Listado de la etiqueta: sabiduria

La Revista Capital Humano, en su edición de Enero 2023, publica una entrevista a nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, sobre su último libro «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito» Ediciones Pirámide 2022.

En ella, su Editora Jefe, Mercedes de la Rosa Valverde, conversa con Mª Luisa acerca de algunas de las ideas contenidas en el libro: dónde reside realmente nuestra motivación y que relación tiene con la felicidad, qué cambios nos ha traído la crisis sanitaria COVID-19 a nivel motivacional, cómo afecta a nuestra motivación la vorágine de cambios a los que estamos sometidos día a día, que consecuencias tiene para nuestra vida un hipermotivación extrínseca constante, cómo está enfocando el mundo de la empresa el tema de la motivación, ¿realmente podemos hablar del líder motivador?

El cambio constante nos genera incertidumbre, nos hace tener que estar continuamente aprendiendo y desaprendiendo, todo lo cual nos hace sentirnos inseguros. Como esta sensación nos desagrada la queremos evitar a toda costa. La forma de hacerlo es experimentando el placer de la gratificación instantánea, por eso nos hemos vuelto impacientes ante la presencia de cualquier malestar y, en paralelo, impulsados a eliminarlo y enganchados a todo aquello que lo sofoque.

El sistema económico se nutre de ello y ha sabido crear el engranaje perfecto para seguir engordando: produce cambios de manera continua y luego para calmar nuestra ansiedad nos suministra el deleite instantáneo creando una demanda de bienes y servicios que la gente no necesita y que solo busca satisfacer anhelos artificiales. Todo ello ha contribuido a lo que muchos llaman «la generación de ya», acostumbrada a tenerlo todo a golpe de click, ha desarrollado una intolerancia a la demora de la gratificación y una forma de vida impulsiva. Este hacer constante, irreflexivo, impulsivo e inconsciente nos agota y eso desgasta nuestra energía, que está muy relacionada con la motivación. Además, el hacer irreflexivo e impulsivo es un hacer sin sentido, sin motivo, lo que también acaba desmotivándonos y debilitando nuestra fuerza de voluntad.

Si quieres disfrutar de la entrevista completa puedes verla en este enlace a la Revista Capital Humano.

 

 

 

Y para seguir profundizando sobre la motivación te recomendamos la lectura del libro «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito». 

Ser mentor es un camino de largo recorrido en el que deben estar muy alineados el ser, el saber y el hacer, porque no se trata solo ponerse delante de una persona y darle consejos acerca de lo que tiene que hacer o no hacer para lograr lo que quiere. Es mucho más, ser mentor es adquirir un compromiso con el desarrollo personal y profesional de otras personas.

El «ser» representa la esencia de un mentor, lo que le define, y no tiene nada que ver con su forma de hacer, con su experiencia, con su conocimiento, sino con su propósito, su compromiso, con los valores que ejemplifica al hacer mentoring, con su actitud ante las personas a las que guía. 

El «saber» es el conocimiento que nos permite comprender y acompañar con efectividad los procesos de aprendizaje, cambio y desarrollo de otros, pues sin él nuestras buenas intenciones y disposición a veces puede causar más mal que bien en las personas. 

El «hacer» son las habilidades que hay que desarrollar y poner en práctica para contribuir de la mejor forma posible al desarrollo de otros.

Los mentores somos caminantes, peregrinos que recorren un camino acompañando a otros a desarrollar todo su potencial para lograr sus metas y realizarse como personas, ya sea como emprendedores, como profesionales independientes, como directivos,  profesores, logrando su primer empleo, mejorando el que tienen, tomando una decisión importante en sus vidas, etc.

No todo el mundo ejerce como mentor por los mismos motivos y estos cambian mucho el tipo de mentor/a que somos. A lo largo 22 años de experiencia dedicada al mentoring he formando a más de 6000 mentores, en diferentes lugares del mundo y con diferentes perfiles, y he visto muchas y diversas motivaciones para ser mentores: dinero, prestigio, obligación, admiración, reconocimiento, marca personal, diferenciación, necesidad de demostrar cuanto se, cuán experto soy, necesidad de tener seguidores e imitadores, deseo de contribuir, interés por desarrollar a otros…

El camino de ser mentor se puede recorrer por diferentes motivaciones, pero solo hay una que marca la diferencia y que te lleva a ser un mentor/a excelente: un genuino interés por invertir en el desarrollo de otros para que puedan lograr sus metas y realizarse; disfrutar el éxito de otros como si fuera el propio, sin apropiarse de él, lo que llamo “Felicidad Indirecta”, la misma que experimenta un sherpa, pues su satisfacción no está en el número de veces que ha logrado personalmente llegar a la cumbre del Everest, sino en el número de veces que ha ayudado a otros a alcanzar la cima.

Por eso como buenos peregrinos no debemos perder nunca nuestro norte, nuestro santuario: acompañar a otros para que logren por sí mismos sus metas. No debemos perderlo o cambiarlo por el reconocimiento, el prestigio, la popularidad, la fama, el estatus, porque en el momento que lo hagamos, no solo dejaremos de ser mentores, sino que estaremos limitando el desarrollo de otros. 

Ser mentor y acompañar a nuestro mentee durante todo el proceso de mentoring es una experiencia de aprendizaje que te reta, te cambia y te transforma, porque aprenderás de tu mentee, sobre ti mismo, sobre las personas, sobre las relaciones y sobre la vida. 

El “ser”: la esencia de un mentor/a excelente

1.- CREYENTE: Un mentor es un creyente. Cree firmemente en que todas las personas tienen un potencial a desarrollar y una inclinación natural a hacerlo. Otra cosa distinta es que conozcan o no ese potencial, tengan más o menos, sepan como desplegarlo o que esa inclinación natural esté bloqueada o desentrenada. 

Creemos que las personas son lo suficientemente inteligentes para encontrar las respuestas por sí mismas, no necesitan que otro se las de. Creemos que el talento no brota siempre por sí solo, a veces hay que despertarlo, activarlo y ofrecerle las oportunidades adecuadas para desarrollarlo.

2.- SERVIDOR:  Un mentor excelente lo es por vocación, tenemos una inclinación natural a  acompañar a otros a superarse, a desarrollarse por sí mismos. Esto es lo que nos ayuda a no dirigir, a acompañar orientando, respetando la individualidad de aquellos a quienes acompañamos, sin imponer nuestros puntos de vista, nuestra manera de ver y hacer las cosas. Aceptamos de forma incondicional a nuestros mentees y nos adaptamos a ellos, a sus características personales, a su forma y ritmo de aprender, respetando sus decisiones y no tratando de influirlas o cambiarlas. Somos un instrumento al servicio de su desarrollo.

3.- APRENDIZ ETERNO: estamos siempre abiertos a la experiencia, por mucha que tengamos nos enfrentamos a cada actividad, a cada situación y al propio proceso de ser mentor con una mentalidad de principiante. No nos quedamos instalados en nuestra atalaya de conocimiento, sino que pisamos la arena para aprender de la experiencia de ser mentor, de nuestros mentees y  de cada sesión de mentoring. Acudimos a ellas como si fuera la primera, sin prejuicios, sin juicios, sin ideas preestablecidas, sin plan, sin herramientas o preguntas predeterminadas, abiertos a escuchar lo que el mentee trae en ese momento, lo que necesita para seguir avanzando y ayudarle desde ahí. 

Esto requiere saber lidiar con la incertidumbre, saber tolerar la frustración de no entender lo que le pasa al mentee y como ayudarle, de no encontrar la pregunta adecuada, de no saber si el mentee ha avanzado o no en su objetivo desde la anterior sesión, de no saber que me voy a encontrar, además de muchísima paciencia y flexibilidad.  

El mentoring no es una práctica estructurada, estandarizada y rígida, no es un proceso en el que en se sabe de antemano en cada sesión qué hacer y cómo, porque cada persona necesita cosas diferentes, tiene circunstancias y problemas distintos, ritmos y estilos de aprendizaje diversos y objetivos muy personales a lograr. Ser mentor te pone a prueba: muchas veces, no sabrás cómo hacer la pregunta más adecuada, cuándo intervenir y cuándo no, qué pasa entre las sesiones, cómo va a llegar el mentee a la siguiente sesión; otras, te encontrarás con mentees que les cuesta abrirse, que dudan mucho, que no saben que quieren, a los que te cuesta seguirles el hilo de la conversación y pondrán a prueba tu capacidad de adaptación, de pericia y de paciencia. 

4.- HERMANO: El mentoring es una relación de hermano a hermano, de ser humano a ser humano, sin jerarquías, sin relaciones asimétricas o de poder, sin «yo sé y tu no», o «yo sé más» (porque soy más mayor, tengo más experiencia, he tenido mucho éxito en la vida, o tengo 3 master en las mejores universidades del mundo). La humildad y la empatía son importantes características de un mentor, que se traducen en escuchar para conocer y comprender al mentee, sin juicios, respetando quién es, aunque no nos guste y no estemos de acuerdo con él. 

Cuando nos hermanamos las personas se abren y eso es lo que permite aflorar el talento para poder desarrollarlo. Desde la hermandad tu actitud es la de estar ante otro ser humano que es experto en sí mismo, que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo, le podrá faltar información, podrá estar bloqueado, dudar, pero una vez que todo esto se despeje sabrá como lograr sus objetivos.  

5.- RESONANTE: la resonancia amplifica y prolonga el impacto de las palabras, las acciones, las sensaciones y los aprendizajes. Hace que tus actos (una pregunta, una palabra, una frase, una forma de hacer) se mantengan presentes, a pesar de la distancia, y sigan sirviendo como fuente de aprendizaje a tu mentee, porque le resuenan una y otra vez en su cabeza, como si estuvieran flotando en el aire y no se pudieran despegar de ellas. La resonancia propicia aprendizajes significativos, esos que nunca se olvidan y afloran en los momentos vitales y decisivos, convirtiéndolos en uno de sus mejores recursos para el cambio y el logro de metas.

Para resonar necesitamos tener una presencia plena y consciente en las sesiones de mentoring, estar solo centrados en nuestro mentee, sin diálogo interno, sin distracciones, sin interrupciones, escuchando con atención plena, actuando con autenticidad, honestidad y congruencia. Solo así evitaremos que nuestras emociones, creencias, juicios y prejuicios intoxiquen la relación, sesguen la visión que tenemos del mentee y condicionen la forma de guiarlo adecuadamente, según sus necesidades. Un mentor tiene que tener un alto grado de autoconocimiento y de consciencia interior y exterior, implica saber convivir y estar a gusto con el silencio, desconectarse de todo lo ajeno al rol de mentor antes de cada sesión y durante la misma. 

6.-INVERSOR: invertimos en el desarrollo de otros, en potenciar la inteligencia de las personas a las que acompañamos para que logren metas por sí mismos, no les hacemos el trabajo, no les decimos qué tienen que hacer o cómo hacerlo.  

La diferencia entre invertir o intervenir, para resolver o salvar, se traduce, en la mayor parte de los casos, en preguntar en lugar de opinar o responder, en escuchar más que en hablar. Lo contrario genera dependencia. Si rescatamos, solucionamos o respondemos por otros ¿qué pasará cuando no estemos ahí para hacerlo? ¿cómo resolverán o decidirán? ¿cómo aprenderán a encontrar sus propias respuestas, a crear su propia sabiduría?

Invertimos cuando ayudamos a reflexionar a nuestros mentees para que tomen decisiones, cuando no influimos en ellas, cuando no evitamos o impedimos que las tomen, cuando creemos que nos son son adecuadas o les van a generar problemas. Invertimos cuando estamos ahí para ayudarles a aprender de los errores cuando se equivocan, porque lo contrario lo privará de ese aprendizaje o le desposeerá de la propiedad de su éxito. De la misma forma que un entrenador de fútbol no salta al campo para tirar un penalti porque cree que su jugador lo va a fallar, los mentores no intervenimos en las decisiones de nuestros mentees, no resolvemos sus problemas. Nuestro rol y responsabilidad es entrenar, no jugar.

Todo ello se traduce en que más del 60% de la conversación en una sesión de mentoring debe ocuparla el mentee, las ideas, las decisiones , las acciones deben surgir del mentee. El mentor debe saber practicar una generosidad inteligente: no hacer, ni dar lo que el mentee puede hacer o conseguir por sí mismo; no hacer, ni dar más de lo que el mentee hace o aporta. 

Aunque tengamos la respuesta, no debemos darla. Si lo hacemos se pierde el momento didáctico, la oportunidad del aprendizaje significativo del mentee. Los mentores debemos ser socráticos: hacer la pregunta y dejar que surja la respuesta. Con la respuesta resolvemos, tiramos el penalti y marcamos el gol. Con la pregunta ayudamos a que el mentee aprenda a encontrar sus respuestas, a resolver sus problemas, a tirar penaltis y marcar goles. Nuestra función es pasar la pelota a quien tiene que marcar el gol. 

Un mentor es un inversor porque invierte en el autoconocimiento, autoconfianza, autoreflexión, automotivación, autofeedback de su mentee, activando sus recursos para que puedan producir resultados de forma independiente. Invertimos nuestra inteligencia en potenciar la del mentee, invertimos en su habilidad para resolver problemas y saber evitarlos en el futuro, para incrementar su capacidad de dirigir su propio aprendizaje, su desarrollo y su vida. 

7.- INSPIRADO E INSPIRADOR: un mentor es una fuente de inspiración porque despierta en su mentee las ganas de superarse, de experimentar, de probarse, de arriesgarse a apostar por lo que quiere y esto solo es posible a través del ejemplo, la coherencia y la credibilidad. 

Para inspirar a otros hay que estar inspirado. Una persona inspirada está conectada a sus fuentes de valor y energía: su propósito, sus valores, sus sueños, sus batallas personales para conseguirlos (con éxitos y fracasos), sus pasiones, sus emociones y su  legado. Cuando estamos inspirados contagiamos energía, resonamos y esto sirve de impulso al mentee para comprometerse con su meta. 

8.- LIBERTADOR: somos aceleradores de las carreras profesionales de otros porque les ayudamos a liberar todo su potencial, a desarrollarlo y usarlo para lograr sus metas. Lo hacemos creando un contexto de seguridad psicológica y reto, que facilita el pensamiento, estimula la creatividad, incentiva el atrevimiento intelectual y despierta la motivación Todo ello contribuye a un ciclo virtuoso de experimentación-reflexión, que que permite expresar ese potencial, ponerlo en acción, obtener resultados y convertir la experiencia en aprendizaje para seguir mejorando y creciendo.   

Brindamos ocasiones para poner en acción el talento diferencial de cada persona, conectándolo a las oportunidades que lo hacen posible y haciendo visibles sus logros y contribuciones. Ayudamos a eliminar los bloqueos (internos y externos) que les impiden desarrollarse: miedos, vergüenzas, dudas, creencias limitantes, falta de oportunidades, falta de información, de opciones, contextos inadecuados….. 

Un libertador del potencial deja espacio para pensar, expresar y hacer, para contribuir, reflexionar, parar y repensar, evitando la tendencia a ocupar la conversación con nuestras opiniones, ideas o sugerencias. Esto implica cambiar la proporción entre escuchar y hablar, para que otros puedan tener el espacio de compartir lo que saben, así como saber sostener los silencios para dejar pensar y atreverse a expresar. 

9.- ALQUIMISTA: un mentor sabe como ser un catalizador del cambio del mentee, ayudándole a transformar su negatividad en positividad, sus dudas en claridad, su inseguridad en confianza, su inacción en acción. Lo hace estimulando su pensamiento a través de una conversación reflexiva: primero escucha con atención para comprender que es lo que quiere exactamente el mentee y dónde está teniendo dificultades para lograrlo, reformula y enmarca el tema de la sesión y realiza preguntas provocadoras para guiar un proceso de toma de decisiones sólidas. Preguntas que obligan al mentee a pensar y repensar, a concretar, a aportar evidencias, cuestionar suposiciones, a mirar las cosas desde otro punto de vista, a ponernos en el lugar de otros. 

Ser un alquimista conversacional supone darse cuenta que nuestra mayor contribución es hacer preguntas que favorezcan un pensamiento de calidad. Que nuestra experiencia y conocimientos no solo sirven para transmitirlos, sino también para hacer buenas preguntas. 

El “saber” para acompañar con rigor y responsabilidad

Querer ayudar a otros a desarrollarse no significa poder hacerlo y hacerlo bien. A veces querer no es suficiente, el deseo de ayudar puede ser muy perjudicial si se ejecuta en forma inadecuada, por eso hay que saber como escuchar, como preguntar, como influye la manera de conversar en el desarrollo de las personas, saber dar feedback, aconsejar neutralmente o identificar cuando aportar ideas y cuando no. 

Antes de ponerte a ejercer como mentor, por mucho que te motive, pregúntate: ¿estoy suficientemente preparado? ¿mi experiencia es suficiente para acompañar a otros? ¿necesito cambiar algo en mi forma de relacionarme con las personas, en mi forma de conversar? ¿qué necesito saber para hacerlo bien? En líneas generales como funcionan los procesos de pensamiento, toma de decisiones, aprendizaje, cambio y desarrollo de las personas, cómo impactan las relaciones y conversaciones que mantenemos con ellos y como influyen los contextos, en los que interactúan, en todo lo anterior. En un plano más concreto, conviene tener siempre presente algunas claves:

-Que el pilar de cualquier proceso de aprendizaje, cambio y desarrollo es el autoconocimiento. Por eso los procesos de mentoring deben comenzar siempre por propiciarlo en el mentee a través de la indagación apreciativa y estratégica: Qué quiere, de dónde surge ese querer, que tiene y qué necesita para conseguirlo, dónde están sus mayores dificultades para lograrlo. Al hacerlo no sólo incrementareis su mayor recurso, sino que le estaremos conociendo y eso nos permitirá guiarlo mejor. 

-Que el desarrollo humano no es solo una cuestión intelectual, las emociones juegan un papel muy importante. Tenemos que saber ayudar al mentee a gestionarlas. Para cambiar el comportamiento primero hay que cambiar el pensamiento y antes la emoción. 

-Que las creencias tienen una influencia muy grande en nuestro comportamiento y nos pueden tanto limitar como potenciar. Hay que saber detectarlas y trabajarlas en favor del mentee y no se transforman con charlas motivacionales, masterclass, consejos e instrucciones, sino con preguntas, mucha escucha, paciencia, intuición y creatividad. 

-Que la idea “la gente no cambia porque no quiere” esforzarse, no está motivada, etc. es limitada y limitante. Las personas a veces no cambian porque no saben que tienen que cambiar (falta de consciencia), sienten que no pueden hacerlo (falta de autoeficacia) o no saben como hacerlo (falta de conocimiento, perspectiva, ideas, opciones) o no encuentran un motivo suficientemente importante para ello, un motivo que compense el esfuerzo, el tiempo y la pérdida del cambio. Cada una de estas causas del no cambio se trabaja de forma diferente. 

-Motivación no es igual a compromiso: las personas quieren, desean o necesitan muchas cosas y distintas pero se comprometen con muy pocas, porque el compromiso requiere una decisión de dedicar nuestro tiempo, energía y esfuerzo a lograr algo y ninguno de ellos es ilimitado. Cuando alguien se compromete elige invertir su tiempo y esfuerzo en un objetivo, renunciando a dedicar tiempo y esfuerzo a otras cosas. Nuestra función no es motivar, es ayudar a nuestros mentees a autorregularse motivacionalmente para lograr sus metas, a fortalecer su voluntad y su compromiso con ellas. 

-Que las mejores herramientas en el mentoring no son el CANVA, los objetivos SMART, los test u otras recetas prefabricadas en serie. Las mejores herramientas son el mentor, la relación y la conversación. Aparquemos esa obsesión por conocer herramientas, utilizar la última más innovadora, ocupar las sesiones con ellas; recordemos que una herramienta es un medio no un fin, un medio para facilitar el pensamiento del mentee, no para facilitar la labor del mentor. Los mentores no somos mecánicos, somos artesanos. No seguimos un manual de instrucciones que nos dice que botón apretar en cada momento, preguntamos, escuchamos, observamos y nos dejamos guiar por la persona a la que acompañamos.

El “hacer” para pasar de ser un mentor natural a ser un mentor intencional y efectivo. 

Si de verdad quieres ser un mentor que invierte en el desarrollo de otras personas para que logren sus metas y sean felices, a quien primero tienes que mentorizar es a ti mismo. Las primeras acciones de un mentor deben estar encaminadas a conocerse, a ser consciente de cuáles son nuestras tendencias naturales en las relaciones con las personas, a la hora de dirigir, liderar, trabajar en equipo, ser padres o madres y cómo de alineadas están con lo que significa ser mentor.

-¿Sueles microsupervisar a tus colaboradores o a tus hijos? Porque también lo voy a hacer con el mentee.

-¿Tiendes a acaparar las conversaciones? ¿Hablas más que escuchas? ¿Interrumpes? porque también lo vas a hacer en la sesiones de mentoring 

Una vez que conozcas tus tendencias trabaja sobre ellas para cambiar aquellas que no estén alineadas con el comportamiento  de un mentor excelente. 

La efectividad en el mentoring depende de pasar de ser un mentor natural a uno intencional, lo que implica ser un “aprendedor eficaz” de forma permanente. Aprender de cada proceso, de cada sesión y de cada relación con los diferentes mentees con los que trabajamos para ir interiorizando y desempeñando los comportamientos óptimos como mentor. Casi todos ellos están relacionados con habilidades de la inteligencia relacional para crear relaciones con engagement y la inteligencia conversacional para ser un alquimista conversacional: 

1.- Escuchar y observar con empatía

2.- Preguntar para facilitar el pensamiento y la toma decisiones

3.-Estimular la creatividad y ampliar las perspectivas para ampliar opciones

4.- Aportar conocimientos, recursos, experiencia de forma neutral e inteligente

5.- Retar para impulsar la acción y la experimentación.

6.- Visibilizar el talento del mentee y conectarlo con aliados estratégicos.

7.- Ser modelo de comportamientos para inspirarlos a ser cada día mejores y contar con referencias de cómo hacer las cosas para lograr metas.

Todas ellas son las que entrenamos y desarrollamos en nuestra Certificación Internacional en Mentoring, basada en nuestra metodología Integral Generative Mentoring, que te convertirán en un mentor excelente.

Todo el equipo de la Escuela de Mentoring os desea una Felices Fiestas.

Ayer tuve el placer de realizar el discurso inaugural de la V Edición del Congreso Internacional de Mentoring «Bilbao Mentoring Conference» organizado por Bilbao Ekintza y de compartir con los asistentes la capacidad del mentoring para propiciar la revolución reflexiva que nuestra sociedad necesita.

Humberto Maturana nos recordó, poco antes de morir, a través de su libro “Revolución Reflexiva”, que la gran herramienta que tenemos los seres humanos es la reflexión: ¿cómo estamos haciendo lo que estamos haciendo? ¿qué resultados estamos obteniendo? ¿me acercan o me alejan de la persona que quiero ser, del logro de mis objetivos, del mundo que quiero crear?

A través de la reflexión sobre la experiencia, aprendemos a ser mejores personas, mejores profesionales, mejores líderes y mejores ciudadanos, porque el aprendizaje es la herramienta que mejora nuestra inteligencia y esta la que nos ayuda a tomar buenas decisiones y obtener buenos resultados. Por eso la principal labor de un mentor es escuchar y preguntar para provocar la reflexión en su mentee. Por eso el mentoring es una metodología que transforma conversaciones en decisiones, decisiones en acciones y acciones en resultados.

Y esto no deberíamos olvidarlo nunca, porque cuándo inundamos la conversación de mentoring con nuestros conocimientos, ideas, nuestra experiencia y nuestros consejos no estimulamos la inteligencia del mentee, no posibilitamos que se expanda, no le ayudamos a crecer personal y profesionalmente. La misión de un mentor no es deslumbrar con su inteligencia, sino alumbrar la de su mentee y eso solo es posible estimulando la capacidad de pensar por sí mismo, de encontrar sus propias respuestas.

Las conversaciones que abren espacios para la reflexión son aquellas que invitan a las personas a preguntarse sobre el propósito de sus acciones, sobre su causa y su fin y sobre las consecuencias de las mismas. Son conversaciones que potencian el factor PHR de las personas: PENSAR-HACER-REFLEXIONAR:

-Pensar: ¿Qué quiero lograr? ¿Cómo es la mejor manera de conseguirlo? ¿Qué voy a hacer al respecto?

-Hacer: Actuar con conocimiento de causa o propósito, en base a las respuestas dadas a las preguntas precedentes.

-Reflexionar: ¿Qué he logrado, qué he aportado, que he aprendido? ¿Cuál ha sido el impacto en otros o el entorno? ¿Qué puedo hacer mejor en el futuro?

Conversaciones que fomentan un “hacer reflexivo” frente a uno impulsivo e inconsciente. El primero nos hace experimentar nuestra humanidad, pues al igual que la razón de ser de un perro es ladrar, la de un ser humano es reflexionar, comprender, entender, pensar. El hacer impulsivo nos convierte en máquinas, robots o animales, nos desposee de nuestra libertad de elegir con conocimiento de causa y de nuestra responsabilidad por haberlo hecho, en definitiva, nos priva de ser personas.

El encuentro entre mentor y mentee debe dar espacio para esas conversaciones reflexivas, que no solo permiten mejorar la calidad de su pensamiento, decisiones, acciones y resultados del mentee, sino que también contribuyen a la actualización del talento del mentor, a la regeneración de su conocimiento con nuevas perspectivas. Además, son un gran ejemplo de colaboración y cooperación, de cómo lograr metas a través del compartir y no del competir. Una forma de vida que nos abre a la experiencia de aprender continuamente los unos de los otros, escuchándonos y reflexionando juntos para encontrar mejores respuestas a los retos personales y sociales que se nos presentan.

En el gesto de compartir una conversación, dice Remedios Zafra, hay una belleza que excede la del pensar, es la belleza de contagiarse de la sabiduría del otro, de contribuir a la inteligencia colectiva.

Estamos en una era de cambios profundos y retos complejos, en la que no va a ser suficiente nuestra capacidad de adaptación, será necesaria una revolución y, citando de nuevo a Maturana, sus únicas armas serán la reflexión y la conversación.

Por eso creo que los mentores y mentoras, los creyentes en el mentoring, los que lo practicamos día a día con convicción y responsabilidad, somos los mejores abanderados de esta revolución reflexiva que nuestra sociedad necesita.

Porque como dijo Platón, “El que piensa bellamente es una bella y excelente persona”, si ayudamos a otros a reflexionar y pensar bellamente estaremos contribuyendo a la excelencia personal, organizacional y social.

Bilbao Mentoring Conference es parte de este movimiento, un lugar para inspirar e impulsar la revolución reflexiva a través del mentoring.

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Escuela de Mentoring

El sábado 26 de noviembre, se publico en la sección #frentealespejo, promovida por Caralin Group, una columna de opinión de nuestra Directora, Mª Luisa de Miguel, acerca de la felicidad, la toma de decisiones, el propósito, la motivación y la voluntad, al hilo de la publicación de su último libro «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectada a tu propósito.» Ediciones Pirámide 2022. 

Bajo el título «El mejor algoritmo de tu vida es tu propósito», Maria Luisa de Miguel nos comparte la necesidad de una vida más reflexiva, centrada en la conexión con nuestro propósito y en una toma de decisiones y un actuar alineado con él. Esta es la forma en que podemos «pasar de ser buscadores a productores de felicidad», como cita en su libro «La Alquimia de la Motivación».

Vivimos buscando la felicidad, creyendo que podemos comprarla, cuando la realidad es que cada uno de nosotros somos una fábrica con mucho potencial para producirla. Solo necesitamos ponernos al frente de ella y comenzar a tomar decisiones conscientes, deliberadas y autoconcordantes con lo que realmente nos importa en la vida, y no en base a lo que está de moda, lo que hacen o dicen los demás, lo que nos venden u otras razones externas.

Una vida feliz es una vida bien narrada, como diría Séneca; para lo cual necesita contar con un buen argumento que, como explico en mi último libro La Alquimia de la Motivación, nos lo proporciona el propósito personal. Nuestra existencia es una novela que escribimos día a día con cada decisión que tomamos. Algunas de ellas son sencillas e intrascendentes; otras más difíciles y complejas. Pero todas suman a la hora de construir una vida.

Si quieres leer la columna completa puedes hacerlo en el siguiente enlace.

Muy agradecidos a Caralin Group por haber contado con nosotros para su sección #frentealespejo y abrirnos su espacio de opinión para compartir acerca de la importancia de reflexionar sobre el propósito de nuestra vida como guía en la toma de decisiones.

En 1999, la UNESCO encargó al filósofo francés Edgar Morin la tarea de identificar «Los 7 saberes necesarios para la educación del futuro», que fuero magistralmente expuestos por dicho autor en el documento del mismo nombre y editado por la Unesco. De la lectura del mismo se pueden extraer importantes aprendizajes y reflexiones que nos dan la pauta para guiar en el camino del desarrollo personal, profesional y social  en un mundo VUCA o BANI, como el actual: lograr la tolerancia a la incertidumbre y la impredecibilidad como paso previo a cualquier proyecto de desarrollo y crecimiento personal y social.

El mentoring puede contribuir a desarrollar esos 7 saberes del futuro:

1.- Pensamiento Crítico

Una de las tareas del mentor es ayudar a su cliente a diseccionar la realidad, y sus experiencias vitales, evitando que caiga en las trampas mentales del error y la ilusión, como las llama Edgar Morin.

La herramienta fundamental para desarrollar el pensamiento crítico son las preguntas, que cuestionan, que provocan, que amplían perspectivas, que amplifican la visión de la realidad y nos permiten salir de nuestro reducido mapa del mundo. Preguntas muchas veces incómodas, que incluso quedan sin respuesta en la sesión, pero que se instalan en la mente del cliente, iniciando un camino de reflexión que desemboca en insight reveladores que permiten afrontar el cambio. Sesión tras sesión se va abriendo paso la lucidez, se va saliendo de la caverna como diría Platón. 

Las preguntas revelan lo que es real y lo que es una pura proyección de nuestros deseos o miedos, descubren emociones agazapadas en nuestro inconsciente, que nos llevan una y otra vez a comportamientos erráticos, rompen las cadenas de nuestras creencias limitantes, que nos impiden ver las cosas tal y como son, y no tal y como las suponemos. Las preguntas nos enfrentan a nuestras estrategias de auto-engaño que nos hacen vivir en la ilusión de lo que queremos que sea, en vez de en lo que verdaderamente es, que nos lleva a responsabilizar al mundo y al otro de todos nuestros males en lugar de asumir nuestras responsabilidad, y a auto-justificar todas nuestras conductas, en vez de reflexionar y realizar auto-crítica sobre ellas.

2.- La Práctica de la Relevancia

El un mundo asediado por cantidades ingentes de información moviéndose a una velocidad de vértigo, el mentoring facilita la selección del conocimiento relevante, que es el único que podemos y nos interesa manejar y gestionar, porque es el único que aporta valor a nuestras vidas.

El mentor ayuda al cliente a comprender lo que pasa dentro de él y lo que pasa fuera, a seleccionar lo que es relevante y lo que no  para su existencia, y a concentrar su atención en ello, al mismo tiempo que puede tener sus sensores abiertos a todo lo que el mundo le ofrece. Esta habilidad es fundamental para saber detectar oportunidades en el entorno que nos facilitarán el logro de nuestras metas.

A través de las sesiones de mentoring el cliente amplia su foco de atención y análisis, pasando de centrarlo en el yo a contemplar la influencia del contexto, del sistema, y de las relaciones entre las partes

Cualquier información cambia de sentido según el contexto en el que se integra, no es lo mismo el amor en una pareja, que el amor entre padres e hijos, o el amor a Dios. Muchos clientes llegan frustrados porque su manera de liderar no funciona en su nuevo puesto de trabajo, sin ser conscientes de que su contexto ha cambiado, y que por tanto, su forma de liderar también requiere cambios. Como señala Claude Bastien  «la contextualización es una condición esencial de la eficacia (del pensamiento y por tanto del comportamiento» porque determina las condiciones de la integración de los comportamientos y también sus límites de validez.

3.- Despertar la Conciencia Holística

Probablemente el mayor regalo que puede ofrecer la práctica del mentoring sea el de despertar en la persona su conciencia del lugar que ocupa en el mundo. Descubrir el próposito, el para qué, es responder a las preguntas existenciales sobre ¿Quiénes somos?  ¿dónde estamos ? ¿ de dónde venimos? ¿ a dónde vamos ? y es a partir de estas respuestas, que adquirimos el sentido de nuestro ser y nuestra existencia.

Es la existencia del mundo, de la sociedad, lo que da sentido a nuestra propia existencia, y viceversa. La sociedad vive para el individuo, y éste vive para la sociedad. Es el mundo físico, social y cultural el que permite nuestra realización como personas, y a la vez somos nosotros los que lo construimos y mantenemos vivo día a día con nuestras acciones e interacciones.

Comprender cual es nuestro lugar en el mundo, descubrir nuestro propósito y nuestra misión, y desarrollarla a través de nuestra autonomía, nos hace tomar conciencia del valor que aportamos a la sociedad y de la necesidad de participar activamente en ella a través de nuestras obras, que son nuestras contribuciones a la construcción del mundo.

4.- Conectar la Diversidad

Tomar conciencia de ser parte del mundo y de tener una función en él, nos obliga a aceptar que los demás también tiene su lugar y su función, y que será diferente a la nuestra. Es más, estamos inmersos en un mar de diversidades individuales y tenemos que aprender a abrazarlas, a acogerlas, a conectarlas.

En los procesos de mentoring se produce siempre una ampliación de perspectivas, se favorece el desarrollo de la empatía, de la habilidad de ponerse en el lugar del otro, de ver el mundo como lo ven los demás, y no sólo como lo vemos nosotros. En un paso más allá, se comienzan a contemplar las diferencias como lo que son, una realidad que a veces nos aporta complementariedad, y otras simplemente reafirma, e incluso permite nuestra propia diferenciación. Dejar de ver las diferencias en términos de buenas/malas, mejores/peores, nos permite dejarlas de ver como un problema y mirarlas como una fuente de oportunidades. Perder el miedo a las diferencias nos abre al mundo, a una mentalidad más mundana, facilita la conversación y evita el conflicto, favorece la conexión de la diversidad en vez de su eliminación.

A mayor capacidad de conectar la diversidad, mayores posibilidades de ampliar nuestros círculos de relaciones y apoyos. Todo ello incremente nuestros recursos, fortalece nuestras resiliencia, y aumenta nuestras posibilidades y oportunidades de acción, y por tanto de realización personal y social.

Pasearse por la Incertidumbre

5.- Manejar la Incertidumbre

Como el propio Edgar Morin señala, «El siglo XX ha descubierto la pérdida del futuro, es decir su impredecibilidad». ¿Quién hubiera pensado que en el 2001 dos aviones se estrellaran intencionadamente contra las torres gemelas del país más poderoso del mundo, burlando todos los sistemas de seguridad, y desencadenando una crisis mundial? ¿Quién hubiera podido predecir la pandemia originada por el Coronavirus en el 2020? «El futuro se llama incertidumbre.»

Sin incertidumbre no existiría la sorpresa, ni el asombro, dos emociones positivas que amplia los marcos de nuestra mente, que nos invitan a evolucionar, a crecer, que  estimulan nuestra capacidad de aprendizaje como respuesta ante lo nuevo, nuestro crecimiento como personas. Si no existiera incertidumbre, no existiría la creatividad.

Una de las grandes habilidades de un mentor es retar y retar, muchas veces, significa enfrentar al cliente con la incertidumbre, paso a paso, escalón a escalón, para que se vaya entrenándose poco a poco a vivir con ella, a integrarla en su vida como el aire que cada día respira. En cada reto superado el cliente incrementa su nivel de confianza, de seguridad, de flexibilidad, de adaptabilidad y, reto a reto, aprende a convivir con la incertidumbre, a gestionar el cambio como algo natural. El reto bien trabajado ayuda a practicar el equilibro óptimo realidad-posibilidad. No se trata de ser realista o irrealista, se trata de ser realista de la complejidad, practicar el equilibro entre lo realista y lo posible, es decir, comprender la incertidumbre de lo real y la posibilidad de lo irreal (lo todavía invisible) en la realidad.

6.- Desplazar el saber hacia el comprender

Para manejar la incertidumbre, la relevancia, la diversidad, la conciencia holística y el pensamiento crítico, necesitamos de la sabiduría, que es el arte del equilibrio:

  • Equilibro entre precaución y riesgo, para que el análisis y la reflexión excesiva no nos lleve a la parálisis y la inacción, pero que tampoco la osadía, el optimismo irrealista y una impulsividad desbordada nos conduzcan a la deriva, la pérdida de norte, y el caos permanente.
  • Equilibro entre acción y contexto: una acción individual se torna incontrolable en cuanto a sus resultados cuando entra en el contexto, y puede dar lugar a logros no deseados, o a logros no imaginados. Valorar la influencia del contexto en los resultados de nuestras acciones nos ayudará a apuntalar mejor nuestros logros.

En los procesos de mentoring se trabaja el equilibrio, el desarrollo de la sabiduría. Las personas que acuden a nosotros para lograr el cambio que se les resiste, para recuperarse de una situación que les genera malestar, para alcanzar sus sueños, en líneas generales necesitan incorporar el equilibrio en sus vidas: el equilibro entre dar y recibir, entre el yo y el nosotros, entre su lado racional y su lado emocional, entre sus distintas necesidades, sus distintas tendencias de personalidad, sus diferentes valores……

La sabiduría no es saber, es comprender, que significa aprehender en conjunto, es decir, adquirir de un lado y de otro (acción y contexto, reflexión y acción, emoción y razón…) y crear un nuevo conocimiento más completo. Comprender necesita del autoconocimiento, la empatía y la conciencia social, en un todo integrado que nos lleva a la sabiduría.

7.- Desarrollar un Compromiso Social

Como partes de un todo más grande en el que tenemos parte, y que se ve afectado por nuestros actos, debemos ser conscientes y responsables de lo que decimos y hacemos, porque a través de nuestras palabras y nuestras acciones estamos construyendo un mundo, que será mejor o peor, en función de nuestra contribución.

En mi forma de hacer mentoring, está presente la idea de auto-liderazgo: que el cliente descubra y asuma el liderazgo de su vida, que se haga responsable del papel que ocupa en el mundo,  que sea consciente de como a través de el contribuye o no a la mejora de su entorno y, por tanto, de la sociedad en la que habita. Y no hablo solo de asumir las decisiones y las acciones que realizamos, sino de asumir las consecuencias de las mismas, y de las que no realizamos, porque en cada una de ellas nos retratamos y les mostramos al mundo la persona que estamos siendo, y esa es la que construye o destruye a su alrededor.

 

Si quieres comenzar a practicar los 7 saberes del futuro, en la Escuela de Mentoring te podemos acompañar. 

El 27 de Octubre, nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, fue entrevistada por el canal de televisión «Cajamarca Opina»  para hablar sobre el Programa de Mentoring «Impulsando el Talento» que la Escuela de Mentoring está desarrollando en la Minera Gold Fields. El programa tuvo su primera edición en el 2020 y durante el 2022 y 2023 se llevará a cabo su segunda edición, en la que se acreditarán 10 mentores organizacionales, que se unirán al grupo de los 8 acreditados en la edición anterior.

Durante la entrevista Jorge Rojas conversó con Maria Luisa de Miguel sobre el significado del mentoring y su aplicación en el mundo de la empresa.  Hablaron en concreto de como el mentoring aporta beneficios a mentees, a mentores y para la organización, en qué consiste el mentoring, como potencia la sabiduría individual y colectiva.

Puedes ver la entrevista completa pinchando sobre el video.

Maria Luisa destaco como el mentoring es una inversión estratégica y una apuesta innovadora para las organizaciones que quieren potenciar el talento de sus colaboradores. Explico las claves del programa de mentoring a implementar en Gold Fields, las actividades a llevar a cabo con mentees, mentores en acreditación, mentores ya acreditados y supervisores de los mentees.  Alabo también el compromiso de Gold Fields con su gente, el ejemplo que dan sus máximos directivos y directivas formándose como mentores y acompañando a otras personas a que desarrollen su liderazgo.

Para la Escuela de Mentoring ha sido un placer poder compartir este espacio con la televisión peruana y dar a conocer la labor que Gold Fields está llevando a cabo para apoyar el liderazgo y el talento de sus colaboradores, contribuyendo a desarrollar, no solo mejores profesionales y líderes, sino también mejores personas, que pueden dejar un legado organizacional y social.

Durante la entrevista, Mª Luisa de Miguel ha anunciado que estará el próximo año 2023 en Perú, en el mes de Febrero y Septiembre para desarrollar de manera presencial varias de las actividades del programa.

 

Continuamos con la colaboración en la Revista Capital Humano, a través del espacio cedido a EMCC SPAIN, con un artículo de nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel bajo el título «La importancia de los #Referentes en el desarrollo», publicado en la Edición de Julio 2022.

Este artículo se ha realizado a raíz de la Jornada #Diálogo con Referentes celebrada el pasado 1 de Junio por EMCC Spain, donde se ha nombrado como Referentes de nuestra entidad a David Clutterbuck, Julio Olalla y Carlos Herrero de las Cuevas, con quienes tuvimos el placer de conversar durante una hora y media acerca del pasado, presente y futuro del mentoring, coaching y la supervisión.

En el artículo, Mª Luisa de Miguel destaca la importancia de los referentes para el aprendizaje de un rol, como el de mentor, coach o supervisión, el desarrollo de las habilidades asociadas al mismo, la toma de decisiones profesionales, la contextualización de la práctica, la búsqueda de la excelencia. También nos comparte algunos de los principales mensajes que los tres referentes nos compartieron durante la jornada.

Aprendemos practicando, pero también observando a otras personas que tomamos como referencia. De ahí la importancia de contar con buenos modelos de comportamiento, con referentes sólidos, porque con ello estamos optimizando nuestro aprendizaje y desarrollo.

Son muchos los autores que han destacado la importancia de los referentes para agilizar los procesos de aprendizaje y desarrollo de cualquier rol (1) . El aprendizaje por observación e imitación de otros más expertos, la realización de actividades compartidas con ellos y su ejemplo hacen que el desarrollo de habilidades sea más rápido. Incluso, como señala Robert Kegan, la capacidad mental para encontrar o crear una manera propia de hacer las cosas se construye a través de, entre otras estrategias, la identificación con maestros o mentores. El ser humano construye su humanidad en la interacción con los demás.

Los referentes representan el contexto histórico y cultural que nos sirve de apoyo para desarrollar una práctica excelente. Son también una fuente de inspiración para superarnos y querer ser cada vez mejores en nuestra profesión, refuerzan nuestra voluntad y nuestro compromiso. El coachingmentoring y la supervisión no pueden avanzar sin contar con referentes, pues son los pilares que nos permiten consolidar las bases de nuestra profesión.

 

Si quieres conocer a nuestros Referentes, descubrir las ideas que han compartido con nosotros en la jornada #Diálogo con Referentes y saber más acerca de la contribución de los #Referentes a la práctica del mentoring, coaching y supervisión puedes leer el artículo completo en este enlace.

No soy de días conmemorativos y señalados, pero si hay uno que me gusta es el de Sant Jordi por lo que celebra: Día Mundial del Libro declarado por la ONU y promovido por la UNESCO con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor, alentando a todos a descubrir el placer de la lectura y a valorar las irreemplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad.

Si a todo ello unimos que en Sant Jordi se promueve el intercambio de rosas y libros entre parejas y personas queridas se unen dos símbolos importantes, que cada vez es más necesario recuperar: sabiduría y belleza.

Hace poco escribía Diego S. Garrocho en la Revista Ethic sobre la «belleza del pensar», recordando una frase de Platón: «El que piensa bellamente es una bella y excelente persona», que no puedo dejar de conectar con el mentoring porque un mentor, según la etimología de la palabra, es un facilitador del pensamiento. Quiero pensar que al formar mentores y mentoras como facilitadores del pensamiento estamos contribuyendo a un mundo en el que las personas piensan bellamente y son excelentes. No es casual que el título de mi libro sea «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional». 

Si hay belleza en el pensar, más aún la encuentro en el acto de escribir, porque se trata de poner en palabras visibles el pensamiento y, al menos cuando yo lo hago, no puedo dejar de pensar en el otro, en el lector, en quién va a leer mis pensamientos. Me resulta difícil escribir sin entablar un diálogo con el lector, imaginario pero diálogo, una conversación en la que pongo en jaque mis pensamientos, mi manera de expresarlos y compartirlo, tratando de empatizar con el otro, de preguntarme que le puede interesar, que puede necesitar, que le puede ayudar, de todo aquello que yo pienso y escribo, en qué forma podemos conectarnos a través de unos pensamientos, hechos palabras, que tienen que superar la distancia física y temporal para encontrarse. La lectura de cualquier libro no deja de ser un encuentro entre su autor/a y su lector/a, un encuentro del que surgen nuevas ideas, nuevas visiones, nuevas posibilidades. Como decía André Gide, el leer a un escritor no es sólo tener una idea de lo que dice, sino irse con él y viajar en su compañía. Los libros viajan, recorren el tiempo y el espacio para encontrarse con almas, mentes y corazones que los acogen, los cultivan, los repiensan, los reformulan, los hacen renacer. En todo ello hay mucho de sabiduría, de belleza y de amor.

En este día tan especial quiero aprovechar para dar las gracias a todas esas almas, mentes y corazones que han hecho posible que mi libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la experiencia personal y organizacional» haya realizado un largo viaje en estos ya 2 años y medio de vida. Que haya visitado más de 16 países en 3 continentes, y pisado muy diferentes escenarios donde poder mostrar la potencialidad del mentoring para construir relaciones, tener encuentros y conversaciones de calidad, que nos permitan inspirarnos, elevarnos, crear, crecer, vibrar y resonar en toda nuestra potencialidad.

Con cada cada viaje y cada encuentro han surgido nuevas posibilidades. Sin ir más lejos este año, cuatro de las personas que están realizando la Certificación Internacional en Mentoring, han llegado a ella porque leyeron mi libro y les susurró que el mentoring era lo que querían en sus vidas. Cuatro personas muy diferentes entre sí, por edad, sexo, cultura, actividad profesional, trayectoria, y de cuatro países distintos, que a través de un libro se encuentran y comparten un propósito común: aprender a ser mentores/as para pensar bellamente y acompañar a otros en el camino de aprender también a pensar bellamente y practicar la excelencia personal y organizacional.

Comencé el viaje de escribir este libro con una frase de Mario Benedetti: “Entonces, te das cuenta de que de eso se trata el amor, de lecciones, de libertad, de aprender y enseñar. De eso se trata, de coincidir con gente que te haga ver cosas que tú no ves, que te enseñe a mirar con otros ojos.”  Y lo termine con el siguiente párrafo: «El mentoring es el aprendizaje de la sabiduría. Dentro de cada mentee hay un aprendiz de sabio, que será el germen de un futuro mentor. Dentro de cada mentor hay un sabio que mantiene viva la llama de eterno aprendiz. » Las separan 264 páginas pero la distancia física no es un distancia emocional pues en ambas resuena un mismo mensaje: aprender juntos, crecer juntos, desarrollarnos juntos, desde la diferencia pero con respeto, sumando y potenciando, apoyarnos unos en otros para construir humanidad a través de la tecnología más revolucionaria que poseemos: la conversación. 

Cada libro te lleva a otro, cuando estas escribiendo viajas al pasado: viajas a la mente de otros muchos autores, pero también al futuro porque inevitablemente se despiertan nuevas ideas, nuevos pensamientos, nuevas posibilidades de belleza, nuevas semillas para nuevos libros y nuevos viajes. Espero que mi libro sobre mentoring siga surcando cielos y mares, y llegando a muchas más almas, mentes y corazones. Espero que contribuya a aprender, todo lo que a mí me ha enseñado el mentoring sobre liderazgo, talento, aprendizaje, cambio, relaciones y conversaciones. Y espero que mi nueva apuesta como escritora, mi nuevo libro, mi nuevo viaje sea tan gratificante y apasionante como el anterior.

 

El 19 de Mayo sale a la venta mi nuevo libro «Alquimia de la motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito» Ediciones Pirámide 2022,  con el objetivo de reivindicar el papel de la voluntad para tener una vida más plena y satisfactoria. La voluntad forma parte de nuestras funciones ejecutivas, una dimensión del desarrollo que potenciamos a través de la metodología Integral Generative Mentoring, que describo en mi libro sobre mentoring.

La alquimia motivacional, es parte de lo que enseñamos en dicha metodología, y está al servicio de  fortalecer nuestras funciones ejecutivas. Un buen funcionamiento de estas es lo que posibilita que tengamos éxito en el logro de nuestros objetivos, que seamos capaces de resolver problemas complejos para los  que no tenemos una respuesta aprendida previamente y que sepamos adaptarnos y responder ante situaciones novedosas sobre las que carecemos de experiencia previa.

 

La complejidad de nuestra sociedad actual requiere, cada vez más, una voluntad fuertemente motivada en un propósito que sea capaz de ejercer el autocontrol para resistirnos a una vida de inconsciencia e impulsos descontrolados. El estrés, el cansancio, la falta de sueño, las múltiples distracciones y el cambio constante debilitan nuestra voluntad y nos impiden ejercer nuestra libertad para realizarnos y ser felices. En cada uno de nosotros habitan dos versiones de ser humano: el yo controlado que actúa con impulsividad y busca la gratificación inmediata y el yo que controla que domina sus impulsos y sabe postergar la gratificación para proteger sus aspiraciones a largo plazo y el cumplimiento de su propósito. De nosotros depende cuál queremos cultivar y de esa decisión depende nuestra felicidad. Debemos poner en jaque nuestro pensamiento y nuestro comportamiento y reflexionar acerca de cómo estamos abordando el tema de la motivación, porque su exceso y mal uso nos está volviendo personas adictas a ella y a todos los incentivos que se utilizan para activarla. La ciencia de la motivación no puede estar al servicio de mejorar la productividad y el rendimiento, porque el ser humano no es una máquina a la que se pueda programar, cambiar las piezas, amortizar y desechar por el cumplimiento de su vida útil. Somos seres sociales que existimos para la realización personal, la felicidad y la convivencia en sociedad. Ese debe ser el norte de cualquier conocimiento, incluido el nacido en torno a la motivación. Este libro es una invitación a reflexionar sobre cómo estamos viviendo, cómo estamos ejerciendo el control sobre nuestras vidas y qué influencia tiene en ello una hipermotivación extrínseca excesiva en detrimento de una voluntad más fuerte y reflexiva. Tomarnos tiempo para parar, reflexionar y decidir con conocimiento de causa, con propósito, es ganar tiempo para vivir más felices.

Entre ambos libros hay un espacio de 2 años y medio pero están muy conectados, uno no habría sido posible sin el otro. Uno continua el viaje que emprendió el primero. A ambos los une un mismo propósito: pensar bellamente, realizarnos en plenitud, practicar la excelencia y contribuir con ello a sociedades más sanas y felices.

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva Escuela de Mentoring

El pasado 24 de Junio, nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel compartió con más de 40 personas de diversos países el encuentro organizado por EMCC Spain para la presentación de su libro  “Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional .

Queremos aprovechar para dar las gracias a todos los asistentes y en especial a Joan Clotet Sulé, Humanismo Digital, por dinamizar la sesión con una magnifica entrevista acerca del libro, y la moderación del ameno debate con los asistentes, así como a Pablo Cardona Soriano, Presidente de #emccspain, por abrir la sesión compartiendo un magnífico resumen del libro.

También agradecer a Beatriz Valderrama, Vicepresidenta de EMCC Spain, por presentar la jornada y a Olivia Verhulst, representante de EMCC Global por toda la ayuda en la organización de este encuentor.

En este enlace puedes ver el vídeo completo de la jornada. 

 

Si quieres conocer en que consiste la labor de un mentor, que es clave para acompañar efectivamente a otros a través del mentoring, sus aportaciones y beneficios, algunas claves sobre  la metodología Integral Generative Mentoring, que describo en el libro e impulso desde la Escuela de Mentoring.no te pierdas la entrevista.

 

Aprendizaje y Mentoring

 

 El mundo líquido en el que estamos inmersos demanda nuevas formas de aprender y adaptarse a los cambios. El mentoring proporciona a personas y organizaciones una fórmula para aprender de una forma ágil, inteligente y estratégica. Este libro te proporcionará la ruta para navegar en la era del aprendizaje. En él descubrirás un modelo para construir relaciones y mantener conversaciones transformadoras. 

         Una conversación de calidad transforma nuestro cerebro, lo expande. El mentoring facilita los procesos de cambio  personales y organizacionales a través de conversaciones que se transforman en decisiones, decisiones que se convierten en acciones, y acciones que producen resultados. Gestionar personas y organizaciones a través de conversaciones tiene un efecto multiplicador del talento.

 

Puedes adquirir el libro  en los siguientes puntos de venta.

Aprovecho esta ocasión para invitaros a participar en el 1º Congreso sobre Mentoring y Coaching que organiza EMCC Spain y que se celebrará los próximos 14 y 15 de Octubre de este año bajo el título «Activando las mentes del futuro».

 

Te esperamos para seguir conversando y compartiendo sobre mentoring y coaching.

Hoy queremos compartir contigo la entrevista que nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, realizó hace unos meses a John Strelecky, autor del long seller mundial «Un café en el fin del mundo», un libro que habla del propósito vital, qué significa, cómo descubrirlo y cómo vivir a partir de él.

Mª Luisa de Miguel: Un viaje en automóvil para escapar de la rutina, un desvío inesperado, un lugar misteriosamente escondido y una conversación en torno a un café. ¿Por qué eligió una conversación en un lugar inesperado con personas inesperadas para hablar sobre el tema del propósito?

John Strelecky: La historia del café me llegó a través de una experiencia de escritura consciente que duró veintiún días. Fue como si la historia viniera a mí desde otro lugar, pasara a través de mí y quedara plasmada en las páginas. Es decir, en realidad no elegí esos elementos de la historia. Prácticamente se me presentaron y tuve que escribirlos.

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Cómo puede ayudarnos una conversación con las personas adecuadas a descubrir nuestro propósito en la vida?

John Strelecky: Todos llevamos una suerte de anteojeras puestas. Cosas que nos han dicho, creencias que hemos adoptado a partir de comentarios al azar, cosas que hemos visto en películas y en muchos otros lugares. Otras personas llevan también anteojeras, pero son anteojeras diferentes. Así, hablar con otras personas nos da la oportunidad de ver de diferentes maneras el mundo y el lugar que ocupamos en él. Esto puede resultarnos realmente útil en lo que respecta a descubrir nuestro propósito en la vida.

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Qué fue lo que lo llevó a escribir Un café en el fin del mundo? ¿Cuál es su propósito con este libro?

John Strelecky: Como ya he mencionado, la historia me llegó en el transcurso de unas tres semanas. Antes de eso, me tomé un año sabático, vendí casi todas mis posesiones y viajé por el mundo con unos 35 euros al día. Aquel viaje me cambió la vida por completo. Tener la oportunidad de vivir el tipo de vida con el que siempre había soñado, y ver a tantas personas diferentes viviendo tantas realidades distintas fue increíblemente revelador. Si no hubiera realizado ese viaje, no creo que la historia se hubiera presentado ante mí. Podría haberlo intentado, pero no habría alcanzado el estado de ánimo adecuado para dejarla fluir. Mi propósito al convertir la historia en un libro era ayudar a otras personas que también se estaban enfrentando a las mismas preguntas con las que yo había estado lidiando hasta entonces. Especialmente a la pregunta: ¿Cuál es el propósito de la vida?

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Cree que hay miedo a preguntar «por qué estamos aquí», miedo a descubrir nuestro propósito? ¿Cuáles cree que son las razones de este miedo?

John Strelecky: Quizá, como describo en el libro, una vez que conoces tu propósito, resulta muy difícil ignorarlo. Los seres humanos a menudo nos resistimos al cambio, incluso cuando sabemos que realmente deseamos un cambio. Y conocer tu propósito y luego vivirlo, con toda probabilidad requerirá implementar algunos cambios. Tal vez sea esa una razón por la que algunas personas temen descubrir su propósito. Sin embargo, puedo asegurar que la vida adquiere una dimensión completamente nueva y sorprendente cuando descubrimos y vivimos nuestro propósito.

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Cuándo descubrió su propósito vital? ¿Cómo ocurrió? ¿Y qué cambió ese descubrimiento en su vida?

John Strelecky: Cuando comenzó a difundirse el primer libro, empecé a recibir correos electrónicos y cartas de personas que decían cuánto había significado para ellos. Fue entonces cuando me di cuenta de que tal vez escribir, y ser una especie de instrumento vehiculador de este tipo de historias, era una gran parte de mi propósito. Sin embargo, al principio fue un poco intimidante. Me preguntaba si sería capaz o si estaba cualificado para vivir ese propósito. No obstante, con el tiempo, aprendí a salir de mi propio camino y a simplemente vivir en el flujo de lo que sentía correcto y que tenía un impacto positivo tanto en los demás como en mí mismo.

 

Mª Luisa de Miguel: Algunas personas descubren temprano su propósito en la vida, durante la niñez o en la adolescencia. ¿De qué depende? ¿Existen características especiales que permitan a estos individuos descubrirlo antes?

John Strelecky: No estoy seguro. Tiene razón, existen grandes variaciones en cuanto al momento en que las personas lo descubren. Supongo que depende del tipo de entorno en el que creces y si tienes la autoconfianza suficiente para aceptar algo que te sientes llamado a hacer. Para algunas personas, ese entorno está presente desde que son muy jóvenes. Otros individuos, incluido yo mismo, necesitamos más tiempo para estar solos, desarrollar un mejor sentido de nosotros mismos e incluso exponernos al concepto de tener un propósito.

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Cuáles son los elementos que comúnmente están presentes en el propósito y que pueden actuar como factores clave para descubrirlo?

John Strelecky: Yo diría que la curiosidad por descubrirlo, junto con un amplio campo de visión para explorar opciones y la voluntad de abrazar lo que te llama son factores importantes que influyen en si descubrimos o no nuestro propósito.

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Cuál puede ser el papel de los mentores en la tarea de ayudar a descubrir el propósito, considerando al mentor como una persona que ha descubierto su propósito y vive de acuerdo con él? ¿Pueden los mentores, como es el caso de Mike o Casey, personajes principales de su historia, inspirarnos a descubrir o a perseguir nuestro propósito?

John Strelecky: Tener un mentor puede acelerar realmente nuestra experiencia de descubrimiento. Ya sea que el mentor adopte la forma de un personaje en un libro, de un experto que comparte su sabiduría on-line, de alguien que conocemos y con quien podemos hablar, u otras muchas formas, puede sernos de gran ayuda. La clave es que debemos estar dispuestos a admitir que necesitamos ayuda y luego a aceptar e implementar la ayuda cuando la recibamos. Yo no entendía el concepto de «mentor» cuando era niño. Ojalá lo hubiera comprendido entonces.

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Cuál es la conexión entre propósito y felicidad? ¿Cómo puede explicar esa conexión y lo que aporta a la vida de una persona?

John Strelecky: Creo que una de las cosas que puede hacernos felices es vivir alineados con nuestro propósito. Tanto si deseamos convertirnos en un buen padre, como si queremos diseñar aplicaciones geniales, o viajar por el mundo… eso depende de cada persona. No estar sincronizado con la vida suele ser un buen indicador de que no dedicamos suficientes minutos al día a nuestro propósito.

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Puede el propósito convertirse en la nueva religión, en una creencia a la que aferrarnos que nos brinde certezas, confianza, seguridad, porque nos ofrece una guía en nuestra vida, un hilo conductor que le da sentido?

John Strelecky: Creo que conocer nuestro propósito es como saber dónde está el norte en nuestra brújula personal para dirigir nuestros pasos en la vida. Nos da una dirección y eso nos hace sentir más seguros y confiados. También elimina mucho de lo que nos causa estrés en la vida, porque no evaluamos constantemente cada decisión desde una posición de incertidumbre.

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Qué indicadores tienden a aparecer en la vida de una persona que revelen que vive alejada de su propósito, que algo no está funcionando bien?

John Strelecky: Como ya he mencionado, sentirse desincronizado es un gran indicador. Estadísticamente, disponemos de alrededor de 28.900 días de ese regalo llamado vida. Si nos disgusta tanto nuestro trabajo que deseamos constantemente llegar al fin de semana, eso es una señal de que algo no funciona bien, de que vivimos alejados de nuestro propósito. Los días de la semana también son valiosos. Si cuando nos despertamos por la mañana no estamos realmente contentos y emocionados, eso es otro indicador. La buena noticia es que podemos utilizar estos indicadores para empezar a hacer cambios en nuestra vida.

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Cuál es el significado de fluir con la vida, como la tortuga fluye con las mareas del océano? ¿Qué nos puede enseñar esa hermosa metáfora descrita en su libro?

John Strelecky: Hay un ritmo en la existencia. Momentos en los que fluimos y momentos en los que luchamos contra la marea. Cuando nos permitimos encontrar aquello que crea esos momentos de flujo para nosotros, y luego traemos a nuestras vidas más momentos como esos, somos más felices y disponemos de más energía. A veces, esto significa simplemente abrir un poco más el campo de nuestra conciencia. Otras veces requiere deshacernos de lo que no fluye en nuestras vidas para que podamos permitir que el flujo nos encuentre.

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Cómo podemos enfrentarnos a todos esos estímulos que asaltan nuestras vidas y nos distraen de nuestro propósito? Actualmente, ¿cuáles son los más peligrosos y a cuáles deberíamos prestar más atención?

John Strelecky: La decisión depende de cada persona. Hay un yin y un yang en todas las cosas. Por ejemplo, nuestros teléfonos inteligentes pueden ser una fuente ininterrumpida de distracción, o pueden ser un punto de conexión increíble para ayudarnos a vivir nuestro propósito. Si decido que mi propósito es ser un panadero extraordinario, pero me quedo atrapado en el último drama del día en la pantalla de mi teléfono, entonces es una distracción. Sin embargo, si lo utilizo para aprender más sobre cómo ser un panadero extraordinario, es una ventaja fantástica.

 

Mª Luisa de Miguel: Trabajamos cada vez más para ganar más dinero y poder comprar más cosas que presumiblemente nos hacen felices, hacen que nos sintamos realizados. Este hecho nos impide dedicar tiempo a nuestro propósito y al final nos sentimos frustrados. ¿Cómo podemos romper esa dinámica?

John Strelecky: Aunque a veces puede parecer compleja, la solución es bastante sencilla. Una vez que conocemos nuestro propósito, entonces tenemos la oportunidad de asignar todos nuestros recursos, como el tiempo, el dinero, la energía, los pensamientos, etc. a vivirlo. Si nos permitimos comenzar lentamente, muy pronto veremos cuánto impacto positivo tiene en nuestras vidas y podremos aumentar la velocidad y el tamaño de nuestros esfuerzos.

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Qué le dirías a los que temen perseguir su propósito porque creen que van a fallar y piensan que no serán capaces de vivir cómodamente o de ganar suficiente dinero para vivir?

John Strelecky: Alguien está viviendo la vida de tus sueños, pero bien podrías ser tú. Averigua quién es esa persona, o personas, aprende todo lo que puedas sobre su camino hacia esa vida y luego comienza a imitarla. Ya han demostrado que es posible. Con tiempo y esfuerzo enfocado, podemos mover nuestra vida de donde está a donde queremos que esté.

 

Mª Luisa de Miguel: ¿El propósito se lleva a cabo únicamente en el trabajo, en una actividad profesional u ocupacional, o se puede realizar de distintas maneras? ¿Es posible conciliar un trabajo no vinculado a tu propósito con otras actividades que sí contribuyen al cumplimiento del propósito fuera del ámbito profesional o laboral?

John Strelecky: La mayoría de las personas dedicamos muchas horas a la semana a las actividades profesionales, por lo que cuanto más se alineen estas con nuestro propósito personal, más sentiremos que nuestra vida está alineada a ese propósito. Dicho esto, al principio, tal vez el dinero que ganamos en un trabajo que no está alineado con nuestro propósito nos permite financiar aventuras o experiencias llenas de propósito en nuestras horas libres. Idealmente, si nuestro propósito es la energía verde y un planeta más saludable, y nuestro talento está en la industria financiera, ¿por qué no recibir un pago por cumplir con nuestro propósito haciendo un trabajo financiero para una empresa de energía verde?

 

Mª Luisa de Miguel: ¿Cuáles son las características y rasgos principales de las personas que viven cumpliendo su propósito? ¿Cómo se pueden identificar?

John Strelecky: Tienden a ser felices, confiadas, empáticas y motivadas. No se ven afectadas por la última tendencia del día, ni sufren tanto estrés como otras personas. También tienden a ser hacedores, no conversadores. Lo que quiero decir con esto es que no hablan de lo que planean hacer con su vida, simplemente hacen que suceda.

 

Acerca de John Strelecky.

John Strelecky nació en Chicago en septiembre de 1969. Tras diplomarse en la Universidad Aeronáutica de Florida, trabajó durante un año como piloto. Un problema cardiaco le impidió superar las pruebas médicas de la compañía aérea United Airlines, lo que lo llevó a un cambio radical en su vida. Se licenció en Administrador de Empresas en la Universidad de Illinois y se convirtió en consultor para la gran industria. Poco después decidió cumplir uno de sus grandes sueños junto a su novia, actual esposa ahora, emprendió un largo viaje alrededor del globo. En 2002 autopublicó su primer libro, «Un café en el fin del mundo» que se convirtió en un éxito y es considerado una de los autores más inspiradores del mundo. Sus obras han sido traducidas a 42 idiomas y varias de ellas han sido premiadas como superventas del año en seis ocasiones.

Te recomendamos la lectura de su libro «Un café en el fin del mundo» Duomo Ediciones.  Es ameno, revelador, te hace reflexionar sobre lo que de verdad importa en la vida. Si alguien te preguntara hoy si estás satisfecho con tu vida, ¿qué responderías? ¿A punto para descubrir “por qué estás aquí”? Tómate tu tiempo: ¿estás viviendo la mejor vida posible? John, el protagonista del libro, entra en un café remoto cuyo menú ofrece tres preguntas: ¿Por qué estás aquí? ¿Te da miedo la muerte? ¿Te sientes realizado? Mientras busca la respuesta, y con los consejos de tres personajes, reflexiona sobre la importancia del propio proyecto vital. Basándose en su experiencia, John Strelecky, considerado uno de los autores más inspiradores en la actualidad, nos invita a acompañarlo en esta fábula. Tras leerlo, podrás comenzar una vida nueva.

 

» Una reflexión inspiradora sobre el sentido profundo de la felicidad, que nos enseña lo importante de perderse para reencontrarse». 

Necesitamos aprender a crear sentido en un entorno VUCA caracterizado por la volatilidad o cambio constante, la complejidad, la ambigüedad y la incertidumbre, porque sino corremos el peligro de quedar atrapados en una maraña de información, en una duda constante acerca de lo que es verdad y lo que no lo es, lo que es útil o no, lo que es relevante o no y lo que necesito o es superfluo para mis objetivos.

Los cambios cada vez son más rápidos con lo que necesitamos poder responder a ellos de forma más ágil, sin embargo, el maremágnum de información al que nos enfrentamos para tomar decisiones, su diversidad en cuanto a fuentes de procedencia, soportes, canales, etc., y, su ambigüedad, nos acaba complicando la vida y generándonos una gran incertidumbre. No tenemos tiempo para poder analizar toda esa información, dudamos de a cuál atender y a cuál no, nos encontramos, no solo con informaciones totalmente contradictorias o que se desdicen las unas a las otras, sino también con numerosas fake news. 

En el siglo pasado tuvo gran calado la frase atribuida a Frances Bacon «la información es poder» y en aquel entonces era cierto, siempre que supiéramos usarla adecuadamente, porque el acceso a ella no estaba al alcance de todos. Aunque hoy en día siguen existiendo nodos de información vedada o privilegiada, el problema no está tanto en el acceso a la información sino en su selección y aplicación. En la actualidad el gran reto es transformar los datos en información y ésta en conocimiento para su aplicación a la situación concreta en la que estamos inmersos y que nos impele a tomar una decisión, dar una respuesta, resolver un problema, aportar una idea. Aún diría más, el gran reto en la era de la complejidad es desarrollar la sabiduría, que va más allá del conocimiento.La cuestión es: ¿sabemos diferenciar la información valiosa de la que no lo es? ¿sabemos identificar la que es relevante para nuestra decisión y la que no? ¿sabemos contrastar la veracidad de una informacion? ¿sabemos crear sentido a partir de las situaciones, la información disponible y nuestros objetivos?

Según el Institute for the Future (IFTF) for the University of Phoenix la educación mediática será una de las competencias profesionales clave en los próximos años, junto con el pensamiento innovador y adaptativo, ser capaz de tomar decisiones con sentido, la gestión del conocimiento y la transdisciplinariedad, entre otras. Para todas ellas, por cierto, es necesario partir de una buena educación mediática, que en un sentido amplio consiste en desarrollar la capacidad de analizar, evaluar, contrastar, reflexionar crítica y creativamente la información que utilizamos para realizar tareas, proyectos, informes, escribir, opinar, tomar decisiones, dar conferencias, impartir cursos, etc.

Si bien la educación mediática ha surgido en el ámbito de la educación impulsada por la UNESCO y se centra mucho en el análisis de información procedente de las redes sociales, buscadores en internet y medios de comunicación, considero que se trata de una competencia clave en cualquier ámbito y, especialmente, en el profesional y en el mundo organizacional, además de aplicable a todo tipo de información, incluida la que recibimos en cursos, conferencias, libros, conversaciones con otras personas, artículos, etc. La información y los mensajes que recibimos desde cualquier fuente o canal mediatizan nuestro pensamiento, nuestras decisiones y nuestras acciones, por tanto, mediatizan nuestra vida. La educación mediática nos ayuda a desarrollar lo que en la metodología INTEGRAL GENERATIVE MENTORING llamamos mediación consciente y crítica para evitar dejarnos llevar de una forma inconsciente y acrítica por las opiniones, consejos, ideas, puntos de vista de los demás, y construir nuestro propio criterio, significado y sentido. La educación mediática utiliza un modelo pedagógico basado en las preguntas sobre lo que vemos, escuchamos y leemos. Un modelo que puede ser aplicado incluso a nuestro propio discurso, algo que hacemos los mentores en la sesiones de mentoring con nuestros clientes. Hasta tal punto es importante esta competencia que se la considera crucial para lograr el empoderamiento personal, la reactivación de la sociedad civil y el empoderamiento de la ciudadanía en el actual contexto comunicativo.

 

Por ello me gustaría compartir contigo algunos consejos para comenzar a desarrollar la educación mediática y aprender a ser un filtro informativo efectivo. La habilidad base será realizar preguntas a la información que recibes sea en una conversación, un comentario en RRSS, una conferencia, la televisión, radio, prensa, un artículo en un blog, un libro, etc.

1.- ¿Quién?:  De quién te llega y quién es su autor. ¿Quién aporta o traslada la información habla en primera persona o en tercera o por boca de otros? A veces utilizamos la tercera persona o el plural nosotros ocultando nuestra autoría o nuestro posicionamiento para que quede diluido entre la masa, o bien nos incluimos en ella para atribuirnos parte de la autoría de otros.

Es importante conocer si de quien recibo la información es su autor, habla por boca de otros o reproduce mensajes de otros y en este caso de quién. Y todo ello para pasar a preguntarnos ¿Qué credibilidad tiene la fuente de la autoría de la información? ¿De donde procede esa credibilidad? ¿En qué está basada? Si en un curso de formación estoy hablando de liderazgo lo estoy haciendo desde la experiencia personal de haber liderado equipos o desde haber leído varios libros, y en este caso, de qué autores. La credibilidad no es la misma y la utilidad de la información tampoco.

No olvides que ninguna información o mensaje es neutral, todos hablamos desde un posicionamiento ideológico, que es nuestro mapa del mundo, nuestros valores y creencias y esto nos sesga a la hora de obtener información, de interpretarla, de procesarla, usarla y  transmitirla. En el ejemplo anterior, no es lo mismo hablar del liderazgo desde un mapa del mundo del «lider nace» a un mapa del mundo «el líder se hace» o «lider puede ser cualquiera» o para ser «líder hace falta carisma». Asegúrate de preguntarte siempre e indagar quién te aporta la información y desde donde habla quien habla, es decir, desde que valores, creencias, puntos de vista, enfoques, etc.

2.-¿Para que? ¿Cuál es el propósito de esa información o mensaje? Sobré qué, quiénes o para qué quiere influir. Como señalaba en un artículo de hace años en este blog, no solo es imposible no comunicar sino que es imposible no influir. 

La influencia es una carretera de doble sentido influimos y nos influyen, el quid de la cuestión es hacer ambas de forma consciente y responsable. Si no queremos ser influidos inconscientemente, es decir, mediatizados y dirigidos, tenemos que aprender a cuestionar la información que utilizamos y los mensajes que recibimos, incluidos los que nosotros mismos generamos.

En este punto es importante preguntarse, además de por el propósito, por el beneficio e interés de la información o el mensaje. ¿A quién beneficia seguir el mensaje o utilizar esa información? ¿A qué intereses responde? Esa idea que a menudo nos venden que ser tu propio jefe te hace feliz para incentivar el emprendimiento ¿realmente es así para todos? Si quien te lo dice se dedica a vender cursos para emprendedores quizás esté más interesado en su felicidad que en la tuya. ¿En qué datos se apoya la afirmación?

3.-¿Cómo me ha llegado?: No es lo mismo una información sobre las claves para ser feliz publicada en facebook, por no se sabe quien o se sabe pero mejor sería no saberlo, que la publicada en una base de datos científica o en el blog de una persona experta en el tema. En el cómo incluiría el cuándo me ha llegado, porque a veces los contextos en los que se genera y transmite determinada información nos influyen más de lo que creemos. Cada vez que se genera o crea una necesidad social aparecen los mensajes para reforzarla. El ejemplo del fomento del emprendimiento y la felicidad es recurrente cada vez que se producen crisis en las que la amenaza del desempleo o las oleadas de reducciones de puestos en grandes empresas están a la vuelta de la esquina.

Pregúntate si sólo es lo que quieres oír, lo que quieres ver o te ayuda a ver otras cosas que quizás necesites contemplar. Ser tu propio abogado/a del diablo y conocer la influencia de los sesgos cognitivos que nos generan puntos ciegos, te serán de gran utilidad

4.-¿Cómo se ha generado? : es decir de qué fuentes bebe la información, ¿cómo son de fiables y rigurosas? ¿en que datos y hechos se basa?, ¿cómo están de contrastados o comprobados?, ¿como son de aplicables a la situación que describe?, ¿cómo están documentados,? ¿cuál es su estadística?

Somete la información a las 3 pruebas, que la filósofa Susan Sontag utilizaba para refutar argumentos, algo que ponemos en práctica en la metodología de mentoring que enseñamos en nuestras certificaciones.

-Encuentra la inconsistencia, es decir, la falta de lógica o conexión entre la situación y la conclusión. Algo bastante frecuente en muchas opiniones, artículos y mensajes que nos encontramos en rrss, blogs, conferencias, etc., en los que a partir de una experiencia personal o de un sólo hecho se deriva una conclusión general, o cuando afirmamos algo como un hecho sin basarlo en datos reales o con datos insuficientes o erróneos. El anterior ejemplo de «ser tu propio jefe te hará feliz» pude ser un ejemplo muy básico pero muy ilustrativo.

-Encuentra el contraargumentoes decir, la información o hechos que refutan la idea, afirmación u opinión que estas manejando. Este ha sido uno de mis grandes aprendizajes cuando realice mi trabajo de suficiencia investigadora. Mis borradores revisados contenían unas cuantas bofetadas de contraargumentación por parte de mis dos directoras de tesis. Cada vez que escribo me acuerdo de ellas y busco el contraargumento.

Ejemplos: A raíz del confinamiento podrás encontrarte miles de artículos, mensajes en rrss, entrevistas en tv y radio acerca de los beneficios del teletrabajo. ¿Y los perjuicios, desventajas o pérdidas?; Una afirmación que te puedes encontrar en múltiples artículos es que «las emociones negativas afectan negativamente a tu rendimiento», sin embargo, grandes obras de arte, importantes cambios sociales han surgido de la tristeza o la ira, por poner un ejemplo.

Casi todo tiene una doble cara o visión, procura no olvidarlo y búscala siempre.

-Encuentra un contexto más amplio, no te quedes en lo específico, lo personal, lo cultural, lo inmediato. Intenta ver todo el panorama.  La dexcontextualización es peligrosa para el pensamiento, el aprendizaje y la toma de decisiones. Cada vez es más frecuente la utilización de fotos descontextualizadas, es decir, que no se corresponden con el titula o texto de la información. Por ejemplo, una foto compartida en redes sociales, durante los meses más difíciles de la pandemia, de decenas de ataúdes alineados indicaba que se trataba de muertos por coronavirus en Italia; aunque ciertamente se trataba de una foto tomada en Italia, databa en realidad de octubre de 2013, cuando decenas de inmigrantes subsaharianos fallecieron ahogados mientras intentaban alcanzar las costas de Lampedusa.

En este sentido cuidado especialmente con quedarte solo en el título o dejarte deslumbrar por la seguridad, contundencia, emocionalidad, energía, intensidad, atractivo o influencia de quien lo dice. O cuidado con trasladar afirmaciones, mensajes, propuestas o soluciones, sin una lectura contextual adecuada, de un campo a otro. Puedes aplicar las claves de la contextología que explicaba en este artículo a la búsqueda, filtrado, uso y aplicación de la informacion.En un mundo en que la imagen es poderosa y el «mensaje tweet» la norma, el peligro de la descontextualización está por todas partes.

5.- ¿Qué no dice y por que?:  Esto es clave para detectar la propaganda, la censura y la tendencia así como las razones de su utilización. ¿Qué información se está excluyendo? ¿Que mensaje, opinión o punto vista no se está teniendo en cuenta? Lo ya citado en torno a las noticas sobre las ventajas del teletrabajo y la ocultación de sus perjuicios, sirve de ejemplo para este caso.

Podría haber muchas más preguntas, lo importante es empezar a hacerlas pues es la única forma de transformar el consumo de información en un proceso activo y crítico, que nos sirva de filtro para evitar la manipulación, la tergiversación, la estupidez y la mediocridad. La creación de un criterio propio para tomar decisiones se construye a través del acceso a una amplitud y diversidad de fuentes de información y la selección y análisis crítico de las mismas a través de las preguntas. Así se desarrolla la educación mediática, una capacidad que gana en agilidad con su entrenamiento constante. La educación mediática provee herramientas para ayudar a las personas a analizar mensajes de manera crítica, ofrece oportunidades para expandir nuestras experiencias con la información, desarrollar sus capacidades creativas creando nuestros propios mensajes, encontrando nuestra propia voz.

Si vas a hacer caso a una información, si la vas a tener en cuenta, si vas a dejar que entre en tu vida, si la vas a usar o la vas a transmitir o compartir que sea con conocimiento de causa. La educación mediática te ayuda a desarrollar un criterio propio que te servirá de filtro para decidir, actuar y guiar tu vida con conocimiento de causa.

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva Escuela de Mentoring

Autora libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional» Ediciones Pirámide 2019