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La Fundación Factor Humano, en su sección de recomendaciones de libros, publica el 8 de Marzo una reseña del libro de nuestra Directora, Mª Luisa de Miguel: «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito». Ediciones Pirámide 2022.

Quizás vivimos más automáticamente de lo que necesitamos para disfrutar de la vida, sostiene el neurocientífico Facundo Manes.

Este pensamiento lo comparte María Luisa de Miguel, experta en mentoring, en su nuevo libro para invitarnos a hacer una reflexión profunda sobre cómo vivimos.

María Luisa de Miguel propone pensar a fondo sobre cómo ejercemos el control de nuestras vidas. Especialmente sobre qué influencia tiene la hipermotivación extrínseca excesiva que caracteriza a nuestros días, que a menudo se impone en detrimento de una voluntad más fuerte, reflexiva y que nos nazca de dentro.

 

Muy agradecidos a la Fundación Factor Humano por esta recomendación, que puedes visualizar en el siguiente enlace , donde encontrarás un amplio catálogo de libros interesantes para tu lectura, en temas relacionados con la felicidad, resiliencia, liderazgo, creatividad, entre otros.

 

Si quieres conocer más sobre «La Alquimia de la Motivación», te invitamos a leer el libro de María Luisa de Miguel que puedes adquirir en diversos portales de compra online y librerías. 

A través de su páginas descubrirás cómo trabajar la voluntad, en conexión con tu perfil motivacional, te ayudará a ser más efectivo en el logro de tus metas y experimentar una vida más plena y significativa. En él encontrarás las claves para sacar el máximo partido a tus funciones ejecutivas, que son las que nos permiten ser un «yo que controla», en lugar de ser un «yo controlado» por los mercados.

La Alquimia de la Motivación es una invitación a recuperar el control sobre tu vida para disfrutar de un mayor sentido, significado, bienestar y felicidad.

Si has llegado a este artículo seguramente estás esperando una respuesta a la pregunta ¿Qué es una vida plena? Ya te adelanto que no es una respuesta fácil, pues llevar una vida plena no es algo que se sabe, es algo que se siente.  Además, que sea más o menos plena depende del número de momentos a lo largo del día, la semana, el mes, el año y los años en que lo sientes.

No hay un ideal universal de vida plena, cada persona define qué es lo que le hace sentirse pleno, que es mucho más que sentirse bien. No tiene que ver con el placer sino con una sensación más profunda y más duradera. Se puede sentir plenitud incluso en los momentos más difíciles de tu vida, créeme, yo lo he vivido y lo cuento en uno de los capítulos de mi libro «Vine a ser Felíz, no me distraigas. Bitácora de la Felicidad».

La plenitud se relaciona con sentir, en el aquí y ahora, que estás exactamente donde quieres estar, haciendo lo que quieres hacer, o lo que sientes que es importante hacer para lograr aquello que para ti tiene sentido y significado. Sentir que estas en el camino que has elegido con total consciencia, libertad y responsabilidad y, además, que estas caminando como tu quieres caminar, no como otros lo han decidido por ti o para ti, como otros te recomiendan o aconsejan, como otros aprueban, o como otros opinan. Y en ese camino están las personas que has elegido que te acompañen, las personas con las que quieres caminar.

Quizás tener una vida plena, sea algo parecido a lo que hace unas semanas Marta Tamargo, me apuntaba como comentario a mi post sobre la “vida nómade”, como «tener una vida de autor”.

En mi trabajo como Coach y Mentora, tengo la oportunidad de acompañar a muchas personas en ese camino, algo que va muchos más allá de lograr sus metas y objetivos, y que tiene más que ver con aprender a tener una vida plena. Para mí una vida plena es contribuir a que toda persona, que lo desee, pueda escribir, dirigir y escenificar el guión de su vida. Ese es mi  propósito vital y mi misión, y desde luego comienza por mi misma, como escribo en el aparatado «mi historia» en mi blog: yo he elegido vivir “by my way”, a mi manera, con una vida de autor, eso sí, aceptando de antemano las consecuencias de esta elección, entre ellas que a muchas personas no les guste mi guión.

Si tu también quieres una “vida de autor”, te invito a comenzar a practicar una serie de hábitos que te ayudarán a lograrlo. ¡¡¡Si, hábitos!!!, acciones continuadas en el tiempo, ejercidas con consciencia, que requieren repetición, constancia, esfuerzo y férreo control de nuestra voluntad. Llevar una vida plena, no es tener una vida cómoda, exenta de dificultades, de riesgos, de sinsabores. A partir de aquí,  abstenerse de seguir leyendo los “adictos a la perfección”, los del “y si….”, los del “es que…”“los alérgicos al esfuerzo”, los de “la culpa es siempre de los demás”, o “no me entienden”, o “los que tienen muchas y muy buenas intenciones pero que nunca llegan a convertirse en acciones”“los que se comprometen y no cumplen y viven excusándose y disculpándose” , y otras enfermedades varias, pues aquí no van a encontrar la medicina que buscan.

Hábitos

Un proceso de coaching o mentoring es un aprendizaje consciente e inteligente de hábitos, precedido del desaprendizaje de otros tantos que nos están perjudicando. En eso consiste llevar una vida plena, en incorporar a la misma una serie de conductas que nos ayudan a hacer realidad esa vida que queremos. Como dice José Antonio Marina, “los hábitos son un mecanismo de la inteligencia para ampliar su eficiencia”. Hoy me gustaría compartir contigo cuales son los 9 hábitos que puedas comenzar a practicar e iniciar el camino hacia una vida plena.

1.- Practicar la introspección o exploración interior.

¿Quién soy verdaderamente? No quien quiero ser porque lo son otros o como quieren que sea, ¿quién siento que soy?, ¿cómo es realmente el ser que habita dentro de mi?, ¿qué voz está deseando salir desde dentro de mi para ser escuchada?. ¿Qué necesita mi ser? No mi ego. Todo esto tiene que ver con nuestros valores personales (no los socialmente impuestos), con nuestras verdaderas motivaciones (nuestro perfil motivacional), nuestro temperamento (esa tendencia a ser que no ha venido dada), y con nuestro potencial, esa capacidad de ser y de llegar a ser que todos queremos aportar al mundo, y que sea reconocida como valiosa.

2.- Establecer metas y objetivos con encaje

¿Qué es lo que el ser que me habita quiere hacer en la vida? ¿Qué le apasiona? ¿Qué le hace vibrar? ¿Qué hace encender su ira cuando no ve en el mundo aquello que quiere contemplar? ¿Por qué quiero luchar? ¿Para qué quiero hacerlo? Detrás de estas preguntas se esconde la respuesta a nuestro propósito vital, aquello que es verdaderamente importante y significativo para nuestra vida y para nuestro ser. Vivir cada día en nuestro propósito supone tener el hábito de fijar objetivos que encaje con él. Aquí te dejo una herramienta que te puede servir para fijarlos.  Lograr nuestros objetivos y en la forma que encaja con nosotros es la fuente de satisfacción que día a día construye una vida plena.

3.- Amaestrar nuestra atención y nuestra voluntad

Una vez hemos conectado con nuestro verdadero ser, con nuestro propósito y con nuestro objetivo, no debemos distraernos, ni apartar el foco de él. Las tentaciones, distracciones, dudas y nuevas oportunidades serán constantes. El maremagnum de informaciones y estímulos a los que estamos sometidos hace peligrar constantemente nuestra atención y nuestra voluntad.

Escucha y observa, pero mantén vivas en tu cabeza siempre estas preguntas: esto nuevo que me llega ¿me acerca o me aleja de mi objetivo? Esto que me proponen, que me dicen, ¿me mantiene en mi camino o me aparta de é? Esto que voy a hacer ¿encaja con quien soy? No desperdicies tu energía en temas, acciones, oportunidades, personas, relaciones, o proyectos, que te aparten de tu propósito.

4.- Apostar por nuestro potencial y ponerlo en valor

Olvídate de hacerlo todo tú, de querer hacerlo todo bien, de ser perfecto, de demostrar que puedes con todo. Concéntrate en hacer aquello en lo que realmente eres bueno, poténcialo y llévalo al máximo nivel. Lo demás, busca en quien delegarlo, busca quien te complemente, o gestiónalo hasta el nivel necesario para que no te genere problemas.

El tiempo que dedicas a ser perfecto, infalible e imprescindible lo estas quitando de ser realmente único y hacerlo ver. Comienza por preguntarte ¿en qué eres bueno? ¿Donde eso aporta valor? Y dirige tus esfuerzos a ese campo de juego, no te empeñes en querer jugar en todos sitios, todos tenemos nuestro lugar, la clave de la plenitud en la vida es encontrarlo. Como dice Ken Robinson, «vivir en nuestro elemento»

5.- Practicar el arte del equilibrio

Somos un conjunto de necesidades que están luchando de forma constante por imponerse unas a otras. Necesitamos estar solos y tener nuestro margen de independencia y libertad, pero también necesitamos sentirnos queridos, acompañados, y comprendidos por otros. Tenemos diferentes roles que demandas diferentes comportamientos. Hay diferentes facetas en nuestra vida que requieren ser atendidas. El punto de equilibrio entre nuestros distintos roles, áreas de la vida y necesidades varía, pero somos nosotros el que lo establecemos y luego tenemos que mantenerlo. Sin equilibrio la vida se resquebraja.

¿En qué punto de mi vida estoy en este momento? ¿Dónde quiero que esté mi punto de equilibrio? ¿Cómo voy a lograrlo? Al final se trata de un tema de asignación de tiempos y, por tanto, de establecimiento de prioridades. Decide tu orden de prioridades y el tiempo que le asignas para hacer realidad tu punto de equilibrio. Esta herramienta te puede ayudar a reflexionar sobre donde quieres situar tu punto de equilibrio.

6.-Mantener una buena ecología emocional y relacional

Nadie es emocionalmente autosuficiente, todos necesitamos rodearnos de un círculo de relaciones que nos proporcionen un afecto sano, que nos aporten y en las que aportemos. La mayor parte de nuestra energía se genera o destruye en las relaciones con los demás. Las relaciones que construimos deben estar basadas en una generosidad inteligente, yo te doy lo que tengo que te aporta y valoras, y tu me das lo que tienes que me aporta y valoro. Si no hay enriquecimiento y crecimiento mutuo en una relación no es sana, porque sería una relación desequilibrada. Si yo soy el medio para que tu consigas tus deseos o satisfagas tus necesidades, sin tener en cuenta las mías, no es una relación ecológica, y nuestra emocionalidad se verá resentida. No se trata de dar lo mismo, precisamente las relaciones existen porque nos aportamos mutuamente cosas diferentes, pero en ese intercambio tiene que haber un equilibrio y un beneficio mutuo, sino nuestra ecología emocional se pone en riesgo.

Practica la limpieza emocional y relacional de forma habitual. Aléjate de las relaciones que son ficticias, interesadas, insanas y que no te hacen crecer. Las reconocerás por las emociones que se despiertan de forma continua cada vez que estas con esa persona. Con quién te relaciones también dice quien eres. 

7.- Practicar la autonomía de elección y la libertad de expresión

No dejes que elijan por ti, que decidan por ti, ni con buena ni con mala intención. No dejes que te solucionen tus problemas, ni que te ayuden cuando no lo pides. Tu eres quien está al mando de tu vida, quien realmente sabe lo que necesitas. Eres responsable de tu vida, eso implica elegir y asumir las consecuencias de la elección. Di NO cuando quieras decir NO, di SI cuando quieras decir SI, no calles cuando no estas de acuerdo, no permitas cuando no quieras permitir. Elegir sabiamente es elegir de acuerdo a lo que nuestro ser necesita,  a lo que nos ayuda a lograr nuestro propósito en la vida y a alcanzar los objetivos que nos marcamos. Este tipo de elección sabia solo la puedes hacer tu, no hay nadie más capacitado para ello. Cuando decides en base a lo que otros quieren, piensan, u opinan o para agradarles o satisfacerles, estás renunciando a ti.

No te calles, expresa lo que sientes, lo que quieres, lo que necesitas y lo que opinas. Es la única forma de llevar la vida que queremos. Eso sí con empatía, respeto y asertividad, pero no te calles, no ahogues tu voz, porque con ello estas ahogando tu ser. Estoy convencida de que la mayor parte de dolores físicos y enfermedades tienen mucho que ver con acallar nuestra voz. “El cuerpo grita lo que la boca calla”.

Si estas enfadado/a, decepcionado/a, molesto/a…. exprésalo con razones y asumiendo que es tu enfado, tu decepción y tu molestia. No esperes que te lo solucionen otros, ni incluso que lo compartan, pero tu exprésalo.

8.- Actuar con consciencia y responsabilidad

Sin acción no hay cambio, ni logros, ni  plenitud. La mayor parte de las frustraciones e insatisfacciones derivan de vivir en las intenciones, quejas y deseos, en vez de hacerlos realidad o cambiarlos a través de la acción. Actúa en base a decisiones sabiamente elegidas, se consciente de lo que eliges, para qué y por qué, sé consciente de lo que haces y de sus efectos, resultados o las consecuencias que genera. Asume con responsabilidad todo ello porque están derivados de tus elecciones y acciones y, al final, eso es lo que somos y la vida que tenemos. Somos el resultado de nuestras elecciones y de nuestras acciones.

Concéntrate en hacer aquello que depende de ti y que está bajo tu control directo.  Los demás no entran en tu área de influencia, pretender que hagan algo para lograr lo que nosotros queremos implica esperar sentado a que las cosas pasen cuando las decidan o hagan otros. Y ya se sabe que «el que espera, desespera». Pon el foco en lo que puedes hacer y hazlo, y olvídate de lo que no puedes, salvo que lo puedas cambiar y, entonces, ya sabes: actúa, cámbialo.

No pierdas de vista esta secuencia: objetivo-elección alternativas-decisión-acción-reflexión y, vuelta a empezar. Si te saltas algún paso o la interrumpes te impide llevar una vida plena.

9.- Parar y contemplar

Parar para coger aliento, para oxigenarnos, para contemplar cómo estamos, cómo nos sentimos, por donde vamos. Si vamos bien o vamos mal, si nos estamos apartando del camino o si hay algo que no está encajando. Parar para practicar la introspección, para conectar con nuestro propósito, para escuchar nuestra voz, para elegir sabiamente, para expresarnos asertivamente, para focalizarnos, para equilibrarnos.

No te abalances de un mail a otro, de una llamada a otra, de una reunión a otra, de una tarea a otra. Para, maneja los tránsitos, concédete un tiempo para observarte, para ser consciente, para elegir bien el próximo paso, por muy pequeño e insignificante que este te parezca.

Para varias veces al día, para varias veces a la semana, al mes y al año. Las paradas serán de menos o más larga duración, según la intensidad de la velocidad de la que vienes, del nivel de desorden en el que te encuentras y de la magnitud del próximo paso a dar. Para y obsérvate en el pasado inmediato, en el presente y en el futuro. ¿Esto que he hecho es lo mejor que podría haber hecho? ¿Cómo estoy aquí y ahora? ¿Esto qué voy a hacer es lo mejor que podría hacer ahora? ¿Cómo encaja y contribuye todo ello con mi ser y con mi propósito?

 

 

Parar te conecta a la vida, no hacerlo te permitirá existir pero no vivir.  Si quieres recorrer el camino de la vida plena, estaré encantada de ayudarte. Puedes comenzar por adentrarte en la lectura de mi último libro «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito». Ediciones Pirámide 2022.

Autora: Maria Luisa de Miguel

Directora de la Escuela de Mentoring.

 

Un año más nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, forma parte del claustro de profesores del Master de Dirección y Administración de Empresas de la Universidad de Oviedo, impartiendo el módulo de Liderazgo.

Formar en Liderazgo a los alumnos de esté Master es invertir en un capital de liderazgo consistente, pues ellos serán los futuros directivos y/o propietarios de empresas del mañana. El liderazgo es uno de los temas que más nos apasionan y al que dedicamos gran parte de la actividad de la Escuela.  

Son muchos los artículos sobre liderazgo publicados en esta web y nuestro blog: liderar con sabiduríaliderazgo consistenteel lider silencioso10 competencias del lider mentorel círculo de oro del liderazgo¿qué estilo de liderazgo es más efectivo?, el el propósito hace al líder, por citar algunos. Además tenemos un modelo propio de desarrollo del liderazgo, que ya hemos implementado en varias empresas. 

Todos ellos tratan de poner de relieve la importancia del liderazgo, porque liderar es influir, y todos conscientemente o no influimos con nuestro discurso y nuestro comportamiento. Por eso es importante ser un líder excelente lo cual requiere presencia, consciencia y congruencia. Y todas ellas se manifiestan día a día en nuestra forma de estar en el mundo, en nuestra actitud, en nuestro comportamiento, en nuestros movimientos, en nuestro lenguaje corporal, en nuestro discurso, y en el sentido y dirección que imprimimos a todo lo que hacemos y decimos.

Liderar es influir, y por eso es tan importante ser conscientes en todo momento de en qué queremos influir y cómo lo estamos haciendo, lo cual precisa de altas dosis de atención y observación sobre nuestra presencia y nuestro discurso, sobre la imagen que estamos proyectando, y sobre lo que estamos comunicando.

La excelencia en el liderazgo requiere de una solidez flexible, de una originalidad congruente, y de una rebeldía convincente. Necesitamos una nueva ola de líderes consistentes que sepan impulsar y gestionar los cambios en esta época de turbulencias que nos ha tocado vivir. Poder contribuir a la formación de los líderes del futuro, hombres y mujeres de entre 25 y 32 años, que quieren aportar al mundo su saber, su energía, sus ideas y su trabajo a través de la dirección y gestión de empresas, es toda una responsabilidad y una oportunidad para seguir siendo parte del cambio y la transformación social que muchos buscamos y estamos construyendo.

El 1o de Marzo tendremos la oportunidad de compartir nuestra experiencia y visión del liderazgo con  25 alumnos y alumnas a los que les hablaremos de como liderar organizaciones en entornos cambiantes y diversos

1.- El liderazgo en entornos cambiantes y diversos. Estilos de Liderazgo y Liderazgo Fluido
2.- El Líder consistente. Habilidades y Comportamientos efectivos para un liderazgo sólido y sostenible
3.-Las 5 mentalidades de un líder y como gestionarlas
4.- El líder como catalizador del cambio. La Alquimia de la motivación para el cambio.
5.- La gestión de la diversidad y las diferencias. Liderazgo y Habilidades inclusivas.

 

Anna Conte, directora de la Plataforma «Mujer Emprendedora»  entrevista a nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, sobre su último libro «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito» Ediciones Pirámide 2022.

En la entrevista conversan sobre el proceso motivacional, cuáles son las claves de la alquimia de la motivación, como están vinculados el propósito personal y la felicidad, como un protagonismo excesivo de la motivación extrínseca, el culto a placer, el deseo y la necesidad de recompensa inmediata nos está haciendo infelices y como la solución pasa por saber motivar la voluntad para que sea fuerte y pueda inhibir los impulsos y hacernos más conscientes de nuestras elecciones.

Lo que defiendo en el libro es que el hilo conductor de nuestra felicidad es el propósito. Séneca decía que “La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada.” Para ello necesitamos contar con un buen argumento, que nos lo proporciona el propósito. Además, será preciso que no perdamos el hilo argumental al escribir cada página y cada historia de nuestra obra personal. Lo que se traduce en que nuestras acciones estén conectadas a dicho propósito.

La voluntad nos ayuda a no perder ese hilo, a no desviarnos de la trama que queremos contar. Lo hace con determinación porque está motivada en el propósito, que es el punto de apoyo para mover todos los recursos, internos y externos que requiere una vida feliz. Dentro de esos recursos, es muy importante utilizar nuestra capacidad reflexiva para aprender de la experiencia y nuestro pensamiento crítico para poner en cuarentena todos los estímulos e información que nos llega y no dejarnos arrastrar por los impulsos, ejerciendo sobre ellos nuestra voluntad.

El mejor algoritmo de nuestra felicidad es el propósito.

Si quieres disfrutar de la entrevista completa puedes verla en este enlace a la plataforma «Mujer Emprendedora».

 

 

 

Y para seguir profundizando sobre la motivación te recomendamos la lectura del libro «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito». 

 

Dentro de la sección que la Escuela de Mentoring tiene en la Revista ORH, en el mes de Diciembre, nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel publica un artículo sobre  bajo el título «Conversaciones entorno a La Alquimia de la Motivación».

 

El propósito es el motor principal de nuestras vidas, es el leitmotiv para nuestra motivación, esa acción que, impulsada por nuestra voluntad, nos hace actuar y conseguir nuestros sueños y alcanzar la felicidad, y dejar de ser un “yo controlado” por un “yo que controla”. Pero para lograrlo, los seres humanos necesitamos trabajar profundamente el autoconocimiento, aprender a gestionar nuestras habilidades y emociones y tener recursos y herramientas para afrontarlo. A través de una charla entre tres expertas en psicología, motivación y gestión de personas, María Luisa de Miguel, Beatriz Valderrama y Vanessa Leal, aportan una serie de útiles consejos sobre la alquimia motivacional y los procesos de mejora y aprendizaje que nos lleven a una vida completa y alineada con nuestro propósito.

 

Este artículo surge a raíz de la presentación del Libro «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito», de nuestra Directora Mª Luisa de Miguel, organizada por EMCC Spain.  Durante la misma, Mª Luisa de Miguel mantuvo una interesante conversación con Beatriz Valderrama, Doctora en Psicología y Presidenta de EMCC Spain, y Vanessa Leal Lugo, Ejecutiva Principal Capital Humano en el Banco de Desarrollo para América Latina, en torno al libro.

En ella hablaron sobre el propósito como motor principal de nuestra motivación, de la relación entre voluntad, propósito, motivación y felicidad y de la necesidad de entrenar y fortalecer una voluntad bien motivada para dejar de ser un “yo controlado” y comenzar a ser un “yo que controla”. También de la importancia del autoconocimiento, la autorregulación motivacional y la práctica reflexiva para pasar de “buscadores” a “productores» de felicidad  y disfrutar de una vida significativa.

Si quieres leer el artículo completo puedes consultarlo en el número publicado en el nº 182 de la Revista ORH Diciembre 2022.  Te invitamos a suscribirte a la misma a través de este enlace y disfrutar de una amplia gama de contenido experto para la gestión del talento.

 

Si quieres conocer más sobre «La Alquimia de la Motivación», te invitamos a leer el libro de María Luisa de Miguel que puedes adquirir en diversos portales de compra online y librerías. 

A través de su páginas descubrirás cómo trabajar la voluntad, en conexión con tu perfil motivacional, te ayudará a ser más efectivo en el logro de tus metas y experimentar una vida más plena y significativa. En él encontrarás las claves para sacar el máximo partido a tus funciones ejecutivas, que son las que nos permiten ser un «yo que controla», en lugar de ser un «yo controlado» por los mercados.

La Asociación Española de Ejecutiv@s y Consejer@s (EJE&CON) se hizo eco a través de su perfil en Linkedin de la publicación del libro de nuestra Directora, Mª Luisa de Miguel: «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito». Ediciones Pirámide 2022.

 

Nuestra socia Maria Luisa de Miguel Corrales ha escrito varios libros en los últimos años. ‘La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito’ (Pirámide, 2022) nos invita a reflexionar sobre cómo estamos viviendo, cómo estamos ejerciendo el control sobre nuestras vidas y qué influencia tiene en ello una hipermotivación extrínseca excesiva en detrimento de una voluntad más fuerte y reflexiva.

En su libro ‘Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional’ (Pirámide, 2019), la autora nos habla del mentoring y nos presenta la ruta para navegar en la era del aprendizaje, descubriendo un modelo para construir relaciones y mantener conversaciones transformadoras.

¡Enhorabuena! 👏 Para nosotros es un placer contar con profesionales tan cualificados como María Luisa.

 

La Directora de la Escuela de Mentoring, María Luisa de Miguel, pertenece desde hace años a EJE&CON y es miembro del Foro de Recursos Humanos de dicha entidad. Muy agradecidos a EJE&CON por recomendar su ultimo libro y difundir su labor como escritora.

Si quieres conocer más sobre «La Alquimia de la Motivación», te invitamos a leer el libro de María Luisa de Miguel que puedes adquirir en diversos portales de compra online y librerías. 

A través de su páginas descubrirás cómo trabajar la voluntad, en conexión con tu perfil motivacional, te ayudará a ser más efectivo en el logro de tus metas y experimentar una vida más plena y significativa. En él encontrarás las claves para sacar el máximo partido a tus funciones ejecutivas, que son las que nos permiten ser un «yo que controla», en lugar de ser un «yo controlado» por los mercados.

La Revista Capital Humano, en su edición de Enero 2023, publica una entrevista a nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, sobre su último libro «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito» Ediciones Pirámide 2022.

En ella, su Editora Jefe, Mercedes de la Rosa Valverde, conversa con Mª Luisa acerca de algunas de las ideas contenidas en el libro: dónde reside realmente nuestra motivación y que relación tiene con la felicidad, qué cambios nos ha traído la crisis sanitaria COVID-19 a nivel motivacional, cómo afecta a nuestra motivación la vorágine de cambios a los que estamos sometidos día a día, que consecuencias tiene para nuestra vida un hipermotivación extrínseca constante, cómo está enfocando el mundo de la empresa el tema de la motivación, ¿realmente podemos hablar del líder motivador?

El cambio constante nos genera incertidumbre, nos hace tener que estar continuamente aprendiendo y desaprendiendo, todo lo cual nos hace sentirnos inseguros. Como esta sensación nos desagrada la queremos evitar a toda costa. La forma de hacerlo es experimentando el placer de la gratificación instantánea, por eso nos hemos vuelto impacientes ante la presencia de cualquier malestar y, en paralelo, impulsados a eliminarlo y enganchados a todo aquello que lo sofoque.

El sistema económico se nutre de ello y ha sabido crear el engranaje perfecto para seguir engordando: produce cambios de manera continua y luego para calmar nuestra ansiedad nos suministra el deleite instantáneo creando una demanda de bienes y servicios que la gente no necesita y que solo busca satisfacer anhelos artificiales. Todo ello ha contribuido a lo que muchos llaman «la generación de ya», acostumbrada a tenerlo todo a golpe de click, ha desarrollado una intolerancia a la demora de la gratificación y una forma de vida impulsiva. Este hacer constante, irreflexivo, impulsivo e inconsciente nos agota y eso desgasta nuestra energía, que está muy relacionada con la motivación. Además, el hacer irreflexivo e impulsivo es un hacer sin sentido, sin motivo, lo que también acaba desmotivándonos y debilitando nuestra fuerza de voluntad.

Si quieres disfrutar de la entrevista completa puedes verla en este enlace a la Revista Capital Humano.

 

 

 

Y para seguir profundizando sobre la motivación te recomendamos la lectura del libro «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito». 

Ser mentor es un camino de largo recorrido en el que deben estar muy alineados el ser, el saber y el hacer, porque no se trata solo ponerse delante de una persona y darle consejos acerca de lo que tiene que hacer o no hacer para lograr lo que quiere. Es mucho más, ser mentor es adquirir un compromiso con el desarrollo personal y profesional de otras personas.

El «ser» representa la esencia de un mentor, lo que le define, y no tiene nada que ver con su forma de hacer, con su experiencia, con su conocimiento, sino con su propósito, su compromiso, con los valores que ejemplifica al hacer mentoring, con su actitud ante las personas a las que guía. 

El «saber» es el conocimiento que nos permite comprender y acompañar con efectividad los procesos de aprendizaje, cambio y desarrollo de otros, pues sin él nuestras buenas intenciones y disposición a veces puede causar más mal que bien en las personas. 

El «hacer» son las habilidades que hay que desarrollar y poner en práctica para contribuir de la mejor forma posible al desarrollo de otros.

Los mentores somos caminantes, peregrinos que recorren un camino acompañando a otros a desarrollar todo su potencial para lograr sus metas y realizarse como personas, ya sea como emprendedores, como profesionales independientes, como directivos,  profesores, logrando su primer empleo, mejorando el que tienen, tomando una decisión importante en sus vidas, etc.

No todo el mundo ejerce como mentor por los mismos motivos y estos cambian mucho el tipo de mentor/a que somos. A lo largo 22 años de experiencia dedicada al mentoring he formando a más de 6000 mentores, en diferentes lugares del mundo y con diferentes perfiles, y he visto muchas y diversas motivaciones para ser mentores: dinero, prestigio, obligación, admiración, reconocimiento, marca personal, diferenciación, necesidad de demostrar cuanto se, cuán experto soy, necesidad de tener seguidores e imitadores, deseo de contribuir, interés por desarrollar a otros…

El camino de ser mentor se puede recorrer por diferentes motivaciones, pero solo hay una que marca la diferencia y que te lleva a ser un mentor/a excelente: un genuino interés por invertir en el desarrollo de otros para que puedan lograr sus metas y realizarse; disfrutar el éxito de otros como si fuera el propio, sin apropiarse de él, lo que llamo “Felicidad Indirecta”, la misma que experimenta un sherpa, pues su satisfacción no está en el número de veces que ha logrado personalmente llegar a la cumbre del Everest, sino en el número de veces que ha ayudado a otros a alcanzar la cima.

Por eso como buenos peregrinos no debemos perder nunca nuestro norte, nuestro santuario: acompañar a otros para que logren por sí mismos sus metas. No debemos perderlo o cambiarlo por el reconocimiento, el prestigio, la popularidad, la fama, el estatus, porque en el momento que lo hagamos, no solo dejaremos de ser mentores, sino que estaremos limitando el desarrollo de otros. 

Ser mentor y acompañar a nuestro mentee durante todo el proceso de mentoring es una experiencia de aprendizaje que te reta, te cambia y te transforma, porque aprenderás de tu mentee, sobre ti mismo, sobre las personas, sobre las relaciones y sobre la vida. 

El “ser”: la esencia de un mentor/a excelente

1.- CREYENTE: Un mentor es un creyente. Cree firmemente en que todas las personas tienen un potencial a desarrollar y una inclinación natural a hacerlo. Otra cosa distinta es que conozcan o no ese potencial, tengan más o menos, sepan como desplegarlo o que esa inclinación natural esté bloqueada o desentrenada. 

Creemos que las personas son lo suficientemente inteligentes para encontrar las respuestas por sí mismas, no necesitan que otro se las de. Creemos que el talento no brota siempre por sí solo, a veces hay que despertarlo, activarlo y ofrecerle las oportunidades adecuadas para desarrollarlo.

2.- SERVIDOR:  Un mentor excelente lo es por vocación, tenemos una inclinación natural a  acompañar a otros a superarse, a desarrollarse por sí mismos. Esto es lo que nos ayuda a no dirigir, a acompañar orientando, respetando la individualidad de aquellos a quienes acompañamos, sin imponer nuestros puntos de vista, nuestra manera de ver y hacer las cosas. Aceptamos de forma incondicional a nuestros mentees y nos adaptamos a ellos, a sus características personales, a su forma y ritmo de aprender, respetando sus decisiones y no tratando de influirlas o cambiarlas. Somos un instrumento al servicio de su desarrollo.

3.- APRENDIZ ETERNO: estamos siempre abiertos a la experiencia, por mucha que tengamos nos enfrentamos a cada actividad, a cada situación y al propio proceso de ser mentor con una mentalidad de principiante. No nos quedamos instalados en nuestra atalaya de conocimiento, sino que pisamos la arena para aprender de la experiencia de ser mentor, de nuestros mentees y  de cada sesión de mentoring. Acudimos a ellas como si fuera la primera, sin prejuicios, sin juicios, sin ideas preestablecidas, sin plan, sin herramientas o preguntas predeterminadas, abiertos a escuchar lo que el mentee trae en ese momento, lo que necesita para seguir avanzando y ayudarle desde ahí. 

Esto requiere saber lidiar con la incertidumbre, saber tolerar la frustración de no entender lo que le pasa al mentee y como ayudarle, de no encontrar la pregunta adecuada, de no saber si el mentee ha avanzado o no en su objetivo desde la anterior sesión, de no saber que me voy a encontrar, además de muchísima paciencia y flexibilidad.  

El mentoring no es una práctica estructurada, estandarizada y rígida, no es un proceso en el que en se sabe de antemano en cada sesión qué hacer y cómo, porque cada persona necesita cosas diferentes, tiene circunstancias y problemas distintos, ritmos y estilos de aprendizaje diversos y objetivos muy personales a lograr. Ser mentor te pone a prueba: muchas veces, no sabrás cómo hacer la pregunta más adecuada, cuándo intervenir y cuándo no, qué pasa entre las sesiones, cómo va a llegar el mentee a la siguiente sesión; otras, te encontrarás con mentees que les cuesta abrirse, que dudan mucho, que no saben que quieren, a los que te cuesta seguirles el hilo de la conversación y pondrán a prueba tu capacidad de adaptación, de pericia y de paciencia. 

4.- HERMANO: El mentoring es una relación de hermano a hermano, de ser humano a ser humano, sin jerarquías, sin relaciones asimétricas o de poder, sin «yo sé y tu no», o «yo sé más» (porque soy más mayor, tengo más experiencia, he tenido mucho éxito en la vida, o tengo 3 master en las mejores universidades del mundo). La humildad y la empatía son importantes características de un mentor, que se traducen en escuchar para conocer y comprender al mentee, sin juicios, respetando quién es, aunque no nos guste y no estemos de acuerdo con él. 

Cuando nos hermanamos las personas se abren y eso es lo que permite aflorar el talento para poder desarrollarlo. Desde la hermandad tu actitud es la de estar ante otro ser humano que es experto en sí mismo, que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo, le podrá faltar información, podrá estar bloqueado, dudar, pero una vez que todo esto se despeje sabrá como lograr sus objetivos.  

5.- RESONANTE: la resonancia amplifica y prolonga el impacto de las palabras, las acciones, las sensaciones y los aprendizajes. Hace que tus actos (una pregunta, una palabra, una frase, una forma de hacer) se mantengan presentes, a pesar de la distancia, y sigan sirviendo como fuente de aprendizaje a tu mentee, porque le resuenan una y otra vez en su cabeza, como si estuvieran flotando en el aire y no se pudieran despegar de ellas. La resonancia propicia aprendizajes significativos, esos que nunca se olvidan y afloran en los momentos vitales y decisivos, convirtiéndolos en uno de sus mejores recursos para el cambio y el logro de metas.

Para resonar necesitamos tener una presencia plena y consciente en las sesiones de mentoring, estar solo centrados en nuestro mentee, sin diálogo interno, sin distracciones, sin interrupciones, escuchando con atención plena, actuando con autenticidad, honestidad y congruencia. Solo así evitaremos que nuestras emociones, creencias, juicios y prejuicios intoxiquen la relación, sesguen la visión que tenemos del mentee y condicionen la forma de guiarlo adecuadamente, según sus necesidades. Un mentor tiene que tener un alto grado de autoconocimiento y de consciencia interior y exterior, implica saber convivir y estar a gusto con el silencio, desconectarse de todo lo ajeno al rol de mentor antes de cada sesión y durante la misma. 

6.-INVERSOR: invertimos en el desarrollo de otros, en potenciar la inteligencia de las personas a las que acompañamos para que logren metas por sí mismos, no les hacemos el trabajo, no les decimos qué tienen que hacer o cómo hacerlo.  

La diferencia entre invertir o intervenir, para resolver o salvar, se traduce, en la mayor parte de los casos, en preguntar en lugar de opinar o responder, en escuchar más que en hablar. Lo contrario genera dependencia. Si rescatamos, solucionamos o respondemos por otros ¿qué pasará cuando no estemos ahí para hacerlo? ¿cómo resolverán o decidirán? ¿cómo aprenderán a encontrar sus propias respuestas, a crear su propia sabiduría?

Invertimos cuando ayudamos a reflexionar a nuestros mentees para que tomen decisiones, cuando no influimos en ellas, cuando no evitamos o impedimos que las tomen, cuando creemos que nos son son adecuadas o les van a generar problemas. Invertimos cuando estamos ahí para ayudarles a aprender de los errores cuando se equivocan, porque lo contrario lo privará de ese aprendizaje o le desposeerá de la propiedad de su éxito. De la misma forma que un entrenador de fútbol no salta al campo para tirar un penalti porque cree que su jugador lo va a fallar, los mentores no intervenimos en las decisiones de nuestros mentees, no resolvemos sus problemas. Nuestro rol y responsabilidad es entrenar, no jugar.

Todo ello se traduce en que más del 60% de la conversación en una sesión de mentoring debe ocuparla el mentee, las ideas, las decisiones , las acciones deben surgir del mentee. El mentor debe saber practicar una generosidad inteligente: no hacer, ni dar lo que el mentee puede hacer o conseguir por sí mismo; no hacer, ni dar más de lo que el mentee hace o aporta. 

Aunque tengamos la respuesta, no debemos darla. Si lo hacemos se pierde el momento didáctico, la oportunidad del aprendizaje significativo del mentee. Los mentores debemos ser socráticos: hacer la pregunta y dejar que surja la respuesta. Con la respuesta resolvemos, tiramos el penalti y marcamos el gol. Con la pregunta ayudamos a que el mentee aprenda a encontrar sus respuestas, a resolver sus problemas, a tirar penaltis y marcar goles. Nuestra función es pasar la pelota a quien tiene que marcar el gol. 

Un mentor es un inversor porque invierte en el autoconocimiento, autoconfianza, autoreflexión, automotivación, autofeedback de su mentee, activando sus recursos para que puedan producir resultados de forma independiente. Invertimos nuestra inteligencia en potenciar la del mentee, invertimos en su habilidad para resolver problemas y saber evitarlos en el futuro, para incrementar su capacidad de dirigir su propio aprendizaje, su desarrollo y su vida. 

7.- INSPIRADO E INSPIRADOR: un mentor es una fuente de inspiración porque despierta en su mentee las ganas de superarse, de experimentar, de probarse, de arriesgarse a apostar por lo que quiere y esto solo es posible a través del ejemplo, la coherencia y la credibilidad. 

Para inspirar a otros hay que estar inspirado. Una persona inspirada está conectada a sus fuentes de valor y energía: su propósito, sus valores, sus sueños, sus batallas personales para conseguirlos (con éxitos y fracasos), sus pasiones, sus emociones y su  legado. Cuando estamos inspirados contagiamos energía, resonamos y esto sirve de impulso al mentee para comprometerse con su meta. 

8.- LIBERTADOR: somos aceleradores de las carreras profesionales de otros porque les ayudamos a liberar todo su potencial, a desarrollarlo y usarlo para lograr sus metas. Lo hacemos creando un contexto de seguridad psicológica y reto, que facilita el pensamiento, estimula la creatividad, incentiva el atrevimiento intelectual y despierta la motivación Todo ello contribuye a un ciclo virtuoso de experimentación-reflexión, que que permite expresar ese potencial, ponerlo en acción, obtener resultados y convertir la experiencia en aprendizaje para seguir mejorando y creciendo.   

Brindamos ocasiones para poner en acción el talento diferencial de cada persona, conectándolo a las oportunidades que lo hacen posible y haciendo visibles sus logros y contribuciones. Ayudamos a eliminar los bloqueos (internos y externos) que les impiden desarrollarse: miedos, vergüenzas, dudas, creencias limitantes, falta de oportunidades, falta de información, de opciones, contextos inadecuados….. 

Un libertador del potencial deja espacio para pensar, expresar y hacer, para contribuir, reflexionar, parar y repensar, evitando la tendencia a ocupar la conversación con nuestras opiniones, ideas o sugerencias. Esto implica cambiar la proporción entre escuchar y hablar, para que otros puedan tener el espacio de compartir lo que saben, así como saber sostener los silencios para dejar pensar y atreverse a expresar. 

9.- ALQUIMISTA: un mentor sabe como ser un catalizador del cambio del mentee, ayudándole a transformar su negatividad en positividad, sus dudas en claridad, su inseguridad en confianza, su inacción en acción. Lo hace estimulando su pensamiento a través de una conversación reflexiva: primero escucha con atención para comprender que es lo que quiere exactamente el mentee y dónde está teniendo dificultades para lograrlo, reformula y enmarca el tema de la sesión y realiza preguntas provocadoras para guiar un proceso de toma de decisiones sólidas. Preguntas que obligan al mentee a pensar y repensar, a concretar, a aportar evidencias, cuestionar suposiciones, a mirar las cosas desde otro punto de vista, a ponernos en el lugar de otros. 

Ser un alquimista conversacional supone darse cuenta que nuestra mayor contribución es hacer preguntas que favorezcan un pensamiento de calidad. Que nuestra experiencia y conocimientos no solo sirven para transmitirlos, sino también para hacer buenas preguntas. 

El “saber” para acompañar con rigor y responsabilidad

Querer ayudar a otros a desarrollarse no significa poder hacerlo y hacerlo bien. A veces querer no es suficiente, el deseo de ayudar puede ser muy perjudicial si se ejecuta en forma inadecuada, por eso hay que saber como escuchar, como preguntar, como influye la manera de conversar en el desarrollo de las personas, saber dar feedback, aconsejar neutralmente o identificar cuando aportar ideas y cuando no. 

Antes de ponerte a ejercer como mentor, por mucho que te motive, pregúntate: ¿estoy suficientemente preparado? ¿mi experiencia es suficiente para acompañar a otros? ¿necesito cambiar algo en mi forma de relacionarme con las personas, en mi forma de conversar? ¿qué necesito saber para hacerlo bien? En líneas generales como funcionan los procesos de pensamiento, toma de decisiones, aprendizaje, cambio y desarrollo de las personas, cómo impactan las relaciones y conversaciones que mantenemos con ellos y como influyen los contextos, en los que interactúan, en todo lo anterior. En un plano más concreto, conviene tener siempre presente algunas claves:

-Que el pilar de cualquier proceso de aprendizaje, cambio y desarrollo es el autoconocimiento. Por eso los procesos de mentoring deben comenzar siempre por propiciarlo en el mentee a través de la indagación apreciativa y estratégica: Qué quiere, de dónde surge ese querer, que tiene y qué necesita para conseguirlo, dónde están sus mayores dificultades para lograrlo. Al hacerlo no sólo incrementareis su mayor recurso, sino que le estaremos conociendo y eso nos permitirá guiarlo mejor. 

-Que el desarrollo humano no es solo una cuestión intelectual, las emociones juegan un papel muy importante. Tenemos que saber ayudar al mentee a gestionarlas. Para cambiar el comportamiento primero hay que cambiar el pensamiento y antes la emoción. 

-Que las creencias tienen una influencia muy grande en nuestro comportamiento y nos pueden tanto limitar como potenciar. Hay que saber detectarlas y trabajarlas en favor del mentee y no se transforman con charlas motivacionales, masterclass, consejos e instrucciones, sino con preguntas, mucha escucha, paciencia, intuición y creatividad. 

-Que la idea “la gente no cambia porque no quiere” esforzarse, no está motivada, etc. es limitada y limitante. Las personas a veces no cambian porque no saben que tienen que cambiar (falta de consciencia), sienten que no pueden hacerlo (falta de autoeficacia) o no saben como hacerlo (falta de conocimiento, perspectiva, ideas, opciones) o no encuentran un motivo suficientemente importante para ello, un motivo que compense el esfuerzo, el tiempo y la pérdida del cambio. Cada una de estas causas del no cambio se trabaja de forma diferente. 

-Motivación no es igual a compromiso: las personas quieren, desean o necesitan muchas cosas y distintas pero se comprometen con muy pocas, porque el compromiso requiere una decisión de dedicar nuestro tiempo, energía y esfuerzo a lograr algo y ninguno de ellos es ilimitado. Cuando alguien se compromete elige invertir su tiempo y esfuerzo en un objetivo, renunciando a dedicar tiempo y esfuerzo a otras cosas. Nuestra función no es motivar, es ayudar a nuestros mentees a autorregularse motivacionalmente para lograr sus metas, a fortalecer su voluntad y su compromiso con ellas. 

-Que las mejores herramientas en el mentoring no son el CANVA, los objetivos SMART, los test u otras recetas prefabricadas en serie. Las mejores herramientas son el mentor, la relación y la conversación. Aparquemos esa obsesión por conocer herramientas, utilizar la última más innovadora, ocupar las sesiones con ellas; recordemos que una herramienta es un medio no un fin, un medio para facilitar el pensamiento del mentee, no para facilitar la labor del mentor. Los mentores no somos mecánicos, somos artesanos. No seguimos un manual de instrucciones que nos dice que botón apretar en cada momento, preguntamos, escuchamos, observamos y nos dejamos guiar por la persona a la que acompañamos.

El “hacer” para pasar de ser un mentor natural a ser un mentor intencional y efectivo. 

Si de verdad quieres ser un mentor que invierte en el desarrollo de otras personas para que logren sus metas y sean felices, a quien primero tienes que mentorizar es a ti mismo. Las primeras acciones de un mentor deben estar encaminadas a conocerse, a ser consciente de cuáles son nuestras tendencias naturales en las relaciones con las personas, a la hora de dirigir, liderar, trabajar en equipo, ser padres o madres y cómo de alineadas están con lo que significa ser mentor.

-¿Sueles microsupervisar a tus colaboradores o a tus hijos? Porque también lo voy a hacer con el mentee.

-¿Tiendes a acaparar las conversaciones? ¿Hablas más que escuchas? ¿Interrumpes? porque también lo vas a hacer en la sesiones de mentoring 

Una vez que conozcas tus tendencias trabaja sobre ellas para cambiar aquellas que no estén alineadas con el comportamiento  de un mentor excelente. 

La efectividad en el mentoring depende de pasar de ser un mentor natural a uno intencional, lo que implica ser un “aprendedor eficaz” de forma permanente. Aprender de cada proceso, de cada sesión y de cada relación con los diferentes mentees con los que trabajamos para ir interiorizando y desempeñando los comportamientos óptimos como mentor. Casi todos ellos están relacionados con habilidades de la inteligencia relacional para crear relaciones con engagement y la inteligencia conversacional para ser un alquimista conversacional: 

1.- Escuchar y observar con empatía

2.- Preguntar para facilitar el pensamiento y la toma decisiones

3.-Estimular la creatividad y ampliar las perspectivas para ampliar opciones

4.- Aportar conocimientos, recursos, experiencia de forma neutral e inteligente

5.- Retar para impulsar la acción y la experimentación.

6.- Visibilizar el talento del mentee y conectarlo con aliados estratégicos.

7.- Ser modelo de comportamientos para inspirarlos a ser cada día mejores y contar con referencias de cómo hacer las cosas para lograr metas.

Todas ellas son las que entrenamos y desarrollamos en nuestra Certificación Internacional en Mentoring, basada en nuestra metodología Integral Generative Mentoring, que te convertirán en un mentor excelente.

Continuamos nuestra colaboración  con Sintetia, el portal de divulgación para mentes inquietas, con un artículo en su sección de Economía bajo el título “Entrena tu voluntad: el antivirus de la impulsividad».

 

El cambio constante nos genera incertidumbre, la cual nos hace sentirnos inseguros, como esta sensación nos desagrada la queremos evitar a toda costa. La forma de hacerlo es experimentando el placer de la gratificación instantánea, por eso nos hemos vuelto impacientes ante la presencia de cualquier malestar y, en paralelo, impulsados a eliminarlo y enganchados a todo aquello que lo sofoque.

Como cada vez necesitamos consumir más para estar bien y satisfechos, trabajamos más para poder obtener el dinero con el que comprarlos e, incluso, nos endeudamos para hacerlo.Si no tomamos el control mediante el ejercicio de nuestra voluntad, lo ejercerán otros sobre nosotros: los que se enriquecen a costa de nuestra impaciencia, impulsividad y adicción a la satisfacción inmediata.

La voluntad motivada en el propósito es el árbitro de nuestra vida, ordena el juego de necesidades y deseos. Permite elegir cuáles atender y cómo en cada momento. Se basa en las metas en curso, en lugar de abalanzarse sin pensar ante cualquier promesa de placer inmediato y fácil que se nos presente. Para elegir hace falta un criterio sólido. Este lo proporciona el propósito personal, traducido en metas y objetivos que ayudan a realizarlo. La voluntad se motiva, se fundamenta en una causa que da sentido a todo: el propósito. Por eso cuando elige lo hace con conocimiento de causa y no de forma impulsiva y sin sentido.

Te invitamos a leer el artículo completo publicado en el mes de Enero en Sintetia. Deseamos que lo disfrutes y estaremos encantados de contar con tus comentarios.

 

 

 

 

 

Si te interesa ahondar en cómo fortalecer tu voluntad y vivir una vida más conectada a tu propósito te recomiendo mi último libro «La Alquimia de la Motivación: como motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito». Ediciones Pirámide 2022.

 

El título de este artículo puede resultar aparentemente fácil, sin embargo, es toda una declaración de intenciones y todo un ejercicio de inteligencia. Hasta el punto que podríamos hablar de un talento para la felicidad, que vendría a ser algo así como lo que expresa Jose Antonio Marina “la inteligencia que elige bien sus metas”.

Toda nuestra vida se dirime entre dos grandes metanecesidades: por una parte,  la supervivencia y, por otra, la felicidad, entendida como realización personal, eudaimonía. Las personas necesitamos respirar, comer, beber para seguir viviendo físicamente hablando, pero también necesitamos sentirnos bien, para que nuestra vida tenga sentido. No hemos venido al mundo solo para respirar, hay algo más que dota de sentido a nuestra existencia y supervivencia: satisfacer la necesidad de realizarnos, de ser lo que somos, de aportar lo que tenemos, lo que queremos dar. Ese sentirnos bien, tiene más que ver con la plenitud, el equilibrio, que con el simple placer o complacencia. Y ese sentirnos bien es muy personal, muy particular, es decir, la manera  en que cada persona se siente bien es diferente, porque la realización personal, es eso, personal, diferente, única e intransferible.

Creo, además, que esa necesidad de realizarnos está conectada con los demás, pues al realizarnos contribuimos a la realización de otros, nos unimos a los otros. Según Erich Fromm, el mayor miedo del ser humano es la soledad, en el sentido de separatividad, es decir, sentir que no pertenecemos a nada, que no estamos conectados con nada. El instinto de pertenencia es junto con el de supervivencia otro de los instintos básicos, lo que revela que la existencia no es individual es social, que nuestra realización personal no se satisface si no está conectada con nuestros semejantes.

A modo de resumen podríamos decir que nos sentimos vivos, emocionalmente hablando, cuando nos realizamos y al realizarnos nos conectamos con los demás. Así sería como el ser humano logra la homeostasis física y existencial.  El equilibrio físico se logra cuando tengo sed (necesidad) y bebo. Ahora bien, el equilibrio, llamémoslo emocional o en palabras de W. B. Cannon, equilibrio psicológico, se logra cuando satisfacemos necesidades de tipo emocional o psicológico: autosuficiencia, autoestima, conexión, pertenencia, afecto, amor, vinculo emocional, seguridad, diversión, y un largo etc.

La vida es, por tanto, una búsqueda constante del equilibrio dinámico entre nuestras necesidades y su satisfacción, y la forma en que tenemos de lograrlo es nuestro comportamiento, pues actuamos para colmar nuestras necesidades y alcanzar con ello nuestro equilibrio vital. Con la dificultad añadida de que en la satisfacción de nuestras necesidades tenemos que tener en cuenta como afectamos al equilibrio de los demás, puesto que, dado que el instinto de pertenecía es también una necesidad, a veces atender nuestras necesidades en detrimento de las ajenas puede acabar resultando insatisfactorio. El ansiado equilibrio requiere de altas dosis de negociación entre diferentes necesidades, que muchas veces son incompatibles entre si. El equilibrio es, por tanto, todo un ejercicio de malabarismo, donde nuestras herramientas principales serán el diálogo, la elección, la acción, y la evaluación-aprendizaje sobre los resultados. Diálogo entre nuestras diferentes necesidades, entre estas y las de los demás, y diálogo sobre los resultados de nuestra elección para aprender a elegir mejor en el futuro.

En cierta forma, el arte del equilibrio vital es el arte de la diplomacia, o lo que es lo mismo la capacidad de defender, proteger, satisfacer nuestros intereses (necesidades) frente a otros, dentro de una relación de concordia, amistad, y conexión. En definitiva, lograr satisfacer nuestras necesidades sin perder la conexión, sin separarnos del otro, que tiene también sus necesidades, las quiere satisfacer, y pueden no coincidir con las nuestras.

Cada día, sentimos diferentes necesidades, es más a lo largo de un mismo día podemos sentir varias: afecto, autosuficiencia, control, etc. Muchas de ellas incompatibles entre sí. Cuando sentimos una necesidad nuestro organismo busca instintivamente satisfacerla y, para ello, establece una meta, un objetivo, aquello mediante lo cual va a lograr aplacarla. En cuanto tenemos el objetivo, el objeto de nuestro deseo que va a saciar nuestra necesidad, ese deseo mueve nuestras acciones hacia la consecución de la meta. Comenzamos a movernos en su dirección y a actuar. El equilibrio solo se logra si este circuito se cierra satisfactoriamente. Y aquí está el quid de la cuestión de toda la felicidad humana, en el sentido de sensación de bienestar y satisfacción. Si no elegimos bien la meta, el objetivo, estamos condenados a la insatisfacción. Pero la cosa no es tan simple, porque en la elección de la meta se incluye también las aciones para lograrla y porque para elegir bien la meta es preciso, no solo, ser conscientes de nuestras verdaderas necesidades, sino también saber priorizarlas adecuadamente en cada momento.
Quiero compartir contigo gráficamente lo que sería vivir dentro de un circuito satisfactorio que aporta equilibrio dinámico y, por tanto, felicidad, y lo que sería vivir dentro de uno insatisfactorio. Así como, mostrarte en que fases del circuito puede aparecer la insatisfacción, o visto de otra forma más positiva, en qué fases debes trabajar para lograr que la satisfacción este presente a lo largo de todo el circuito.

Para comprender el circuito de la satisfacción humana y su relación con la felicidad es preciso clarificar previamente algunos conceptos. Cuando hablo de satisfacción no hablo de una sensación de placer puntual y efímera, sino de un estado de energía o emocionalidad positiva (alegría, paz, amor propio, confianza, seguridad) y de plenitud (realización, sentido y significatividad), que tiene unos efectos más duraderos en el tiempo. Una energía que nos ayuda a seguir queriendo lograr nuestro equilibrio vital y que nos aporta la confianza y la perseverancia para hacerlo. Cuando hablo de necesidades me refiero a necesidades que están conectadas con nuestros valores y motivaciones personales, y con la necesidad de realizar nuestro potencial. Hablo de necesidades como el sentimiento de competencia, de diferenciación, de justicia, de libertad, independencia, afecto, seguridad, y otras tantas, que más o menos compartimos los seres humanos, pero cuya intensidad y priorización varía de unos a otros. Esto es precisamente lo que nos hace diferentes, y lo que hace diferente la vía o el camino de nuestra realización/satisfacción personal y, por tanto, las metas y el camino que elegimos para ello.

Llegados a este punto se hace preciso aclarar otras cuestiones acerca de cómo hacer conscientes las necesidades, de cómo elegir bien las meta, y las acciones que nos ayudarán a alcanzarlas.

-Consciencia sobre las necesidades: para ser consciente de nuestras necesidades debemos conocer quienes somos realmente, qué nos importa, cuales son nuestros valores, nuestras verdaderas motivaciones,  aceptarlas y quererlas. La consciencia y el autoconocimiento son la clave para reconocer al instante cuándo nos visita una necesidad, o poner orden entre todas las que experimentamos. Por ejemplo, detrás de la necesidad de reconocimiento, mucha veces no aceptada, se esconde una necesidad de autoestima. El problema surge cuando me marco como objetivo lograr un premio (los me gusta y halagos de las redes sociales, hoy funcionan como los premios) o un puesto, o un proyecto, para satisfacer mi necesidad de reconocimiento, y lo logro, pero la satisfacción dura el tiempo que dura el halago o el reconocimiento, y luego viene la insatisfacción, especialmente, cuando el esfuerzo empleado para lograr el proyecto, excede con mucho del momento de gloria experimentado con el halago. La razón de la insatisfacción es que el proyecto me ha dado el reconocimiento pero mi verdadera necesidad es la autoestima, el amor hacia uno mismo, y esa no me la ha satisfecho el proyecto o el premio. La consecuencia es que al sentir la insatisfacción, mi organismo se activa de nuevo en busca del equilibrio, y como sigue sin ser consciente de la verdadera necesidad a satisfacer, repite el circuito ya conocido del placer, búsqueda de otro proyecto, relación, objetivo que me aporte el reconocimiento lo antes posible, y así quedamos atrapados en el circuito de la insatisfacción, que a medida que se repite y se perpetúa en el tiempo va dando origen a emocionalidades negativas de rabia, frustración, desesperanza, etc.

-Elección adecuada de metas: para elegir adecuadamente una meta, lo primero es ser consciente de la verdadera necesidad a satisfacer, porque solo son adecuadas las metas que satisfacen dichas necesidades. El siguiente paso, es que puede haber varias metas a elegir y varias necesidades a satisfacer, con lo que priorizar aquella que es más importante para mi en el momento vital en el que estoy, y que además mejor satisfacer mi necesidad, es la clave para asegurarnos la satisfacción. Para facilitarte el trabajo de elegir bien las metas, te dejo la herramienta «Objetivos con encaje» que utilizamos en la metodología Integrar Generative Mentoring.

-Elecciones de las acciones que me acercan al logro de la meta elegida: hay muchos caminos para llegar a la meta, elegir el más adecuado para mi y en cada momento es todo un arte, más teniendo en cuenta la variedad de alternativas que se nos pueden presentar, el sin fin de aparentes oportunidades que nos asaltan, la atracción por la novedad o lo último que tiene nuestro cerebro. Hay acciones que nos acercan y otras que nos alejan de nuestra meta, mantener nuestra atención y voluntad concentradas en las primeras es la clave para no comprometer nuestra satisfacción. Además, en la elección será importante volver a tener en cuenta si el camino elegido también satisface nuestras necesidades, y está en consonancia con nuestros valores, motivaciones, propósito y potencial, pues en caso contrario se nos estará escapando la satisfacción en cada esquina.

El circuito de la satisfacción, de la felicidad, de la vitalidad humana, es un proceso de autorregulación, de autogestión y de autodominio personal. Las emociones son la información que nuestro organismo envía para darnos el mensaje de que hay un desequilibrio o equilibrio. Así, las llamadas emociones positivas nos suelen informan de que estamos en un estado predominantemente satisfactorio, en equilibrio, y las denominadas negativas, en un estado de insatisfacción. A partir de aquí, será nuestra mente consciente la que tenga que hacer preguntas para descubrir la causa de nuestra insatisfacción, hacerla consciente y diseñar el plan adecuado para satisfacerla: elección de meta y acciones para satisfacerla, y auto-evaluación constante del encaje decisión-acción-resultado-satisfacción, para mantener el rumbo si es satisfactorio o cambiarlo sino no lo es. Eso, si procura preguntarle siempre a tu emoción para averiguar si estas viviendo en la satisfacción o no, y si está es ajustada o está disparada. La euforia es una emoción derivada de la alegría que puede ser origen de muchas insatisfacciones, especialmente, si decides una meta presa de ella.

La clave de un estado más o menos estable de felicidad, no está en estar todo el tiempo contento, divirtiéndose, sintiendo placer, sino en estar el mayor tiempo posible realizando nuestras metas en consonancia con nuestras necesidades, y que además ello nos permita estar conectados con los demás, especialmente, con las personas que realmente nos importan, que curiosamente son las que nos aportan algo que en cierta forma también satisface nuestras necesidades. Con lo que elegir bien nuestro ecosistema de relaciones, personales y profesionales, es en sí una meta que también influye en nuestra felicidad. Si quieres ahondar en el arte de ser feliz incluso en los momentos más duros de la vida, en esos en los que la tristeza y el dolor te inundan, te invito a leer mi libro «Vine a ser Feliz, no me distraigas. Bitácora de la Felicidad».  También recuerda que “no es feliz quien más tiene sino quien menos necesita”, porque este refrán popular encierra en sí mismo mucha sabiduría. Demasiadas necesidades, especialmente materiales o externas a la persona, suelen ser un mensaje de que dentro hay mucho vacío existencial.

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El apego al deseo y el sufrimiento es una gran fuente de infelicidad.

 

 

Si quieres aprender a elegir bien tus metas y vivir en el circuito de la felicidad te invito a conocer y practicar el arte de La Alquimia Motivacional: como motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito», que describo en mi último libro publicado por Ediciones Pirámide en Mayo 2022.

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Escuela de Mentoring.

El sábado 26 de noviembre, se publico en la sección #frentealespejo, promovida por Caralin Group, una columna de opinión de nuestra Directora, Mª Luisa de Miguel, acerca de la felicidad, la toma de decisiones, el propósito, la motivación y la voluntad, al hilo de la publicación de su último libro «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectada a tu propósito.» Ediciones Pirámide 2022. 

Bajo el título «El mejor algoritmo de tu vida es tu propósito», Maria Luisa de Miguel nos comparte la necesidad de una vida más reflexiva, centrada en la conexión con nuestro propósito y en una toma de decisiones y un actuar alineado con él. Esta es la forma en que podemos «pasar de ser buscadores a productores de felicidad», como cita en su libro «La Alquimia de la Motivación».

Vivimos buscando la felicidad, creyendo que podemos comprarla, cuando la realidad es que cada uno de nosotros somos una fábrica con mucho potencial para producirla. Solo necesitamos ponernos al frente de ella y comenzar a tomar decisiones conscientes, deliberadas y autoconcordantes con lo que realmente nos importa en la vida, y no en base a lo que está de moda, lo que hacen o dicen los demás, lo que nos venden u otras razones externas.

Una vida feliz es una vida bien narrada, como diría Séneca; para lo cual necesita contar con un buen argumento que, como explico en mi último libro La Alquimia de la Motivación, nos lo proporciona el propósito personal. Nuestra existencia es una novela que escribimos día a día con cada decisión que tomamos. Algunas de ellas son sencillas e intrascendentes; otras más difíciles y complejas. Pero todas suman a la hora de construir una vida.

Si quieres leer la columna completa puedes hacerlo en el siguiente enlace.

Muy agradecidos a Caralin Group por haber contado con nosotros para su sección #frentealespejo y abrirnos su espacio de opinión para compartir acerca de la importancia de reflexionar sobre el propósito de nuestra vida como guía en la toma de decisiones.

Por octavo año consecutivo el Ayuntamiento de Bilbao nos ha encargado dar inicio a su XIV Edición del Programa Mentoring Pymes, con el que llevamos colaborando todos estos años, y cuyo objetivo es impulsar el crecimiento y consolidación del tejido empresarial de Bilbao, especialmente centrado en emprendedores y pequeñas y medianas empresas.

En esta ocasión, la Escuela de Mentoring, llevará a cabo tres actividades dentro del programa a lo largo de los días 26, 27 y 28 de Octubre:

1.- 26 de Octubre Formación de los mentores del programa

2.- 27 de Octubre Formación de los mentees de esta edición

3.- 28 de Octubre Jornada de Presentación del Programa y de las parejas mentor-mentee que participarán en el mismo.

La Jornada de presentación del programa será inaugurada por el Director de Bilbao Ekintza, Javier Garcinuño Zabala y constará de varias actividades en las que participará la Escuela de Mentoring. El programa de la jornada es el siguiente:

  • §  9.30 Saluda Director de Bilbao Ekintza Javier Garcinuño que realizará la inauguración de la jornada y dará paso a la ponencia a cargo de la Escuela de Mentoring

    §  10.00 Ponencia «La Alquimia de la Motivación en el Menoring.»  María Luisa de Miguel, Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring

    §  11.00 Presentación de las parejas de Mentoring de XIII Edición del programa.

Volvemos de nuevo a la modalidad presencial y la jornada de arranque del programa se celebrará en las instalaciones de Bilbao Ekintza, contando con la participación de los mentores y mentees de esta nueva edición.

A partir del 2 de Noviembre arrancan los procesos individuales entre mentores y mentees, que se desarrollarán hasta Junio del 2023 y contarán durante su camino con el apoyo del personal a cargo del programa perteneciente a Bilbao Ektinza, que realiza el seguimiento y evaluación de dichos procesos, aportando apoyo en todo momento a mentores y mentees para asegurar que todo el programa sea un éxito.

 

La conferencia a impartir por María Luisa de Miguel dará a mentores y a mentees las claves para gestionar la energía, esfuerzo, motivación, voluntad y compromiso durante en el proceso de mentoring, de acuerdo a los contenidos que nuestra Directora Ejecutiva desarrolla de forma pormenorizada en su último libro «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito. » Ediciones Pirámide 2022.

Puedes adquirir el libro a través del siguiente enlace.

Estaremos encantados de contar contigo en la conferencia.