndola en una metodología para favorecer el aprendizaje, el cambio y el desarrollo del talento, tanto a nivel individual como organizacional.
Si el mentoring es el aprendizaje de la experiencia, la experiencia acumulada debe ayudarnos también a actualizar esta práctica a los diferentes contextos temporales y culturales. De hecho el mentoring es un modelo de aprendizaje contextual, de ahí que se haya mantenido vigente y efectivo a lo largo del tiempo.
Autora: Mª Luisa de Miguel
Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring
¿Llevas tiempo dándole vueltas a la idea de formarte como mentor? ¿Quieres mejorar tus procesos de mentoring actuales? ¿Eres una organización con una red de mentores y necesitas capacitarlos para ejercer su rol?
El mentoring es una de las metodologías más potentes para el desarrollo del talento, la mejora de la carrera profesional, la adaptación al cambio, la optimización del aprendizaje y el desarrollo de roles y habilidades, especialmente, la learnability y la agilidad mental.
Con el CURSO VIRTUAL PARA MENTORES desarrollaras los conocimientos y habilidades necesarios para desempeñar de forma efectiva el rol de mentor o mentora, bajo la metodología exclusiva INTEGRAL GENERATIVE MENTORING propiedad de la Escuela de Mentoring. Con este curso lograras la capacitación necesaria para desarrollar procesos de mentoring exitosos, aprenderás a construir desde cero una relación de confianza con tu mentee, a acompañarlo en su proceso de autoconocimiento y cambio, que le hará ganar la confianza y seguridad suficientes para enfrentar los retos personales y profesionales necesarios para el logro de sus objetivos.
Te presentamos un curso único creado por Mª Luisa de Miguel, Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring y creadora del Modelo INTEGRAL GENERATIVE MENTORING, que te permitirá ser un mentor o mentora excelente.

Mª Luisa de Miguel
Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring, consultora y speaker experta en liderazgo, estrategia, toma de decisiones, desarrollo del talento, gestión del cambio, mentoring, género y diversidad.
Escritora, autora entre otros del libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional» Ediciones Pirámide (Grupo Anaya) 2019.
Mentora Senior y Coach Ejecutivo certificada internacionalmente por la AICM (Asociación Internacional de Coaching y Mentoring) y EMCC (European Mentoring & Coaching Council). Miembro del Consejo Editorial de la Journal International Mentoring & Coaching Council de la EMCC. Premio Internacional en Mentoring 2015 por la EMCC. Premio Excelencia Educativa 2019.
Más de 60 programas de mentoring implementados en diferentes organizaciones a nivel internacional. Más de 6000 mentores y mentoras formados a lo largo de 22 años en todo el mundo. Más de 2500 horas en procesos de mentoring individual.
Durante el curso, que se desarrollará 100% en formato virtual y online a través del Aula Virtual de la Escuela de Mentoring, conocerás las claves de la metodología INTEGRAL GENERATIVE MENTORING y como aplicarlas a los procesos de mentoring, como crear relaciones de mentoring con engagement, como desarrollar sesiones y conversaciones de mentoring efectivas, como acompañar los procesos de cambio de tus mentees para que logren sus metas y sean felices y cuáles son las habilidades claves de un mentor para todo ello.
El formato y contenidos del curso están basados en la metodología microlearning y cuenta con:
– Vídeos y presentaciones de contenidos locutados por María Luisa de Miguel, directora ejecutiva de la Escuela Mentoring y creadora de la metodología Integral Generative Mentoring
– Infografías para afianzar los conceptos y las ideas de cada módulo
– Podcasts de la Red Internacional de mentores acreditados de la Escuela de Mentoring con consejos prácticos de cómo afrontar diferentes situaciones que se dan en los procesos.
– Actividades prácticas para entrenar las diferentes claves de la metodología, practicar técnicas y herramientas o desarrollar habilidades del rol de mentor basadas en ejemplos y situaciones reales que ayudan a comprender mejor la labor de un mentor o mentora.
– QUIZ-Cuestionarios para repasar la comprensión de los contenidos de cada unidad didáctica.
– Herramientas exclusivas a utilizar en las sesiones con los mentees
–Artículos, vídeos y otros recursos para ampliar conocimientos sobre el mentoring y el rol de mentor/a.
Toda la información y detalles del curso puedes obtenerlos en este dossier. DESCARGAR DOSSIER CURSO
Puedes comenzar el curso cuando lo desees pues está abierto de forma permanente. Para ello puedes realizar tu inscripción a través de nuestra Boutique Online en este enlace.
El precio del curso son 175,00 euros por persona. Si eres una empresa u organización podemos enviarte una propuesta adaptada a tus necesidades para grupos mínimos de 8 personas.
Si deseas más información puedes contactar con nosotros en info@escueladementoring.com o a través de esta web.
Dentro de las actividades que, desde el año 2017, venimos desarrollando en el Programa #RescatadoresDeTalento de la Fundación Princesa de Girona, en el 2018 dinamizamos dos Encuentros entre los jóvenes y mentores del programa en Sevilla y Bilbao coincidiendo con las Jornadas de Proclamación de los Premios de la Fundación.
En las jornadas participaron más de 30 personas entre jóvenes y mentores y se desarrollaron en torno al lema“Imagina tu futuro con todo tu talento” dinamizadas por nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel
Los participantes trabajaron simultáneamente en 4 mesas temáticas diferentes pasando por 4 fases de trabajo en cada una de ellas
- Mesa 1: El talento 4.0 en la era de la digitalización
- Mesa 2: La visibilidad del talento: Marca Personal
- Mesa 3:Modelos de negocio del talento
- Mesa 4: Educación y formación
FASE 1.- Tormenta ideas para generar el sueño en base al área temática asignada a su mesa
FASE 2.- Focalizar el sueño:Los participantes debatieron sobre las ideas recogidas buscando un nexo común entre ellas y ordenándolas en base a 4-5 familias de temas que serían los nexos comunes. A partir de aquí buscaron un resumen del sueño para cada familia colocándolo en el centro del panel de los sueños y rodeándolo con un sueño que los englobe todos para trabajar en la siguiente fase.
FASE 3.- Qué puede aportar mi talento a la construcción del sueño: En esta fase cada persona del grupo se presenta con su nombre, a que se dedican y que les gusta hacer, para que pueda servirnos de base para explorar el talento (Conocimientos, experiencias, habilidades, contactos, hobbies) que cada uno puede aportar para realizar el sueño común. Con todo ello construyeron el Mapa del Talento
FASE 4.- Propuestas Provocadoras: Comparando el Mapa del Sueño con el Mapa del Talento, los participantes generaron propuestas provocadoras (acciones) a llevar a cabo individualmente y en cooperación con otros miembros del grupo u otras personas que conozcan para hacer realidad el sueño construyendo el panel EL ARBOL DEL SUEÑO: en el que en el tronco se pondría el sueño, en las ramas los talentos identificados, y de las ramas saldrían hojas, frutos y flores que serían las propuestas provocadoras asociadas a cada talento.
Cada participante incluyó en su rama su talento y una propuesta provocadora a llevar a cabo con el mismo para lograr el sueño del grupo. Esa propuesta se pondría en una hoja saliendo de la rama. Los demás aportan, añaden y completan cada propuesta con su talento y se incluirían en hojas, flores o frutos anexos.
Para finalizar, a partir del dibujo del Arbol del Sueño y en base a toda la experiencia vivida durante la dinámica, cada grupo llevó a cabo una reflexión para realizar una pequeña presentación al resto de participantes de su propuesta, donde expliquen su sueño, el talento que aportan y lo que van a hacer. Cada grupo presentó al resto sus propuestas y se realizó entre todos una votación para elegir la mejor propuesta.
Los resultados del encuentro, que se celebró en la Universidad de Sevilla después del ACTO DE PROCLAMACIÓN DEL PREMIO FUNDACIÓN PRINCESA DE GIRONA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA 2018, puedes verlo en esta galería de fotos y en el vídeo resumen que te acompañamos a continuación.
Talento, creatividad y mucha motivación fueron los ingredientes de este encuentro de jóvenes y mentores de «Rescatadores de talento» celebrado en Febrero 2018 en Sevilla. En el que durante 2 horas todos trabajaron siguiendo la metodología de la indagación apreciativa, que impulsa el cambio, incrementa las fortalezas y la convierte en hábitos logrando promover el crecimiento y la motivación.
Es probable que por todo lo que estamos viviendo estes pasando momentos en los que mil preocupaciones se agolpan en tu cabeza, que se te ocurran mil cosas pero dudes cual elegir y cuales no, o que te sientas bloqueado y paralizado sin saber que hacer. No es época para complicarnos más la existencia, tenemos que simplificar y reservar energías porque todavía nos queda muchos retos a los que enfrentarnos.
Pensando en todo ello me viene a la mente un esquema muy sencillo que desde siempre ha guiado mi vida, especialmente, en momentos complicados o más caóticos. Porque es en los que suelo parar y estar especialmente atenta a las 5 preguntas básicas:
1.- ¿Qué necesito en este momento? Adquiere consciencia de ello a través de lo que te dicen tu cuerpo y tus emociones, son los dos grades emisarios de necesidades. Aquí procura distinguir si son necesidades de placer (más puntuales, perentorias y sin proyección a futuro) o de propósito (más profundas, permanentes y con proyección a futuro).
2.-¿Que se y podría hacer? Trabaja tu autoconocimiento para recordar o descubrir capacidades, fortalezas, habilidades. Si estas oxidado te invito a utilizar la herramienta de la entrevista apreciativa a través de una experiencia cumbre.
3.-¿Qué me permiten hacer las circunstancias? Dirige tu mirada al entorno, observa, pregunta, escucha, agudiza tu capacidad perceptiva, profundiza en la interpretación de todas las señales, estímulos, información, indicadores que se están moviendo a tu alrededor, analiza, reflexiona. Estamos ante un cambio de circunstancias sin parangón en la historia, las nuevas circunstancias nos limitan posibilidades pero también nos aportan otras muchas, ten en cuenta ambas perspectivas.
4.-¿Que es lo mejor que, en base a todo ello, puedo hacer en este momento? Usa toda la información extraída de las respuestas anteriores para hacer el mejor matching posible entre necesidades, capacidades y posibilidades.
5.-¿Qué voy a hacer, cuando y que espero lograr? Decide y actúa porque sino tus necesidades quedarán insatisfechas, y eso genera malestar emocional, tus capacidades se oxidarán, perderás oportunidades y todo ello estará frustrando tus metas y tu futuro. Un paso, una acción, la primera, la necesaria para poner en marcha la maquinaria, no te compliques, no quieras abarcar mucho, ni pensar en plazos alejados.
Esto es lo que yo llamo Inteligencia de Guerrilla, actuaciones simples para resultados inmediatos y tangibles, sin complicaciones, sin grandes hazañas. Realmente es un esquema de pensamiento básico que debería de regir nuestra vida y cada toma de decisiones, lo que ocurre es que resulta difícil parar y sentir que es lo que realmente necesito en estos momentos y, más aún, elegir entre todas las necesidades pues suelen ser varias e incompatibles: ¿cual es la más importante ahora? ¿cual es prioritaria?. Responder a estas preguntas requieres consciencia y decisión, porque habrá que elegir por satisfacer una necesidad en detrimento de otras. Creo que este paro obligatorio en la cotidianidad de nuestras vidas puede ser una buena ocasión para comenzar a practicar este esquema. Puedes plantearte hacerlo todos los días e incluso un par de veces al día, y si lo haces por escrito ejercitarás aún más la consciencia, la claridad mental, la focalización y concentración, y con todo ello pondrás a tu inconsciente a trabajar a tu favor y reforzaras tu voluntad y compromiso.
Otras veces el problema puede venir de no ver opciones, de no ver qué posibilidades tengo en el entorno para satisfacer mis necesidades. Aquí la clave es ampliar la mirada, la perspectiva, estimular la imaginación y la creatividad para ampliar las opciones.
Como dice Guy Claxton, en su libro Inteligencia Corporal, todas las personas son a cada instante un hervidero de necesidades, percepciones y posibilidades, la tarea de la inteligencia consiste en convertir ese totum revolutum en una respuesta adecuada a la pregunta ¿que es lo mejor que puedo hacer ahora? El futuro se construye en el presente.
Como consecuencia de la respuesta a la pregunta 5 es posible que te halles inmerso en el curso de acción elegido para satisfacer la necesidad identificada como prioritaria en este momento. Pero todos sabemos que la vida es un continuo fluir, un río de incesantes estímulos que despiertan nuevas necesidades y vuelta a empezar con la rueda de preguntas. Por muy firme y clara que haya sido tu decisión aparecerán nuevas oportunidades, nuevas necesidades que te pueden alejar de ella. Guy Claxton nos recuerda que todo el sistema de decisiones de una persona se reduce a un instante en el que se opta por mantener las prioridades establecidas o explorar nuevas oportunidades que acaban de surgir. La clave está en volver a conectar con nuestras necesidades, que no impulsos, para saber si lo más conveniente a ellas es mantener el curso de acción previamente elegido o abandonarlo para explorar otro mejor. Esto es más relevante aún cuando las necesidades que están satisfaciendo de forma continua son de placer en detrimento de las de propósito. El adecuado equilibro entre unas y otras es fundamental.
Si analizas tu vida desde esta perspectiva verás fácilmente si las elecciones han sido las adecuadas:
-¿inicias e inicias y reinicias, y retomas, y vuelves a iniciar actividades, proyectos, metas y no acabas ninguna? Quizás te has convertido sin saberlo en un cazador compulsivo/a de nuevas oportunidades o un eterno Indiana Jones del placer.
-¿sigues una y otra vez haciendo lo mismo, repitiendo las mismas situaciones, los mismos resultados y no te sientes satisfecho? Quizás estes atrapado en la piel de una avestruz incapaz de sacar la cabeza del agujero.
Para balancear en cada momento hacia el lado adecuado, mantener la prioridad y desechar nuevas oportunidades o bien abandonar la prioridad por nuevas oportunidades, tienes que estar muy conectado a tu propósito vital, tus valores y la necesidad de desarrollar tu potencial. También será importante saber darte los momentos de placer necesarios pero sin que lastren de forma continua los de propósito, salvo que tengas la suerte o habilidad de hacer coincidir propósito y placer, como por ejemplo me ocurre a mí cuando escribo artículos o libros.
Ya lo dijo Maslow la clave de la felicidad y la realización es integrar lo que se es, lo que se quiere ser y lo que se puede ser. Me encantaría contar con tus experiencias y aportaciones sobre ello, puedes dejarme tus comentarios.
Autora: Mª Luisa de Miguel
Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring
“Cuando la confianza es alta, la comunicación es fácil, instantánea y efectiva”.
Stephen R. Covey
La confianza es una apuesta de futuro. Es creer hoy que mañana algo será posible o realizable, que mañana una persona llevará a cabo el comportamiento que esperamos, que mañana la persona en la que confiamos no nos fallará, y que mañana yo seré capaz de hacer aquello que hoy me propongo.
La confianza siempre está a prueba, se renueva, se da y se quita, se gana o se pierde a cada minuto. Cuando las pruebas son numerosas y continuas, a favor de la confianza, las dudas, suspicacias, y controles decrecen, y el tiempo dedicado a todo ello se puede emplear en otras cosas más satisfactorias. De ahí que la confianza reduzca los tiempos, ahorre energías y facilite las relaciones. La confianza nos permite dejar de pensar, dejar de preocuparnos, y nos ayuda a relajarnos y a fluir con nosotros, con los demás, y con la vida.
La confianza puede reforzarse o debilitarse de acuerdo a las acciones de la otra persona para con nosotros y, viceversa, o en base a nuestras acciones para con nosotros mismos. Es un ciclo continuo, una inversión que hay que cuidar si queremos que perdure.
Con la confianza suele haber dos estrategias diferentes: la otorgo desde el inicio, como regla general, y luego compruebo si son dignos de ella o no; o bien, espero a comprobar si son dignos de ella, y luego la otorgo. En conclusión, que si considero que es bien tratada la doy y la mantengo, y si considero que es maltratada la niego o la quito. Además, existen personas que ven indicios, e incluso los crean, de falta de confianza o traición por todas partes, y los que no ven ninguno aunque se la estén machacando descaradamente. Cuando desconfiamos por sistema, sin base en hechos comprobables, realmente estamos negando a los demás lo que nos negamos a nosotros: nuestra autoconfianza. Cuando confiamos por sistema y sin filtro, estamos pidiendo que otros nos den lo que no nos damos a nosotros mismos. La confianza sana es una confianza inteligente, basada en la realidad, evaluada, fruto del aprendizaje de la experiencia, equilibrada, y sostenible.
Al ser una inversión, el problema está en las expectativas que nos marcamos, más bien en si se cumplen o no, porque muchas veces el que no se cumplan es porque nadie nos lo aseguro, o lo afirmó. Si yo espero y, por tanto, confío en que una persona me va a llamar mañana, cuando no se comprometió expresa y claramente a hacerlo, estoy esperando y confiando en que se produzca un comportamiento de un tercero en base a una expectativa que he creado yo, y no el. No puedo responsabilizar al otro de que no me llame, o de que debería saber que me tendría que llamar. Si quiero que me llame tengo que pedirlo, con el riesgo de que me conteste que no. Ahora bien, si yo pido que me llame y se compromete a hacerlo, o sin pedirlo se compromete también, entonces si tengo una expectativa real de que me llame y será lógico que confíe en que lo hará, si en anteriores ocasiones así lo hizo. Si no lo ha hecho será lógico que no confíe en que lo haga esta vez. Y además, si realmente valoro mi confianza le transmitiré como me siento respecto a su comportamiento.
Lo que está claro es que sin confianza todo se resquebraja. Me da igual que sea por la desconfianza generalizada, por la incapacidad de darla, por la dificultad de recibirla, porque se traiciona, porque se pierde, porque dejo que me la rompan una y otra vez, o porque ni siquiera se tiene en uno mismo. Gozar de confianza propia, de los demás, y en los demás, es un capital personal muy valioso que debemos saber generar y cuidar. Hoy quiero compartir contigo 8 comportamientos clave para lograr un buen capital de confianza:
1.- Empieza por ti mismo
Si quieres que otros confíen en ti, comienza por confiar en ti mismo. No traiciones tus valores, tus propósitos, tus compromisos. Si dices que vas a hacer algo: hazlo, aunque nadie esté mirando. En el momento en que queremos una cosa y hacemos otra, cuando somos de una forma y nos comportamos de otra, cuando decimos (incluso a nosotros mismos) que vamos a hacer algo y no lo hacemos, estamos destruyendo la confianza en nosotros mismos. Nuestra falta de seguridad y confianza está labrada a base de pequeñas traiciones hacia nosotros. Y si no confiamos en nosotros, difícilmente vamos a confiar sanamente en otros, o lograr que confíen en nosotros.
2.- Comunícate a través del ejemplo
La confianza no se construye con palabras se construye y fortalece con acciones, con comportamientos y con hechos. No hay nada que haga más daño a la confianza que decir algo que luego no se corresponde con lo que hacemos, o afirmar que vamos a hacer algo que luego no hacemos. La confianza exige mucha congruencia, coherencia y valentía.
El capital de nuestra confianza aumenta con cada nuevo crédito acumulado, y estos proceden de nuestros compromisos cumplidos. Y cuando no podamos cumplir afrontémoslo con honestidad y responsabilidad, eso sí, si se vuelve un comportamiento reiterado, la acumulación de disculpas no aumentan el crédito de la confianza, más bien lo dejan por los suelos.
3.- Se claro con lo que quieres y con lo que esperas.
Pedir, que no exigir, de forma clara y asertiva evita muchos malos tragos a la confianza. Las personas con las que interactuas deben saber exactamente lo que quieres, e incluso porque lo quieres (para comprenderlo), para decidir si pueden responder o no a tus expectativas. Los demás no pueden conocer los deseos de tu mente, la única manera de relacionarse en un ambiente de confianza es expresando lo que queremos, dandole al otro la oportunidad de que quiera o no contribuir a ello, y exigiéndonos los compromisos mutuos y expresos que cada uno ha asumido. Esperar más de lo que me han dicho o una cosa distinta a ello, es querer engañar a la confianza.
De la misma forma no te responsabilices de las expectativas que otros tienen sobre ti, y tu no has asumido. Si no te piden tú tampoco puedes decidir si dar o no, si hacer o no, y nadie puede exigirte algo que no has comprometido. No dejes que confundan y manipulen a tu confianza.
4.- Deja hacer y espera
Las personas somos diferentes pero todas tarde o temprano nos mostramos, nos revelamos en nuestros actos. Para saber si una persona es digna o no de confianza déjala hacer, déjala que te enseñe quien es con sus actos. Dale un tiempo, algunos tardan más que otros en evidenciarse, porque desconfían, porque son más reservados, más tímidos, las razones pueden ser diferentes, lo importante es que respetes los ritmos de las personas y tengas claros tus límites, es decir, hasta donde estas dispuesto a esperar, aguantar, o comprobar. No juzgues sin hechos, recuerda que la confianza se demuestra con ellos.
5.-Observa, escucha, pregunta
Cuando dudes sobre un compromiso, sobre lo que ha hecho una persona, sobre lo que te ha dicho, antes de negarle tu confianza, pregunta, indaga sobre lo que paso, sobre si hubo una mala interpretación, sobre si asumiste algo que no era, sobre qué llevo a esa persona a decir o hacer lo que te ha resquebrajado la confianza. Escucha profundamente, olvídate de tu ego herido, de tu confianza traicionada, primero escucha con apertura, buscando comprender. Observa cuando la persona te hable, si detectas incoherencias entre lo que dice y como lo dice (lenguaje no verbal), si te mira o no te mira, si te rehuye. Observa si sus actos son un reflejo de sus palabras, de sus compromisos.
Haz lo mismo contigo, obsérvate, pregúntate y escúchate para ver si estas tratando bien a la confianza.
6.- Mantén abierta la puerta al diálogo. Tu tienes su llave.
Expresa lo que quieres, como te sientes, si estas perdiendo la confianza y porque, o si cada día crece más, señala lo que te hace desconfiar o confiar. Pide explicaciones cuando consideres que las necesitas, y asume que a lo mejor no quieren dártelas o no te gustan, a partir de ahí, tu decides a donde llevas tu confianza en esa relación.
No ocultes, no tergiverses, no pases por alto, la confianza se basa en una comunicación sincera y trasparente, en tener abierta la puerta para el diálogo. Incluso el día que quieras cerrar esa puerta, y quitarle la llave de la confianza a alguien, díselo con respeto y sin rodeos.
Cuando la confianza se pierde es extremadamente difícil recuperarla. Siempre que sea posible dale la oportunidad de que se explique.
7.- Defiende tu confianza con respeto y empatía
El grado de confianza que las personas necesitamos en nuestras relaciones es diferente. Es más, los diversos tipos de relaciones requieren distintos niveles de confianza. Las expectativas que tenemos unos sobre otros en las relaciones también son dispares. La manera de comunicarnos, de pedir, de comprometernos es otro comportamiento que nos distingue. El grado de valor que le damos a los compromisos asumidos difiere, el numero de oportunidades que estamos dispuestos a dar tampoco es la misma. Si tienes todo esto presente, las diferencias, que la habrá, no tendrían porque afectar a la confianza, si son adecuadamente gestionadas. Utiliza la empatía para comprender al otro, y a ti mismo, y el respeto para no transgredir tus límites y los ajenos. Lo importante es compartir con el otro las diferencias e indagar hasta que punto se pueden hacer convivir o no.
Si es posible encontrar algún punto de conexión en el que ambas partes ganáis algo que queréis, es decir, experimentáis satisfacción mutua, entonces será posible mantener la confianza. Si no es posible quizás esa relación no tenga sentido, no porque la otra persona no tenga derecho a lo que defiende o pide, sino porque tu no estás dispuesta a dárselo o no lo compartes, o viceversa. Cada uno debe plantearse hasta donde quiere ceder, por qué y para qué, y hasta donde le compensa.
8.- Selecciona bien tus inversiones.
Otorgando mi confianza estoy apostando por una persona, estoy invirtiendo mi tiempo, mi energía, y mi esfuerzo en esa relación, y con esa persona. Si lo hago es porque creo que merece la pena, pero solo el caminar diario entre ambos dirá si ha sido así o no. En todo caso, mientras duró fue bonito, no pierdas de vista nunca la parte positiva.
Esto es una opinión muy particular, pero para mi es vital cuidar bien mis inversiones en otras personas y relaciones. No quiero relaciones desgastantes, insanas, sin sentido, que no me aportan nada. Valoro cada minuto que dedico a otros, como valoro igualmente los que me dedican a mi. A fin de cuentas compartir nuestro tiempo, nuestra atención y nuestro ser con otros es la mayor prueba de amor, porque es lo más preciado que tenemos para darles.
En el momento en que comienzo a sentir insatisfacción en una relación, comienzo a observar, a escuchar, a hacerme y hacer preguntas, a expresar como lo estoy viviendo y entender como lo está viviendo la otra persona. Si no encuentro un punto de conexión, yo reseteo, comienzo a poner distancia, y a llevar la relación a otro nivel, que en algunos casos puede ser de mínimos imprescindibles, si son estrictamente necesarios.
Lamentablemente, no se puede tener garantía de que alguien sea digno de confianza. Confiar es un riesgo que cada uno decide asumir o no, y con diferentes grados y límites, todo dependerá de la importancia que le otorgues a este valor. Si quieres cuidarla mantén un sistema de relaciones en el que se den estos 8 comportamientos, y se riguroso con quien no los cumpla y, por supuesto, contigo mismo. La confianza tiene dos caras, la tuya y la del otro.
Autora: Mª Luisa de Miguel
Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring