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Que la innovación es una cuestión de supervivencia organizacional nadie lo pone en duda, que realmente estemos fomentando en las organizaciones una cultura y un clima donde la innovación pueda brotar, crecer y dar frutos, quizás sea ya más discutible.

Antes de la pandemia tuve el placer de impartir un programa sobre innovación y visión estratégica para las organizaciones en Peru, donde abordaremos claves para ser una organización innovadora, herramientas, procesos, habilidades, y trabajaremos sobre casos reales de los propios participantes.

Hoy quiero ahondar más en las raíces, en los cimientos, en las dinámicas que deben darse en una organización para que realmente sea innovadora. En este post doy 7 claves para crear y fomentar una cultura de la innovación en tu organización:

1.- Crear entornos laborales psicológicamente seguros, donde las personas no tengan miedo de hablar, de expresar, de opinar, de cuestionar. Donde no tengan miedo a arriesgar porque el error no está penalizado. Entornos donde las personas conversan, comparten ideas, informaciones, sin miedo a represalias, a que les juzguen, a que sean aprovechadas en su contra o a su costa. Si las personas no están seguras de que lo que van a decir va a ser bien recibido, no va a ser usado en su contra, o no va a ser penalizado, y que no corren riesgos, hablan, comparten, intercambian y eso es el germen de la innovación.

Como señala Amy Edmondson “cuando la gente es reacia a compartir sus sugerencias o ideas de mejora, las organizaciones pierden valiosas oportunidades para la innovación”

2.- Practicar la humildad y la mentalidad de principiante en todas las capas de la organización: todos deben estar abiertos a aprender de todos y, para ello, es necesario olvidarnos de actuar como gurús y expertos, dejar atrás las respuestas categóricas, los discursos grandilocuentes, y practicar más la escucha y la formulación de preguntas con humildad. Escuchar de forma plena, profunda y reflexiva nos ayuda a descubrir matices, detalles, visiones no contempladas. Si a ello le añadimos preguntas que ahonden, agudicen, cuestionen, el aprendizaje se multiplica y enriquece. Si preguntamos con el genuino deseo de saber lo que otro sabe, piensa, opina o ve, estaremos contribuyendo a despertar la voz de la innovación.

Cuando alguien llame a tu puerta escucha con todo el interés y la apertura que te sean posibles. No pienses en demostrar que tu idea o tu visión es la correcta, o todo lo que sabes. No escuches para ver donde puedes encontrar el error o la equivocación de tu interlocutor.

3.– Crear un fuerte sentido de identidad alineado a la meta a lograr: las personas necesitan saber que su trabajos, sus ideas contribuyen a algo mayor que ellas. Para ello deben tener claro cuál es el propósito de la organización, cuál es su meta, que tiene que realizar cada uno para contribuir a ella, y reconocerles sus aportaciones vinculándolas a dicha meta. Los líderes de equipo deben recordar de forma constante cuál es la meta, cual es el reto al que se enfrenta el equipo y que supone lograrlo para la organización.

4.- Huir de las mascaras del todopoderoso, el infalible, el que todo lo sabe, el hipercompetente, y el perfecto. Valorar los ejercicios de vulnerabilidad: pedir ayuda, reconocer que no se sabe, que no se tiene la solución o la respuesta, aceptar y reconocer los errores. Cuando los que están más arriba en la cadena de mando se quitan las mascaras dan permiso e invitan de forma tácita a que otros lo hagan.

5.- Practicar la ciudadanía organizativa: si todos nos vemos y comportamos como miembros de una comunidad basada en la ayuda mutua, será más fácil compartir, tener confianza, mostrarse vulnerable, preguntar, sentirse seguro. Con incorporar a tu día a día estas preguntas, ya estarás dando el primer paso:

-¿Cuál es problema o reto al que te estas enfrentando?

-¿Qué puedo hacer para ayudarte?

-¿Qué te preocupa?

Reserva momentos para mirar a tu alrededor, ver que pasa, como se sienten las personas que te rodean. Interésate por lo que hacen, lo que piensan, las dificultades a las que se enfrentan. Muéstrate cercano, vulnerable, interesado y disponible.

6.– Incorporar la diversidad y la inclusión como pilares de la organización. Tener talento diverso no garantiza la innovación, las diferencias deben sentirse seguras para manifestarse, para expresarse, y deben poder tener la oportunidad de encontrarse. Que en la organización existan distintos colectivos, con distintos sexos, edades, valores, orientación sexual, cultura, no significa que se sientan parte de ella, y que aporten sus diferentes visiones. La inclusión hay que ejercerla día a día y en todos lo lugares de la organización.

7.- Practicar un liderazgo inspirador que incite la innovación, preparando un escenario de seguridad psicológica, con metas, valores, principios y reglas claras, invitando a participar a todos, acogiendo de forma positivas las aportaciones y retroalimentando continuamente.

 

Basado en las ideas de Amy Edmondson, autora de Fearless Organization: Creating Psychological Safety in the workplace for Learning, Innovation and Growth

Si tu organización quiere ir a otro nivel, destacar, diferenciarse, progresar, comienza a implantar y fomentar estas 7 prácticas. Si necesitas acompañamiento en el proceso en la Escuela de Mentoring te llevamos al siguiente nivel.

A finales de Junio finalizamos el acompañamiento a las mentoras del Programa «Embajadoras de Futuro»,  que promueve la Universidad de Málaga y la Asociación Women in Málaga TechPark, a la que pertenecen todas las mentoras del mismo. El programa ha estado centrado en el desarrollo profesional de 20 universitarias, potenciando sus habilidades, ampliando sus oportunidades y estimulando a que se conviertan en parte activa y líderes en la construcción de una sociedad mejor.

La Escuela de Mentoring se ha encargado de diseñar e impartir el itinerario formativo de las mentoras y de acompañarlas y apoyarlas durante el desempeño de su rol. Hemos completado un programa de 24 horas de duración a lo largo de los meses de Enero a Junio 2022: 18 horas de formación y 6 horas de supervisión de los procesos de mentoring. En total han participado 20 mentoras, cada una de ellas ha tenido asignada una mentee con la que ha desarrollado un proceso de mentoring de 6 sesiones desde Marzo hasta Junio. En total se han llevado a cabo 20 procesos de mentoring, lo que equivale a 120 horas de sesiones.

                                                  Equipo de Mentoras del Programa «Embajadoras de Futuro»


Las mentoras destacan el nivel de madurez alcanzado por las mentees, la claridad de objetivos y sus ganas de aportar a la sociedad y ejercer como líderes. De hecho como resultado del programa las mentees han creado la Red de Embajadoras de Futuro y diseñado un proyecto para sostenerla, con objetivos, estrategia, medios para financiarse, forma de organizarse. El proyecto fue presentado en la clausura del programa. También señalan las mentoras que las mentees están mucho más empoderadas tras pasar por el proceso de mentoring. En el 90% de los casos las mentees han logrado el cumplimiento de los objetivos que se marcaron al inicio del programa.

A título individual las mentees destacan que el mentoring les ha apartado mayor autoconocimiento, más madurez y claridad, mucha confianza en sí mismas y seguridad. Algunas, incluso, señalan que han descubierto que tenían una capacidad de liderazgo que desconocían. También han destacado el desarrollo de sus habilidades de comunicación, especialmente, todo lo relativo a presentaciones en público.

Las mentoras destacan utilidad de la estructura de la sesión final de mentoring que les hemos aportado, y la formación recibida para abordarla, porque ha contribuido muy positivamente a hacer consciente el aprendizaje, cambio, desarrollo y resultados de las mentees. Todo ello ha incrementado su empoderamiento para afrontar nuevos retos en el futuro.

Un placer se parte de este proyecto y trabajar con este excelente grupo de directivas de Women in Málaga Tech Park tan comprometidas con su rol como mentoras de las jóvenes participantes en el programa «Embajadoras de Futuro».

Continuamos nuestra colaboración  con Sintetia, el portal de divulgación para mentes inquietas, con un artículo en su sección de management bajo el título “Diversidad y máximo impacto para la Inteligencia Organizacional»

Si la diversidad es un hecho, genera riqueza y contribuye a la inteligencia colectiva y organizacional, ¿qué nos impide aprovecharla? La respuesta es el miedo a la diferencia. La tendencia que existe a acercarnos más a las personas que se nos parecen en términos de género, raza, orientación política y edad o con las que compartimos motivaciones, valores y necesidades porque nos resulta más fácil, más cómodo y nos sentimos más protegidos.

Un estudio del MIT Media Lab y la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) ha descubierto que el 50% de nuestras acciones diarias determina que mantengamos relaciones con el mismo tipo de personas. No aprovechamos la riqueza de la diversidad porque “no nos mezclamos”. La inteligencia organizacional requiere una movilidad mental, física y relacional.

Sin embargo, cada vez vivimos más separados de los que son diferentes a nosotros, no los frecuentamos, no interactuamos con ellos y no nos relacionamos, por tanto, no podemos conocerlos, no podemos encontrar puntos en común y enriquecernos con las diferencias. Nos movemos más por simpatía que por empatía y la diversidad sin empatía es fuente de conflictos en lugar de potenciar la inteligencia colectiva. Tenemos que salir de nuestra pecera y ampliar nuestras redes relacionales haciéndolas más diversas, lo contrario limita nuestro pensamiento y nuestra inteligencia.

Te invitamos a leer el artículo completo publicado en el mes de Julio en Sintetia. Deseamos que lo disfrutes y estaremos encantados de contar con tus comentarios.

Si te interesa el tema de la diversidad puedes consultar en nuestra web otras publicaciones:

-Colaboración con la Revista ORH en Mayo 2022 » La Cara Oculta de la Diversidad».

-Conferencia para APD en Junio 2022 «Diversidad, píldoras para reforzar la estrategia organizacional».

-Entrevista Canal CEO «Inspiración» Junio 2020 sobre «Liderazgo, Talento, Cambio y Diversidad».

Dentro de la sección que la Escuela de Mentoring tiene en la Revista ORH, en el mes de Junio, nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel entrevista a Edita Olaizola, Psicóloga Organizacional, Doctora en Dirección de Empresas, Experta en Biomimética Organizacional. Es miembro del Equipo Directivo del Club Nuevo Mundo de Tendencias21, del Consejo de Greenpeace España y de Forética y Presidenta del Comité de Etica de Emcc Spain. Figura alrededor de la posición 200 en el ranking internacional SustMeme CSR & Business.  Cree y difunde con firmeza la idea de que tanto personas como organizaciones podemos vivir de una forma muy distinta si aprendemos de la naturaleza. 

Bajo el título «Conversaciones sobre Biomimética Organizacional con Edita Olaizola» nuestra Directora Ejecutiva y la citada experta conversan acerca de aprendizaje mimético, liderazgo camaleónico, la naturaleza como mentora, el líder biomimético, la simbiosis como fundamento de la innovación evolutiva y su relación con el mentoring, management biomimético y de cómo las organizaciones podrían aprender de la naturaleza para evitar la fuga de talento, así como el malestar y deterioro de la salud de las personas.

 

Cuando aprendemos de la naturaleza se genera una situación excepcional para quien aprende: sus sentidos se agudizan, su respiración se acompasa, su capacidad de esperar se fortalece, su capacidad de entusiasmo despierta y genera gratos sentimientos… la persona toda vibra al unísono con la naturaleza, se siente parte de ella y de una forma natural va incorporando esas vivencias que después analizará con su cabeza (qué he aprendido, cómo lo puedo utilizar, en qué me puede ayudar…) y con su corazón (qué alegría, qué gustazo, qué bienestar…). Todo ello enriquece la personalidad y facilita posicionarse mejor en los diferentes ámbitos de la vida, a la vez que desencadena una espiral virtuosa en las relaciones con los demás y con los diferentes subsistemas en que nos movemos.

La Biomimética Organizacional es el nuevo modelo de gestión diseñado para que las organizaciones aprendan de la naturaleza y la emulen, dado que ella ha tenido miles de años de ensayo y error para llegar a conseguir y mantener los éxitos que todos podemos admirar.  Para las organizaciones es una excelente forma de asegurar la consecución de objetivos estratégicos más allá de la Responsabilidad Social Corporativa, la Economía del Bien Común, la Sostenibilidad o la Economía Circular.  

Si quieres leer el artículo completo  puedes consultarlo en el número publicado en el nº 180 de la Revista ORH Julio 2022.  Te invitamos a suscribirte a la misma a través de este enlace y disfrutar de una amplia gama de contenido experto para la gestión del talento.

En Abril del 2022 lanzamos una campaña de Mentoring Pro Bono en colaboración con OMA Perú,  Américas y Red We-Evolution-Vital Voice Miami, Aprofem y diversas Universidades de España, para llevar a cabo procesos de mentoring dirigidos a impulsar el desarrollo profesional de jóvenes licenciados/as, así como fortalecer el liderazgo de mujeres profesionales y directivas.

Hemos logrado completar más de 65 procesos con diferentes personas de España, Estados Unidos, Chile, Perú, Argentina, Colombia, Ecuador y República Dominicana, gracias a la colaboración de nuestras alianzas en esos países.

Desde finales de Mayo de este año 65 personas están disfrutando del  acompañamiento de un mentor/a para trabajar su desarrollo profesional.

 

 

 

 

 

Fieles a nuestro compromiso de impulsar el desarrollo profesional y el liderazgo a través del mentoring estamos muy orgullosos de este logro que beneficia a todas las partes implicadas en esta colaboración, los mentees y las organizaciones de las que proceden y los mentores que se están formando con la Escuela de Mentoring a través de la Certificación Internacional en Mentoring. 

Los mentores son personas de amplia trayectoria profesional en diferentes campos y sectores de actividad que están cursando su formación como mentores profesionales con la Escuela de Mentoring. Dentro de dicha formación para ser mentor/a profesional deben realizar sesiones prácticas de mentoring supervisadas por el equipo de la Escuela de Mentoring para obtener su titulación. Los procesos de mentoring pro bono se enmarcan dentro de este contexto de prácticas profesionales supervisadas.  Los procesos desarrollados bajo la iniciativa “mentoring pro bono” siguen el protocolo ético y de calidad de la Escuela de Mentoring, se realizan bajo el principio de confidencialidad y se ejecutan bajo el marco de un acuerdo previo entre las partes en el que consta dicha confidencialidad.

Todos los procesos de mentoring se llevan a cabo bajo la metodología Integral Generative Mentoring, que es propiedad de la Escuela de Mentoring y aplicamos en todas nuestras formaciones y proyectos.

Queremos agradecer a OMA PerúRed We-Evolution-Vital Voice Miami, Aprofem y demás entidades colaboradoras, la confianza, colaboración y apoyo brindado para hacer realidad esta iniciativa tan importante para todos.

Dentro de la sección que la Escuela de Mentoring tiene en la Revista ORH ,en el mes de Mayo, nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel escribe un artículo sobre gestión de equipos bajo el título «Equipos desconectados, más allá de la distancia física».

En el mismo reflexiona sobre la falta de engagement, compromiso y conexión entre los equipos de trabajo, sus efectos negativos, cuáles son las principales causa de desconexión y cómo ejercer un liderazgo centrado en la conexión. 

Según distintos estudios, la falta de compromiso (disengagement) se ha disparado a nivel global en los últimos 5 años. En el 2007 Lotfi El-Ghandouri describía en su libro “El despido interior” que muchas personas estaban experimentando una indiferencia y distancia emocional hacia su trabajo, volviéndose pasivas y desconectadas. En el 2012 la revista Harvard Business señalaba que diversas investigaciones revelaban que la mitad de los directores ejecutivos padecen soledad y aislamiento, lo que afecta negativamente a su desempeño. Los estudios realizados a nivel mundial por Gallup muestran que solo el 13% de los trabajadores se sienten conectados y comprometidos con su trabajo. Una de las principales causas de dicha desconexión es la existencia de malas relaciones en la organización, a nivel de equipos, entre colaboradores o con los jefes.

Hace mucho tiempo que las personas no están “engaged”: no se sienten entusiasmadas con su trabajo, no están implicadas ni comprometidas con él y no trabajan como un equipo unido. Hace mucho tiempo que habitamos las organizaciones en un sentido físico pero no emocional.

Se estima que la falta de compromiso cuesta a las organizaciones 550 billones de dólares por año

Si quieres leer el artículo completo  puedes consultarlo en el número publicado en el nº 179 de la Revista ORH Junio 2022.  Te invitamos a suscribirte a la misma a través de este enlace y disfrutar de una amplia gama de contenido experto para la gestión del talento.

Continuamos nuestra colaboración  con Sintetia, el portal de divulgación para mentes inquietas, con un artículo en su sección de management bajo el título “El liderazgo en la creación de contextos para trabajar»

Estamos demasiado acostumbrados a asignarle al liderazgo, y a las organizaciones, responsabilidades que son nuestras: la felicidad, la motivación, el empowerment, el aprendizaje o el desarrollo.

El liderazgo como corresponsabilidad: creo que debemos comenzar a operar con otra visión de las cosas y contemplar a los demás, a los líderes y a las organizaciones como cooperadores necesarios de nuestra felicidad, motivación, empowerment, aprendizaje y desarrollo.

La responsabilidad del líder consiste en crear contextos enriquecidos de trabajo donde las personas puedan hacer realidad su aprendizaje, desarrollo, motivación, empowerment y felicidad. Para ello debe desarrollar las seis dimensiones que forman parte del modelo de la Escuela de Mentoring para crear contextos enriquecidos de trabajo: el liderazgo inspirador, resonante, conectivo, desarrollador, alquimista y cooperativo.

 

Te invitamos a leer el artículo completo publicado en el mes de Mayo en Sintetia para conocer a fondo nuestro modelo de desarrollo de liderazgo, cómo lo estamos trabajando en diversas organizaciones, en qué consisten las 6 dimensiones (inspirador, resonante, conectivo, desarrollador, alquimista y cooperativo) y qué aportan a las personas y organizaciones donde se implementan.

En este enlace puedes acceder al artículo completo de nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel. Deseamos que lo disfrutes y estaremos encantados de contar con tus comentarios.

En nuestra web tenemos publicados varios artículos donde puedes conocer cada dimensión en particular de una forma más pormenorizada: liderazgo inspirador, liderazgo resonante, liderazgo conectivo, liderazgo desarrollador.

En las próximas semanas publicaremos nuevos artículos en los que abordaremos más en profundidad las dimensiones alquimista y cooperativa de nuestro modelo de de desarrollo del liderazgo.

Si quieres conocer como trabajamos en liderazgo en las organizaciones ponte en contacto con nosotros y te diseñaremos un programa a medida de las necesidades de tu entidad.

Este mes de Junio iniciamos la ronda de presentaciones del nuevo libro de nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel: «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito».

En esta ocasión la presentación será en formato virtual el próximo 23 de Junio a las 18:00 de la tarde, hora España, en colaboración con EMCC SPAIN, entidad de referencia mundial en materia de coaching, mentoring, supervisión y desarrollo personal, profesional y organizacional.

La presentación correrá a cargo de Beatriz Valderrama, presidenta de EMCC Spain y Vanessa Carolina Leal Lugo, ejecutiva principal de Capital Humano CAF – Banco de Desarrollo de América Latina, quienes entablarán un diálogo con la autora, Mª Luisa de Miguel, para dar a conocer los contenidos del libro, las claves de la alquimia de la motivación, cómo está relacionada con la voluntad, el propósito y la felicidad.

El evento está abierto a la participación de cualquier persona interesada en conocer a la autora y su nuevo libro. Para ello solo tienes que registrarte a través del siguiente enlace:  

La complejidad de nuestra sociedad actual requiere, cada vez más, una voluntad fuertemente motivada en un propósito, que sea capaz de ejercer el autocontrol para resistirnos a una vida de inconsciencia e impulsos descontrolados. El estrés, el cansancio, la falta de sueño, las múltiples distracciones, el cambio constante debilitan nuestra voluntad y nos impiden ejercer nuestra libertad para realizarnos y ser felices.

En cada uno de nosotros habitan dos versiones de ser humano: el “yo controlado” que actúa con impulsividad y busca la gratificación inmediata y el “yo que controla” sus impulsos y sabe postergar la gratificación para proteger sus aspiraciones a largo plazo y el cumplimiento de su propósito. De nosotros depende cuál queremos cultivar y de esa decisión depende nuestra felicidad.

Debemos poner en jaque nuestro pensamiento y nuestro comportamiento y reflexionar acerca de como estamos abordando el tema de la motivación, porque su exceso y mal uso nos está volviendo personas adictas a ella y a todos los incentivos que se utilizan para activarla. La ciencia de la motivación no puede estar al servicio de mejorar la productividad y el rendimiento, porque el ser humano no es una máquina a la que se pueda programar, cambiar la piezas, amortizar y desechar por cumplimiento de su vida útil. Somos seres sociales que existimos para la realización personal, la felicidad y la convivencia social. Ese debe ser el norte de cualquier conocimiento, incluido el nacido en torno a la motivación.

Este libro es una invitación a reflexionar sobre cómo estamos viviendo, cómo estamos ejerciendo el control sobre nuestras vidas y qué influencia tiene en ello una hiper motivación extrínseca excesiva, en detrimento de una voluntad más fuerte y reflexiva. Tomarnos tiempo para parar, reflexionar y decidir con conocimiento de causa, con propósito, es ganar tiempo para vivir más felices.

La alquimia motivacional está al servicio de todo ello para fortalecer nuestras funciones ejecutivas. Un buen funcionamiento de estas es lo que posibilita que tengamos éxito en el logro de nuestros objetivos, que seamos capaces de resolver problemas complejos para los que no tenemos una respuesta aprendida previamente y que sepamos adaptarnos y responder ante situaciones novedosas sobre las que carecemos de experiencia previa.

 

Nos encantará contar contigo y poder conversar sobre el libro “La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vir conectado a tú propósito.”, que puedes adquirir en los siguientes puntos de venta.

 

 

La plataforma Directivos y Gerentes recomienda el ultimo libro de nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, «La Alquimia de la Motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito» Ediciones Pirámide 2022.

 

La plataforma líder del entorno directivo compartía hace semanas en su perfil de linkedin y en el apartado de management de su web una reseña sobre el libro: «este #libro de Maria Luisa de Miguel Corrales es una invitación a reflexionar sobre cómo estamos viviendo y qué influencia tiene en ello una #motivación extrínseca excesiva en detrimento de una voluntad más fuerte y #reflexiva#EdicionesPirámide Grupo Anaya»

 

La ciencia de la motivación no puede estar al servicio de mejorar la productividad y el rendimiento, porque el ser humano no es una máquina a la que se pueda programar, cambiar las piezas, amortizar y desechar por cumplimiento de su vida útil. Este libro es una invitación a reflexionar sobre cómo estamos viviendo, cómo estamos ejerciendo el control sobre nuestras vidas y qué influencia tiene en ello una motivación extrínseca excesiva en detrimento de una voluntad más fuerte y reflexiva. Tomarnos tiempo para parar, reflexionar y decidir con conocimiento de causa, con propósito, es ganar tiempo para vivir más felices.

La alquimia motivacional está al servicio de todo ello, para fortalecer el funcionamiento de nuestras funciones ejecutivas. Un buen funcionamiento de estas es lo que nos posibilita que tengamos éxito en el logro de nuestros objetivos, que seamos capaces de resolver problemas complejos para los que no tenemos una respuesta aprendida previamente y que sabemos adaptarnos y responder ante situaciones novedosas sobre las que carecemos de experiencia previa.

 

 

La motivación es un fenómeno que despierta gran interés y preocupación en personas y organizaciones, en este libro puedes descubrir los perjuicios de no gestionarla adecuadamente, así como los beneficios de convertirte en un alquimista motivacional.

El libro está disponible a la venta en Amazon ;  Ediciones Pirámide; El Corte InglesCasa del Libro; FNAC y todostuslibros.com

En junio comenzamos con las presentaciones del libro, la primera está prevista para el 23 de Junio a las 18:00 hora España de la mano de EMCC Spain, entidad de la que nuestra Directora Ejecutiva es Vicepresidenta, y la Escuela de Mentoring socio organizacional.

 

 

 

Continuamos con la colaboración en la Revista Capital Humano, a través del espacio cedido a EMCC SPAIN, con un artículo de nuestra Mentora Acreditada, Ana Sanjuán bajo el título «El efecto multiplicador del mentoring para el liderazgo», publicado en la Edición de Mayo 2022.

En el artículo Ana Sanjuán plantea la necesidad de desarrollar  un liderazgo que sea capaz de optimizar los procesos de aprendizaje, cambio y desarrollo de las personas en las organizaciones, un liderazgo multiplicador del talento y explica  el modelo de desarrollo del liderazgo de Escuela de Mentoring basado en 6 dimensiones (inspirador, resonante, conectivo, desarrollador, alquimista y cooperativo) y cómo potenciar la dimensión del liderazgo desarrollador a través de nuestra metodología Integral Generative Mentoring.

En un contexto caracterizado por la confluencia de grandes crisis globales (sanitaria, económica, bélica, social, medioambiental), que a su vez generan otras igual de importantes como la crisis de salud mental, la de confianza global, la de liderazgo o la crisis conocida como la Gran Renuncia, es más necesario que nunca que los líderes dominen las diferentes dimensiones, en especial, la desarrollativa.

La era de la incertidumbre, la complejidad y el cambio constante ha llegado para quedarse. Como señala la OCDE «Para sobrevivir, las personas, las empresas, y la sociedad necesitan aprender a la misma velocidad con que cambia el entorno; y para progresar deben hacerlo a más velocidad que el entorno». Necesitamos un liderazgo que sea capaz de optimizar los procesos de aprendizaje, cambio y desarrollo de las personas en las organizaciones, un liderazgo multiplicador del talento.

En la actualidad son necesarios los líderes que ejercen su rol teniendo en cuenta el crecimiento de las personas, los equipos, las organizaciones y la sociedad en su conjunto, además de modular su rol teniendo en cuenta las necesidades de todos ellos y las circunstancias de cada momento. En definitiva, necesitamos líderes que sepan desarrollar a otros y crear nuevos líderes. Para entrenar la dimensión desarrollativa del liderazgo y potenciar el ejercicio de un liderazgo fluido, que sepa moverse con naturalidad y eficacia en todos los estilos y dimensiones, la metodología del mentoring es una herramienta muy valiosa.

Si quieres leer el artículo completo y conocer como el mentoring puede contribuir al desarrollo sostenible del capital humano en las organizaciones puedes consultarlo en este enlace.

Las palabras y acciones de un líder provocan un gran impacto emocional. Diversos autores señalan que el clima emocional de las empresas depende entre un 50 y un 70% de las acciones del líder y que hasta un 30% de los resultados y rendimiento de un equipo se pueden ver afectados por el clima emocional. Esto supone una gran responsabilidad para el liderazgo y, por tanto, un ejercicio diario de consciencia, autorregulación emocional y reflexión para evitar proyectar malestar en las personas y procurar contagiar bienestar. La gran pregunta que tenemos que hacernos es ¿somos conscientes de cómo impactan nuestros gestos, palabras y comportamientos en nuestros colaboradores? ¿Cuántas veces reímos o sonreímos al día? ¿Cuántas miramos a los ojos en las conversaciones y cómo miramos?

Las emociones se propagan y se contagian cuando las personas están cerca las unas de las otras, cuando interactúan. Los psicólogos Howard Friedman y Ronald Riggio señalaron, hace ya más de 40 años, que incluso el lenguaje no verbal y los gestos puede afectar emocionalmente a otras personas: cuando tres extraños se sientan uno frente al otro en silencio durante un minuto o dos, el que es emocionalmente más expresivo de ellos transmite su estado de ánimo a los otros dos, sin que se hable una sola palabra. Y lo mismo ocurre en el día a día en la oficina, el lugar de trabajo, las salas de reuniones o las sesiones virtuales: de forma consciente o inconsciente todos percibimos y nos vemos afectados por el estado emocional de los otros. Caroline Bartel de la Universidad de Nueva York y Richard Saavedra de la Universidad de Michigan realizaron en el año 2000 una investigación con 70 equipos de trabajo en diversas industrias, descubriendo que las personas que se reúnen juntas por más de una hora terminan compartiendo estados de ánimo, tanto buenos como malos. Por tanto, es importante tomar conciencia de cuál es nuestro estado y  el del grupo y como líderes contribuir a crear estados emocionales que sean acordes a la situación y al objetivo a lograr respecto de la misma.

En definitiva, las personas resonamos emocionalmente, emitimos vibración emocional y está se extiende más allá del encuentro físico o virtual. Resonar es prolongar nuestro impacto más allá del momento en que se produce, es estar de forma permanente en la mente y los corazones de nuestros colaboradores. Si queremos crear climas emocionales expansivos del talento necesitaremos despertar en los demás sentimientos adecuados para ello, resonando en dicha frecuencia. Todo esto no es posible si nuestros mensajes, nuestras interacciones, nuestros gestos, nuestras conversaciones y nuestros comportamientos transmiten una emocionalidad inadecuada: apatía, frustración, enfado, vergüenza, irritabilidad, ansiedad o en disonancia con la que están experimentando los demás.

Las emociones positivas contribuyen a incrementar la conciencia de los recursos de los que disponemos para alcanzar un determinado objetivo, favorecen la creatividad y la toma de decisiones y nos disponen a la acción. Las emociones negativas nos ponen a la defensiva, nos bloquean, hacen salir a escena a nuestro ego, porque están evolutivamente pensadas para defender, proteger y sobrevivir. El ego es nuestro escudo, nuestra armadura de protección frente a las amenazas externas, es la que nos ayuda a resistir y defendernos de los golpes de la vida. Las emociones negativas secuestran nuestra atención y disminuyen nuestra capacidad de empatía y nuestra habilidades sociales.

Imaginate por un momento en una sala acristalada llena de gente amenamente conversando. De repente, se rompe uno de los cristales de la sala, formando un gran estruendo. ¿A donde se dirige nuestra atención? Hacia el lugar de donde viene el estruendo, ¿qué emoción se activa ante el caos, los cristales rotos, el tremendo ruido? El miedo, porque entramos en modo supervivencia, tememos por nuestra vida y toda nuestra atención se concentra en salir ilesos de la situación. ¿Qué probabilidades hay de que nos paremos a analizar serenamente la situación para determinar la realidad exacta del peligro? Muy pocas, si todo a nuestro alrededor es confusión, algún que otro grito, nerviosismo, personas quizás heridas. ¿Alguien será capaz de ser empático y pensar en los demás, ayudándolos a salir, a tranquilizarse?

Esa misma agresión y esa misma reacción experimenta nuestro ego cuando se ve atacado, por ejemplo, cuando alguien nos cuestiona, o no nos presta atención. Entramos en modo defensivo, porque el miedo se apodera de nosotros aunque no haya una situación de peligro real para nuestra vida. Nuestro ego se siente en peligro y reacciona ante una emoción negativa como el miedo, la vergüenza, o el enojo. Al defendernos cerramos puertas, instalamos barreras, nos atrincheramos en nuestra realidad y no dejamos entrar nada del exterior, neutralizamos cualquier entrada externa (ideas, emociones, sensaciones) porque las percibimos como amenazas. Con ello dejamos de escuchar, nos enfrascamos en un diálogo interno, dejamos de contemplar e incluso de sentir, perdiéndonos valiosísimas informaciones, puntos de vista, intercambios, experiencias. 

La resonancia negativa suele desconectarnos de los demás, porque nos atrincheramos en defender nuestro ego y nos limita la visión, y con ello la creatividad o la amplitud de mirada. Las emociones positivas, siempre que sean equilibradas y no excesivas como la euforia, por ejemplo, nos conectan, nos vinculan a los demás, generan relaciones e intercambios. Son expansivas y creativas. Pensemos en la risa o la sonrisa, que son el efecto de la alegría, y en como atrapan nuestra atención positivamente. Si llegamos a un mostrador para que nos atiendan una petición, y tenemos cuatro personas disponibles, dos de ellas con cara muy sería y otras dos sonriendo ¿a cuál nos dirigimos? ¿Cuál creemos que nos va a atender mejor?

Las emociones se mueven por una organización como los datos a través de la fibra óptica o la electricidad a través del cableado eléctrico. El liderazgo resonante no significa estar sonriendo todo el día, alegre y entusiasta, tiene más que ver con darnos cuenta del impacto de nuestro estado de ánimo en los demás y saber ajustar el mismo en consecuencia. Quien ejerce el liderazgo debe ser consciente de su emocionalidad, transitar hacia emociones más expansivas y ser muy preciso en su expresividad emocional, porque cuanto más abierto es un líder más resonante es. Esto implica que cuanto más expresa las emociones más rápidamente se producirá su contagio, tanto para las positivas como para las negativas. Un líder no puede gestionar adecuadamente la emocionalidad de la organización o del equipo si antes no lo hace con la suya.

Cuando el líder no sabe sintonizar, empatizar ni interpretar adecuadamente las emociones ajenas genera disonancia lo que es fuente de malestar. La disonancia es discordancia, falta de armonía, lo que da lugar a la desconexión. El liderazgo resonante sabe sintonizar con las emociones de sus colaboradores y encauzarlas en la dirección adecuada. Los líderes que son incoherentes porque sus actos no reflejan sus palabras y son incongruentes con los valores que predican generan disonancia, lo mismo que los que se revisten de una amabilidad fingida o los que vibran en una emocionalidad positiva cuando su entorno está vibrando en una negativa. Si el equipo está triste porque se siente derrotado ante la no consecución de un proyecto, no es aconsejable que el líder vibre en optimismo y entusiasmo. Deberá comenzar por acoger esa emocionalidad, dejar que se exprese, sostenerla y respetarla y desde ahí comenzar a transitar hacia otras emociones como la esperanza y la confianza.

Para resonar con la energía que necesita la otra persona, el equipo o la organización e inyectarla el líder necesitará estar conectado a sus fuentes de inspiración: propósito, valores, referentes, fortalezas. Gracias a todos ellos es como el liderazgo resonante ayuda a crear sentido en medio del caos y la incertidumbre y puede actuar como moderador emocional de los integrantes del grupo. Además de la energía de la pasión por aquello que nos inspira y nos motiva, para resonar hace falta también emoción y convicción. A la hora de comunicar es importante que el líder no lo haga solo desde el plano racional, utilizando hechos y datos, sino también emociones, palabras con carga emocional, historias y vivencias. Sin convicción, el mensaje no cala, no resuene. La emoción activa, mueve, capta la atención pero no perdura, por eso es importante hablar desde aquello en lo que creemos porque los sentimos y hemos reflexionado con profundidad sobre ello. Si no estamos convencidos de lo que expresamos no vamos a resultar creíbles y esto desconecta a las personas y rompe la resonancia. 

La resonancia amplifica y prolonga el impacto de las palabras, las acciones, las sensaciones, y los aprendizajes. La resonancia hace que dejes huella positiva en la mente, el corazón y el alma de las personas. Hacen que tus mensajes se mantengan presentes a pesar de la distancia, que su impronta permanezca viva a pesar del tiempo, que los aprendizajes que hayan podido provocar resuenen una y otra vez, como si estuvieran flotando en el aire. Es un sonido que vibra, que impulsa, que engrandece a las personas. Es un sonido que les penetra tan profundamente que se mantiene vivo dentro de ellas, transformándose en un aprendizaje propio y significativo, y eso es lo que hace que aflore en los momentos vitales y decisivos, convirtiéndolo en uno de sus mejores recursos para el cambio y el logro de metas.

Gestionar el cambio significa gestionar la emoción, lograr objetivos y acompañar a otros en su desarrollo para ello implica gestionar las emociones porque estas son energía que pide movimiento, son impulsoras de la acción. Las palabras, las instrucciones, los planes, las directrices no son suficientes. Si queremos lograr metas y cambios harán falta acciones y estas necesitan de las emociones adecuadas. La resonancia emocional del liderazgo es una pieza clave para acompañar el cambio en la dirección de los objetivos a lograr. Un ambiente de resonancia positiva fomenta la eficiencia mental y conductual de las personas. La resonancia de un líder es vital para hacer efectiva la responsabilidad emocional corporativa y construir organizaciones antifrágiles

¿Y tú, qué quieres como líder, sonar o resonar?  

 

El liderazgo conectivo es la tercera de las dimensiones de nuestro modelo de desarrollo del liderazgo y alude a la capacidad de construir relaciones y generar conexiones sólidas entre las diferentes personas de la organización. Con este tipo de relaciones se crea un capital social organizativo fuerte que favorece un clima de seguridad psicológica, fomenta el comportamiento prosocial, los comportamientos de ciudadanía organizativa, la cooperación, reduce los costes de transacción y apuntala el compromiso.

Para ser un líder conectivo hay que estar conectado al propósito personal, los valores, los referentes y las fuentes de inspiración. Solo estando inspirados y conectados a nuestra parte más significativa, auténtica y genuina podemos resonar positivamente. La resonancia es la primera vía de conexión con las personas, es invisible pero potente y genera una conexión permanente, incluso sin presencia física. 

La conexión en el liderazgo debe ser de 360º: a nivel personal (propósito, valores y principios guía), a nivel relacional con el resto de las personas de la organización y su entorno más próximo y a nivel sistémico y social, con la sociedad en la que vivimos y sus diferentes sensibilidades y necesidades. Un líder 360º maneja tres tipos de conocimiento: conocimiento sobre sí mismo, sobre sus emociones, motivaciones, conflictos internos, su ego, su necesidades, sus metas, su nivel de compromiso; conocimiento sobre las personas, sus diferentes motivaciones, talentos, valores, actitudes, patrones de comportamiento, emociones, influencias externas; conocimiento del entorno, en cuanto a demandas, límites, oportunidades, personas clave, historia, cultura, tendencias, información relevante, recursos, lo que se conoce como inteligencia contextual. Para conectar con nosotros mismos tenemos que practicar el autoconocimiento y la práctica reflexiva diaria sobre la experiencia, Para conectar con otros necesitamos abrirnos y ser empáticos, no juzgar, porque es la única forma de crear un clima de seguridad psicológica donde las personas se atrevan a hablar, opinar, proponer, cuestionar, relacionarse entre sí de forma cercana. 

Los líderes conectivos son capaces de conectar a las personas entre sí, sus ideas, sus conocimientos, sus necesidades, sus diferencias para promover la ampliación de perspectivas, el aprendizaje mutuo, la búsqueda de soluciones conjuntas que sean integradoras de diferentes sensibilidades, la innovación, la confianza mutua, la cooperación, el compromiso activo con el cambio y la creación de un capital social fuerte. Saben ser vehículo y canal para alinear propósitos individuales en una causa común, servir de nexo cohesionador de la diversidad y las diferencias. Son personas con la habilidad de conectar las aspiraciones con la realidad en la que deben ser realizadas. 

Lo contrario a la conexión es la desconexión, es decir, todo aquello que produce distanciamiento entre las personas. En el mundo que estamos viviendo la gente está más conectada que nunca, digitalmente hablando y, sin embargo, cada vez nos embarga una mayor sensación de soledad. La virtualización de la vida ha acrecentado la sensación de desconexión, de falta de vínculos sólidos con las personas y de pertenencia a algo más grande. Sin todo ello nos sentimos solos y aislados.  Sin saberlo en la era digital estamos viviendo un espejismo, creemos que estamos más conectados y más comunicados que nunca, cuando en realidad los vínculos son cada vez más líquidos, endebles, las conexiones menos auténticas y genuinas. A pesar de tanta interacción en redes sociales, mundos virtuales, teléfonos y pantallas, nos sentimos solos, porque tener contacto con una persona no es lo mismo que tener conexión con ella y lo que nutre al ser humano es el vínculo y la conexión, la relación cercana y profunda. 

La conexión reduce la incertidumbre, aporta seguridad, reduce los costes de transacción, aporta bienestar y amortigua el estrés. La desconexión mina la moral, la motivación y el compromiso. Por ello es importante que el líder invierta tiempo y esfuerzo en reducir los tres tipos de distancia que se producen en las organizaciones según Karen Sobel y Richard Reilly (2020): física, operacional y de afinidad. 

Dimensión de la distancia Tipos de distancia
Fisica -Separación geográfica: distintas sedes geográficas, distintas plantas, distribución de los espacios físicos.

-Distancia temporal: usos horarios diferentes, distintos horarios laborales.

-Distancia organizacional: entre departamentos, entre los distintos stakeholders.

Operativa -Distancia de comunicación producida por la falta de conversaciones sobre los temas significativos.

-Distancia generada por la multitarea y la carga de trabajo, que impide mantener conversaciones de calidad.

-Distancia de disponibilidad por falta de estructura tecnológica adecuada o escasas habilidades para el uso de la misma. 

De afinidad -Distancia cultural debida a la falta de valores compartidos, al desconocimiento o falta de comprensión y respeto de valores diferentes. 

-Distancia relacional por falta de desconocimiento e interacción con las otras personas.

-Distancia social ocasionada por las distancias entre las distintas posiciones en la organización

-Distancia de interdependencia por la falta de una sensación de futuro y destino compartido

Figura 1.- Tipos de distancia en las organizaciones (Sobel Lokeski, Karen y Richard R. Reilly, 2020). 

Para evitar la distancia y la desconexión entre las personas los líderes conectivos gestionan a través de conversaciones, basadas en una escucha empática, una comunicación apreciativa, un diálogo empoderante e integrador de las diferencias. El líder conectivo se caracteriza por invertir en empatía, confianza, comunicación apreciativa y transformadora, enriquecer los contextos relacionales y de trabajo y fomentar la colaboración a partir de una diversidad inclusiva. 

       LAS 5 PALANCAS DEL LIDERAZGO CONECTIVO

La empatía es, después de la resonancia, la mejor vía para conectar en las relaciones. Sin ella es difícil crear un clima de confianza donde las personas se abran a un nivel más personal y profundo. Sin apertura no hay posibilidad de conexión. Además, cuando las personas no se muestran abiertamente, manejan una agenda interior que es la que dirige su pensamiento y comportamiento y la forma en que se relacionan con otros. Esa agenda oculta acaba ocasionando muchos conflictos que crean más distancia y desconexión entre las personas.  

La falta de confianza suele ser una de las grandes disfuncionalidades en las relaciones, los equipos y las organizaciones. Aparece cuando falta apertura, cercanía y comprensión mutua en las relaciones. Es difícil que alguien se abra cuando no hay empatía, porque tenderemos a juzgar y eso ocasiona que las personas no interactúen de forma abierta, pues se sienten expuestas, juzgadas e, incluso, rechazadas. Si no hay confianza no hay apertura al hablar, opinar o proponer, no se producen conflictos ideológicos y se genera una armonía artificial, que deriva en la ocultación de opiniones e inquietudes, algo que socava el sentido de pertenencia y el compromiso. Ninguna persona se sube al carro, se compromete con un objetivo, cuando no ha podido exponer sus opiniones, no se siente escuchada o no siente que parte de ella ha sido tenido en cuenta a la hora de fijar dicho objetivo. Tendemos a creer que el consenso es compromiso, cuando en muchas ocasiones dicho consenso no es tal, es artificial, porque la personas implicadas no han expresado lo que realmente quieren o piensan, no han opinado, cuestionado o aportado ideas, porque no se han sentido confiadas para hacerlo. Al final parece que todos estamos de acuerdo pero es un sí con la boca o la cabeza pero no con el corazón y la convicción. Es un sí sin compromiso lo que deriva en que no se traslada en acción, no se materializa, no produce los cambios o resultados deseados. Es un sí desconectado de la persona, del objetivo y del equipo o grupo. 

Para construir confianza y conexión la comunicación, las conversaciones, son el recurso más poderoso. Una comunicación que debe estar basada en una escucha global, profunda, empática y ausente de egos. El líder conectivo no se escucha a sí mismo, sino al otro y no solo para saber, para obtener información o para conocer, sino también para comprender más allá de los datos y las palabras. Practica una escucha emocional y trascendente que es la que permite llegar a conectar verdaderamente con una persona, con lo que le afecta, le importa, le motiva, tiene sentido y significado personal para ella. 

Si realmente queremos logra el compromiso de las personas con un cambio, un reto o un objetivo debemos escucharlas de forma trascendente para encontrar sus motivos personales para el cambio, para actuar y lograr el objetivo, el sentido que tiene para ellas. Solo desde ahí se puede movilizar la energía y convicción para actuar comprometidos. 

Para cultivar una mayor calidad en nuestra escucha y ser capaces de escuchar de manera global y profunda  será necesario tener en cuenta estos siete factores:

1.-Evitar las distracciones: relajarse para bajar el nivel de diálogo interior, nuestra impaciencia, velocidad y ritmo propio del hacer, ya que la escucha es una habilidad de ritmo lento y más contemplativa que ejecutiva; apartar cualquier elemento externo que pueda desviar nuestra atención de nuestro interlocutor (teléfono, ordenador, papeles); escuchar con presencia, intención, atención, concentración y consciencia; evitar forzar la conversación para llevarla por los derroteros de nuestra agenda interna, nuestro diálogo interior, para ello lo mejor es realizar preguntas al hilo y abiertas. 

2.-Evitar hacer suposiciones, lo que requiere olvidarse de querer predecir lo que el otro va a decir a continuación, interpretar significados y enjuiciar para centrarse más en realizar preguntas al hilo de las respuestas de nuestro interlocutor, dirigidas a clarificar significados y a concretar para evitar las generalizaciones, distorsiones y sesgos. 

3.-Fijarse en las repeticiones: cuando las personas repiten frases o palabras están revelando su verdadero interés, lo que realmente les importa o afecta. 

4.-Dejar que las emociones emerjan y fluyan en la conversación y saber acompañarlas: cuando las personas expresen emociones intensas, tenemos que acogerlas y sostenerlas con serenidad y ecuanimidad, evitados reacciones viscerales e impulsivas o un secuestro amigdalar. Tampoco debemos restarle importancia a las emociones que surgen, invalidarlas o no atenderlas, evitando que se produzca su canalización y cambiando el rumbo de la conversación. Las emociones son energía que está pidiendo movilizarse, es importante permitir su desahogo, sostenerlas y transitar por ellas. Lo mejor es realizar preguntas neutras como  ¿que hace que esto sea tan importante para ti? ¿qué hace que esto te genere enfado o rabia?

5.- Conversar con la mirada: recordando el poema de Mario Benedetti, «todavía creo que nuestro mejor diálogo ha sido el de las miradas. Las palabras, consciente o inconscientemente, a menudo mienten, pero los ojos nunca dejan de ser veraces”. Para conectar con los demás, empatizar con ellos, comprender mejor todo lo que están expresando es importante mirarles a los ojos, porque los ojos hablan de forma sincera, auténtica y desde la profundidad del ser. Cuando alguien frunce el ceño, mira hacia abajo, hacia arriba, cuando se le iluminan los ojos, cuando se le abren más de lo normal, cuando miran de un lado a otro, nos está diciendo mucho más de lo que sus palabras pueden expresar. Observar con mirada empática forma parte de escuchar,  el lenguaje corporal es una parte muy importante de cualquier conversación, expresa un mensaje interior y profundo de la persona. 

6.- Adoptar una mente de principiante: si realmente queremos escuchar debemos abrirnos a la experiencia del encuentro, de la conversación, como si fuera la primera vez que hablamos con esa persona, como si no la conociéramos. Solo así podemos evitar contaminar la misma con ideas preconcebidas, suposiciones, experiencias previas. De esta forma estaremos más preparados para dejarnos guiar por lo que surja en ella para ampliar la mirada, la mente, las posibilidades, incluso la propia identidad y la percepción sobre el otro. 

7.-Hacer preguntas enriquecedoras: las buenas preguntas suelen ser sencillas y utilizar las palabras qué y cómo, son al hilo de las respuestas de nuestro interlocutor y recogen parte de sus palabras. Son preguntas que permiten ver más allá, encontrar puntos de conexión, respuestas nuevas, crear nuevas posibilidades, encontrar soluciones en conjunto, en definitiva co-crear y enriquecernos como personas mutuamente. 

El líder conectivo debe aprender a conversar escuchando más allá de esas palabras y captar el estado mental y emocional de las personas para poder modular sus interacciones de manera apropiada y alineada al mismo. De esta forma podrá mantener conversaciones ausentes de sesgos y proyecciones, para centrarlas en la búsqueda de cómo alinear propósitos, objetivos, intereses, sensibilidades, necesidades, motivaciones e ideas diferentes y crear un entendimiento mutuo. Un líder conectivo no conversa sólo para saber, para intercambiar opiniones o ideas, para dar instrucciones, conversa para crear significados mutuamente compartidos y generar una visión integrada del propósito, visión y misión de la organización. 

Las conversaciones son cruciales para que el líder esté conectado con lo que pasa a su alrededor, para ampliar su perspectiva de la organización, de lo que realmente está pasando en ella, de los problemas a resolver y las aspiraciones a canalizar. Solo a través de conversaciones basadas en la confianza, la empatía y el aprecio se produce verdadero aprendizaje organizacional. Este tipo de conversaciones pueden ser un factor motivacional más potente que el dinero porque son una forma de reconocer que empodera y transforma.  La capacidad de apertura  y conexión del líder en sus conversaciones es un amplificador del compromiso, del talento y de los resultados organizacionales.

 

Las conexiones humanas se nutren en las conversaciones, con las historias y vivencias compartidas.”